Carnero sostiene que Catalunya retendrá el 80% del PERTE del coche eléctrico

El presidente del comité de empresa de Seat defiende que concentrará las inversiones a pesar de quedarse sin fábrica de baterías

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La fábrica de Seat en Martorell, en una imagen de archivo.

BarcelonaEl sector y las administraciones catalanas dan por hecho que la fábrica de baterías para el coche eléctrico del PERTE no se instalará en Catalunya. Aun así, rechazan que esto reste opciones para que el Principado sea la comunidad que lidere esta nueva industria en España. Así lo ha expresado este martes el presidente del comité de empresa de Seat, Matías Carnero, durante su intervención en la jornada Los nuevos retos de la automoción y la movilidad organizada por Pimec Baix Llobregat.

El sindicalista ha recordado que la fabricación de los vehículos eléctricos de Seat se hará en Martorell, el acoplamiento de las baterías se concentrará en las instalaciones de El Prat de Llobregat o la Zona Franca y que se está luchando por que la producción de los motores eléctricos también se traslade a Catalunya. Además, ha remarcado que la marca apenas ha estrenado un laboratorio de diseño de baterías en las instalaciones de Martorell. "En el conjunto del paquete sale más beneficiada, más allá de si la fábrica de baterías está en Extremadura o en Sagunto", ha remarcado Carnero.

El conseller de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, ha coincidido que las inversiones del PERTE tienen que convertirse realmente en un "instrumento que sacuda" la economía catalana. "Tiene que ataque donde tiene que atacar. De momento, de cara a consolidar la fabricación en Martorell. Sin esto ya podemos hablar de baterías, que no tendrá sentido si no tenemos los coches", ha aseverado. En la misma dirección, la directora general de Industria , Natàlia Mas, ha defendido que Catalunya cuenta con empresas para todas las partes de la cadena de valor del coche y que los fondos europeos NextGeneration son una oportunidad para hacer valer esta fortaleza. "En Catalunya se puede fabricar un coche prácticamente desde cero", ha dicho.

El futuro de la industria de los componentes

En este contexto de cambios y reestructuración, hay un flanco vulnerable que la Generalitat se ha comprometido a proteger: las empresas auxiliares de componentes (básicamente pymes) que dependen de las grandes marcas de automoción para sobrevivir. Estas se enfrentan un giro tan complejo como es pasar de producir piezas para los vehículos de combustión a los eléctricos. AMES es una de estas compañías del Baix Llobregat y su presidente, César Molins, ha dado un toque de alerta por el riesgo de que esta industria desaparezca. "Si seguimos tal como vamos ahora, la tenemos muerta", ha sentenciado.

Por su parte, el presidente de Pimec, Antoni Cañete, ha hecho una mención especial al grupo Mahle, que este fin de semana firmó el acuerdo definitivo con la plantilla para cerrar su planta de pistones en Vilanova i la Geltrú. "Los pistones quizás ya no pueden tener un lugar en esta transformación, pero sí otros tipos de tecnología que tenemos que potenciar", ha apuntado. En este sentido, ha avisado que el riesgo de pérdida de puestos de trabajo si estas compañías quiebran tendrá un impacto tanto o más importante que el adiós de las plantas de Nissan.

Carnero también ha tenido unas palabras para las consecuencias a nivel laboral de esta hoja de ruta del coche eléctrico. "Un mecánico o un electricista tendrán mucho menos peso, pero tenemos que hacer mucho énfasis en dar salidas y soluciones a través de la formación", ha insistido sobre el reciclaje de las plantillas para evitar "medidas traumáticas" contra los empleados.

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