CaixaBank plantea un recorte de plantilla de 8.291 empleados
El ERE, derivado de la compra de Bankia, sería el segundo más grande de la historia de Catalunya
Barcelona8.291 empleados. Esta es la cifra de afectados por el histórico ERE que CaixaBank ha anunciado para recortar su plantilla después de la absorción de Bankia, que se hizo efectiva a finales de marzo. La afectación de este expediente de regulación de empleo es impactante: en el sector financiero, que ha recortado casi 100.000 puestos de trabajo desde el 2008, nunca había habido uno tan grande. En la historia de Catalunya, solo hay uno peor: el de CaixaBank queda justo por detrás del de Seat del año 1993, cuando 9.000 empleados perdieron su trabajo. Un último dato todavía: si los 8.291 trabajadores impactados por el ERE estuvieran todos en Catalunya, constituirían la sexta empresa más grande en ocupación de Catalunya, un ranking que en 2015 lideraba Seat con 13.100, seguida de Mercadona con 12.000, de las filiales de ACS (10.700) y de la propia CaixaBank, que tenía en Catalunya entonces 10.200 trabajadores, y del BBVA, con 8.400 empleados. Los afectados por el ERE en CaixaBank quedarían por encima de la siguiente empresa del ranking, TMB, que tenía 7.800 trabajadores.
Fuentes sindicales han advertido en los últimos días de que se temían que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri hiciera hoy una propuesta de máximos para, a lo largo de la negociación con los sindicatos, acabar cediendo a una cifra inferior y que diferentes voces apuntan a que podría estar entre 7.000 y 8.000 empleados. El número de afectados no será el único punto caliente de la negociación. Habrá que ver si el banco puede mantener su tradición de recortar plantilla con prejubilaciones y bajas incentivadas, práctica habitual en el sector financiero, o si tiene que recurrir a despidos, como el propio Goirigolzarri advirtió recientemente. El problema que tiene el banco catalán con sede en Valencia es que las zonas donde tiene más trabajadores mayores de 52 años (edad de corte del último ERE) no son las zonas donde le sobra más personal, hecho que abre la puerta a los despidos.
En tercer lugar, y como consecuencia de esto último, los sindicatos se temen que CaixaBank quiera cambiar la normativa que fija que los empleados tienen que tener una movilidad de hasta 25 kilómetros del centro laboral al que están adscritos. La intención de la entidad, apuntaban los representantes de los trabajadores, era hacer desaparecer este tope para forzar a los trabajadores a trabajar más lejos de donde les toca hasta ahora.
La fusión con Bankia ha hecho de CaixaBank el banco más grande de España en cuanto a banca minorista y, según los cálculos de la entidad, tendría que aportar unos 700 millones de euros más de beneficios al año a una entidad que en 2020 ganó 1.381 y en 2019 1.705. Estos beneficios salen del aumento de clientes que conlleva la absorción de Bankia con un recorte de personal que inevitablemente se duplica, tanto en las oficinas como en los servicios centrales. Lo que pueda pasar en el back office, de hecho, será clave para ver hasta qué punto se mantiene la catalanidad del banco catalán y si sus centros de poder se quedan en Barcelona o se desplazan a Madrid, donde viven sus dos principales ejecutivos, Goirigolzarri y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar. En una entrevista reciente con el ARA, Goirigolzarri era claro a la hora de explicar el porqué de la fusión: "Queremos la fusión porque para ser sostenibles en el tiempo tenemos que ser rentables".
Con todo, la reunión de este martes entre CaixaBank y los sindicatos será solo la primera de un proceso que se alargará unos meses. La intención del banco es resolver la cuestión antes de que acabe el trimestre, el 30 de junio.