Turquía, México... y España: la cara y la cruz de la estrategia de crecimiento del BBVA

España representa algo más de una cuarta parte del margen bruto de la entidad

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Vista de la Ciudad de México, desde un piso superior del edificio BBVA Bancomer

BarcelonaMéxico, España y Turquía son, por este orden, los tres principales mercados del BBVA. Les siguen varios países de América del Sur. Esta diversificación permite al BBVA evitar la dependencia del mercado español, pero al mismo tiempo lo transforma en un banco con un grosor muy elevado de su negocio en economías emergentes que, a ojos de los inversores, tienen un mayor riesgo.

Según datos de la misma entidad, en los seis primeros meses de este año, España sólo representaba el 26% del margen bruto del BBVA. El margen bruto es la diferencia entre los ingresos de la entidad y los costes de producción directos.

Era el segundo país en importancia, superado con creces por México, con un 44%, y seguido de Turquía, con un 11%. El conjunto de países sudamericanos, entre los que destacan Colombia, Perú y Argentina, aportaron un 15%. Es decir, el 59% del margen bruto del banco de origen vasco corresponde a países latinoamericanos y, al menos, el 70% a economías emergentes. Esto es una cuestión que impacta directamente en el banco cuando debe buscar financiación en los mercados de deuda: "Cuando el BBVA emite un bono, el mayor riesgo es en México y Turquía, lo que hace que los analistas lo coloquen dentro del banco grupo de emisiones de países emergentes, y le salga más caro", explica Xavier Brun, codirector académico del máster en finanzas y banca de la UPF-BSM y responsable de valores en la gestora de fondos Trea AM.

Creixement de l’economia mexicana
Taxa trimestral de creixement del producte interior brut (PIB) de Mèxic. Dades en percentatge.
Tipus d’interès a Mèxic
Tipus d’interès Cetes 28 dies. Dades mensuals en percentatge.

"No es una compañía únicamente española, es de México y Turquía", apunta. Una ampliación de su actividad en España por la vía de la adquisición del Sabadell permitiría al banco ampliar el peso del mercado español –que se considera más estable por ser una economía avanzada miembro del mercado común europeo– y reducir el riesgo de la compañía a ojos de los inversores.

México: una mina de oro a la baja

Los principales riesgos del BBVA en México tienen que ver, sobre todo, con la reducción de los tipos de interés en el país, un fenómeno que también ocurre en Europa o Estados Unidos. La actividad económica en el país latinoamericano se ha ido ralentizando en el último año y el crecimiento del producto interior bruto (PIB, el indicador que mide el tamaño de una economía) fue sólo del 0,2% entre el abril y junio, situándose 2,1 puntos por debajo de los niveles del mismo trimestre de 2023, cifras positivas pero lejos de los niveles habituales en economías emergentes.

Ante esta situación, el banco central mexicano aprobó el mes pasado un recorte de un cuarto de punto de los tipos de interés, hasta el 10,75%, que se añade al que ya había aprobado en el mes de marzo.

La actividad de los bancos en México es diferente a la de los países europeos. Por un lado, la bolsa mexicana tiene empresas muy grandes, por lo que la banca tiene clientes muy potentes, pero al mismo tiempo "la clase media no es tan grande ni tiene tanta capacidad de endeudamiento" en México como en España, comenta Brun . El hecho de que los tipos sean mucho más elevados que en Europa dificulta el acceso al crédito a familias y empresas. Todo esto hace que el mercado hipotecario tenga un peso menor y que la actividad se concentre en depósitos y microcréditos, por ejemplo, para hacer frente a pequeñas inversiones o para comprar bienes de consumo como electrodomésticos, explica Brun. "Es un mercado más fragmentado", dice.

Turquía: hiperinflación

Mientras que la situación en México es de ralentización económica, Turquía presenta riesgos de otro tipo: la inflación, y su impacto en el tipo de cambio entre la lira, la moneda turca y el euro. Para que el lector se haga una idea de la magnitud de los incrementos de precios en Turquía, puede compararse con España: en julio, la tasa anual de inflación en el Estado fue del 2,8%, una cifra que supera en ocho décimas el objetivo a medio plazo del Banco Central Europeo. En Turquía, el crecimiento de los precios de consumo en un año fue del 61,7%. Ante esta situación, desde junio de 2023 hasta la actualidad, el banco central turco ha subido los tipos de interés del 8,5% hasta el 50%.

Estos datos sitúan a Turquía como una de las pocas economías del mundo (y ciertamente la única en Europa) que sufre lo que se llama hiperinflación; los precios crecen de forma tan rápida que diluyen el valor del dinero hasta el punto de que los ciudadanos ya no consideran la moneda del país como un medio válido para el ahorro. Así, buscan fuentes alternativas, como otras divisas o invertir en todo tipo de activos. BBVA y el resto de bancos llevan años adaptándose a esta situación: en 2022 el banco de origen vizcaíno empezó a aplicar un sistema de contabilidad adaptado a la hiperinflación.

La inflació a Turquia
Taxa mitjana anual de creixement de l’índex de preus de consum (IPC) a Turquia. Dades en percentatges.

En este contexto, la construcción y el sector inmobiliario juegan un papel esencial en la economía turca, porque muchos ciudadanos ven la inversión en el ladrillo como forma de proteger sus ahorros de la hiperinflación. Quizás por eso en mayo el precio de la vivienda en Turquía se había disparado de media un 42% anual, según datos del banco central turco. Si se ajustan los precios por la elevada inflación que sufre el país, en realidad se trata de un bajón de precios del 19%. De hecho, después de años de fuertes crecimientos, el mercado inmobiliario turco presenta síntomas de agotamiento y los grandes inversores del país prefieren comprar en otros países cercanos, lo que tampoco es una buena noticia para los bancos que operan en el país.

Además, la hiperinflación ha derrumbado la lira, lo que tiene un efecto negativo para las compañías extranjeras que operan en el país, ya que sus beneficios valen menos cuando los cambian a euros. De hecho, la divisa turca vale ahora menos de 3 céntimos de euro, mientras que en el 2001 valía unos 1,6 euros.

La depreciació de la lira turca
Valor de la lira turca en euros als mercats de divises.
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