La recuperación pos-covid

La Cambra pide contener las subidas de sueldos ante la inflación

El ente empresarial rebaja ligeramente las previsiones de crecimiento para Catalunya a la espera de que lo hagan los organismos oficiales

La cabeza de estudios de la Cámara de comercio de Barcelona, Joan Ramon Rovira, y la presidenta del ente, Mònica Roca, este miércoles a la presentación del informe de coyuntura del tercer trimestre.
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Barcelona"Contener los incrementos de salarios". Esta es la idea que ha transmitido la presidenta de la Cambra de Comerç de Barcelona, Mònica Roca, para evitar dañar la recuperación de la economía después de la pandemia, actualmente afectada por una fuerte subida de precios de materias primas y de la energía. El organismo ha rebajado dos décimas, hasta el 6,1%, tanto su previsión de crecimiento para la economía catalana de este 2021 como para el año próximo, en comparación con sus últimos pronósticos, publicados en el mes de julio.

En el caso de 2022, pues, el producto interior bruto (PIB) catalán crecerá, según sus cálculos, un 6,5%. No obstante, Joan Ramon Rovira, jefe de los servicios de estudios de la Cambra, ha avanzado que "con toda probabilidad" estas cifras se tendrán que volver a revisar todavía más a la baja a medida que también lo hagan los organismos oficiales, especialmente el Idescat, la agencia estadística de la Generalitat, que es una de las bases para las predicciones que el ente cameral elabora junto con la Universitat de Barcelona.

De hecho, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) considera demasiado optimistas los augurios del Idescat y, por extensión, del ejecutivo catalán, sobre este año, para el cual espera un incremento de la actividad económica del 6,4%, pero da por buena esta misma cifra de cara a 2022. Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística (INE), el equivalente estatal del Idescat, ya recortó sensiblemente, del 2,8% al 1,1%, el crecimiento del PIB español que había calculado para el segundo trimestre, mientras que esta semana la propia Airef también rebajó sus previsiones españolas y el Banco de España advirtió de que en la próxima actualización también tendrá que disminuir notablemente las perspectivas para el conjunto del Estado. "Los datos todavía no están recogiendo todo lo que está pasando", ha comentado Rovira sobre los diferentes indicadores macroeconómicos, cosa que, ha dicho, dificulta la elaboración de predicciones.

La Cambra ha presentado su informe trimestral de coyuntura económica, en el que destaca que la recuperación este 2021 es un hecho consumado, a pesar de que de cara a finales de año y de cara al año próximo hay dos elementos clave que añaden incertidumbre al contexto económico y que pueden frenar el crecimiento: los incrementos de precios y los problemas de abastecimiento, especialmente en la industria.

Las subidas de precios son lo que más preocupa en la Cambra, y tienen varias raíces. Por un lado, hay una fuerte subida de los precios de la energía, sobre todo el petróleo y el gas natural, fruto en gran parte de factores geopolíticos, sobre todo con el gas. En el caso de España, la reforma del mercado eléctrico también ha incrementado el precio de la electricidad.

En segundo lugar, están los problemas de logística que han afectado al comercio internacional y han subido los precios del transporte de contenedores y, en tercero, los límites de producción de ciertas materias primas y de componentes industriales –el caso paradigmático serían los microchips usados en automoción–, que han retardado o paralizado la producción de ciertas industrias y que a la vez han aumentado los costes. En este contexto, los costes de producción de la industria se han disparado, a pesar de que de momento este hecho ha repercutido poco en los precios finales que pagan los consumidores.

A pesar de esto, Rovira ha destacado que, según la encuesta de clima empresarial de la Cambra y el Idescat, más de un 25% de los empresarios de sectores como la industria, la construcción y el comercio admiten haber subido los precios durante el tercer trimestre de este año y una cifra similar espera hacerlo durante el cuarto trimestre. Según Rovira, hay que evitar que la inflación "se enquiste", puesto que el peligro es que las subidas de precios se conviertan en "estructurales".

Preocupación por una espiral inflacionista

Frente a la inflación, la Cambra detecta dos opciones. Por un lado, está lo que Rovira describe como "el mal menor", que sería que los precios crecieran y los salarios no se ajustaran. Esto provocaría que los trabajadores catalanes sufrieran "una pérdida de poder adquisitivo" que, además, tendría un impacto negativo sobre la economía, puesto que el consumo de las familias caería y esto rebajaría el crecimiento. Por el contrario, si los salarios sí crecieran al mismo ritmo que la inflación, existiría el riesgo de entrar en una espiral inflacionista que llevara a un estancamiento de la economía mientras los precios suben.

Rovira considera que "no estamos aquí", es decir, que no parece que las subidas de precios a escala internacional tengan que ser permanentes, como tampoco parece que haya un incremento generalizado de sueldos en Catalunya para compensar la inflación. La Cambra destaca que, de media, los sueldos pactados han crecido un 1,5% entre enero y septiembre, mientras que la inflación interanual ha superado el 4% en Catalunya en los últimos meses. A pesar de esto, la presidenta de la Cambra ha insistido en que, a pesar de ser "una medida muy dura", hay que evitar que los salarios aumenten para evitar esta espiral inflacionista. A cambio, sin embargo, Roca ha dicho que las administraciones tienen que "compensar temporalmente a los colectivos más afectados" por las subidas de precios –especialmente los precios de la energía–, sobre todo si son colectivos vulnerables.

A pesar de estas preocupaciones, sin embargo, Rovira ha destacado que la economía catalana se recupera por "buen camino". "La evolución de los precios contrasta con la evolución de la economía, que es bastante positiva", ha comentado. En este sentido, el jefe de estudios del ente cameral ha recordado que el número de asalariados que no están afectados por ERTE lleva meses creciendo y llegará a los niveles de antes del estallido del covid "de cara a 2022". Así mismo, la mayoría de empresas catalanas ya "tienen niveles de facturación prepandemia", a pesar de que la confianza empresarial se ha "moderado" en vista al cuarto trimestre de este año después de meses al alza.

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