Bruselas permite subvencionar a las empresas afectadas por el encarecimiento de la luz

La Comisión Europea deja en manos de los gobiernos medidas para abaratar la factura, como un tope al precio del gas

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Sánchez con la presidenta de la Comisión  Europea, Ursula von der Leyen.

BruselasComo ya pasó con la pandemia del coronavirus, la medida más inmediata que ha podido adoptar la Comisión Europea para aligerar el impacto del encarecimiento de la factura de la luz es una flexibilización del control de las ayudas de estado –es decir, de las subvenciones públicas– para permitir que los gobiernos den liquidez directamente a las empresas que se han visto afectadas por un encarecimiento de hasta el 65% del precio mayorista del gas y del 30% del de la electricidad. Así, la Comisión ha activado un marco temporal de ayudas que prevé subvenciones de hasta 400.000 euros por empresa, además de compensaciones directas, por el aumento de los costes de producción en sectores determinados. Esta medida, sin embargo, no resuelve el problema de raíz, que es el encarecimiento de la factura. En este frente, Bruselas se ha limitado este miércoles a poner sobre la mesa un menú de soluciones para que los veintisiete líderes de la Unión Europea debatan en la cumbre que tendrá lugar este jueves y viernes.

La Comisión Europea es consciente de que no hay consenso entre los líderes ante propuestas como las que ha abanderado el presidente español, Pedro Sánchez, que pide desvincular el precio del gas del recuento del precio mayorista de la electricidad y una reforma profunda del mercado eléctrico europeo. Sánchez ha hecho una gira por varios países europeos, pero solo ha encontrado el apoyo de Francia, Italia, Grecia, Rumanía, Estonia y Portugal, de forma que topa con una firme oposición del norte de europea, en particular de Alemania. Por eso, el ejecutivo que lidera Ursula von der Leyen ha optado por recoger todas las sensibilidades en un documento base que sirva por "alimentar" el debate de los líderes, en palabras de una fuente europea.

Un menú para que los líderes se peleen

El menú valora todas las propuestas consideradas "excepcionales y de corto plazo" que han ido surgiendo desde diferentes puntos de Europa desde que empezó la escalada de precios. Por un lado, las medidas que considera de compensación fiscal, donde se sitúan la reducción de impuestos para los consumidores y las empresas, las subvenciones que se puedan conceder de acuerdo con el marco temporal aprobado este miércoles, o fijar un tope para el precio de la electricidad, que, como no reflejaría la realidad del mercado, obligaría a las administraciones a compensar las empresas energéticas. Aquí también se valora la posibilidad de crear un solo comprador del mercado mayorista que después venda la luz a un precio más barato. Por otro, está lo que el ejecutivo europeo considera "medidas regulatorias", en los que se habla de imponer un precio fijo a los generadores de electricidad.

En todos estos casos, sin embargo, Bruselas recuerda los principales aspectos negativos, como por ejemplo los costes fiscales y por lo tanto presupuestarios que implica cualquier subvención o compensación del aumento de precios, o también las potenciales complicaciones en el suministro si se fija un precio establecido que no refleja la realidad del mercado y eleva la demanda por encima de la oferta real. De este modo, lo que hace la Comisión es recoger tanto las sensibilidades de los países aliados de España como de los aliados de Alemania, que avisan constantemente de los riesgos. Y sobre esto pivotará un debate en la cumbre que se prevé largo y complejo y que muy posiblemente acabe decepcionando las expectativas que ha generado el gobierno de Pedro Sánchez.

Las medidas adoptadas hasta ahora

Así pues, ¿qué ha hecho hasta ahora la Comisión Europea? Como medida más reciente y directa, ha activado este esquema extraordinario de ayudas que, además de los 400.000 euros por empresa en subvenciones, permitirá a los gobiernos compensar parcialmente a las compañías que consuman mucha electricidad con ayudas adicionales de hasta 2 millones de euros y de hasta 50 millones si son de sectores como la producción de aluminio o metal que además hayan registrado pérdidas. También ha recordado a los gobiernos que pueden recortar el IVA a los combustibles, gravar los beneficios caídos del cielo de las eléctricas o reducir las facturas de los más vulnerables. Algunos gobiernos como Italia o Bélgica ya han tomado medidas en este sentido.

La Comisión también se ha centrado mucho en garantizar el suministro de gas y ha propuesto una nueva ley para que las 160 infraestructuras de reservas de gas que hay en la UE tengan que estar forzosamente llenas al 80% cada octubre. Se considerarán infraestructuras críticas y se permitirá expropiar o expulsar del mercado a aquellos propietarios de reservas que supongan un riesgo para garantizar este mínimo. El mensaje apunta directamente a la rusa Gazprom, que es propietaria de muchas de las reservas de gas de Alemania y que, según Bruselas, las rebajó por debajo del resto de competidores a principios de este invierno. Bruselas también ha hecho suya una de las propuestas españolas que implica una compra conjunta de gas inspirada en las vacunas.

500 millones de euros de ayudas para agricultores y ganaderos

La Comisión Europea también ha formalizado este miércoles la propuesta para ayudar el sector agrícola con 500 millones de euros. Bruselas asegura que a la UE no peligra la disponibilidad de alimentos, pero reconoce que es importadora neta de productos como por ejemplo el pienso proteico, cosa que, junto con el aumento de los precios de los fertilizantes y los combustibles, complica la vida a los labradores. Por eso flexibilizará algunas de las restricciones de los sectores y activará ayudas por valor de 500 millones de euros. También se concederán 330 millones de euros para ayudar al sector agrícola ucraniano.

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