Cataluña recibe un tercio de todo el dinero del Estado para que las autonomías paguen facturas

BarcelonaCerca de 3 de cada 10 euros que el Estado destina desde el 2012 a las autonomías a través de mecanismos como el fondo de liquidez autonómica (FLA) han ido a parar a Catalunya. Según los datos del ministerio de Hacienda, desde ese año hasta la fecha, a Catalunya han llegado, a través de diferentes instrumentos extraordinarios, 145.365 millones de euros, de un total de 431.289,7 millones destinados a los territorios del régimen común y con los que se cubre el déficit y se pagan facturas y diez.

La Generalitat ha recibido hasta mayo de este año 4.494 millones de los 8.488 millones que ha pedido al FLA, y ha dispuesto de 50 millones más de un préstamo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) con un importe total de 430 millones, que se cobra por tramos y que debe permitir. Y ya se ha aprobado que reciba 3.235 millones en el tercer trimestre.

En cuanto a los instrumentos de liquidez desde 2012, las cosas cambian si el cálculo de los recursos recibidos es por habitante. En este caso, la primera es la Comunidad Valenciana, con 19.555 euros por persona, según los datos demográficos del pasado 1 de abril del Instituto Nacional de Estadística (INE). La segunda es Cataluña, con 17.892,5 euros por habitante; y la tercera es Castilla-La Mancha, con 14.236,1 euros por persona.

En términos absolutos, la segunda comunidad autónoma que ha recibido más fondos extraordinarios por la liquidez durante este periodo de tiempo ha sido la Comunidad Valenciana, con 106.273 millones, el 24,6% del total; y la tercera, Andalucía, con 53.776 millones, el 12,5% del total. Uno de los elementos para mejorar esta situación sería un nuevo modelo de financiación, ya que el que se aplica en realidad lleva caducado desde el 2014. Catalunya defiende uno propio que incluye recaudar todos los impuestos, como el IRPF o el IVA, transferir al Estado los costes de servicios centralizados como la defensa o las embajadas, y un porcentaje destinado a la solidario.

Estas modalidades, creadas para paliar la imposibilidad del acceso de las autonomías a los mercados, cuando estalló la crisis de la deuda en el 2012, primero con el gobierno del PP y después con el del PSOE, han hecho que el principal financiador y acreedor de las autonomías más endeudadas sea el Estado. Es el caso de la Generalitat, con una deuda de 89.035 millones de euros a 31 de diciembre de 2024. Y 88 de cada 100 euros de este pasivo tienen al Estado como acreedor (78.473 millones).

Hace pocos días el ejecutivo catalán decidió reclamar ofertas a la banca para refinanciar 3.500 millones de euros de la deuda al considerar que podrán obtenerlos con menor interés que con el FLA. Es la primera vez en trece años que la Generalitat recurre al sector privado para financiarse, aprovechando la bajada de los tipos de interés. Calcula que podrá ahorrarse unos 24 millones en costes financieros.

En 2023, el coste medio de los recursos obtenidos a través del FLA era del 3,497%, y el pasado año ya bajó hasta el 3,159%. Desde el departamento de Economia afirman que, actualmente, el diferencial de tipos del Tesoro español respecto al FLA oscila entre los 60 y los 75 puntos básicos. En todo caso, el Gobierno todavía no ha puesto fecha para empezar a financiarse a través de los mercados, tal y como hacía antes del 2012, cuando recurrió incluso a los llamados bonos patrióticos, es decir, a deuda vendida a particulares.

Cuando las autonomías se encontraron en 2012 con la imposibilidad de financiarse en los mercados, se crearon diferentes mecanismos extraordinarios para dar liquidez a los territorios para que pagaran a los proveedores y sus facturas. Primero nacieron los planes de pago a proveedores y posteriormente el FLA, destinado a los territorios que no cumplían los criterios de déficit y deuda; o la facilidad financiera, creada posteriormente y destinada a aquellas autonomías que sí se ajustan a los objetivos.

La proporción del total de este tipo de fondos que se destinan a Cataluña se mantiene casi igual desde que se crearon los diferentes instrumentos para el pago de facturas, para el vencimiento de deuda o para cubrir el déficit. Además del FLA y la facilidad financiera, se encuentra el fondo de liquidez REACT-UE, que otorga préstamos para avanzar los recursos que permitirán realizar los proyectos y actuaciones de la Iniciativa REACT-UE, antes de recibir los recursos de la Unión Europea.

Las cantidades destinadas a facilitar la liquidez no incluyen el fondo cóvido, que se creó para paliar los efectos de la crisis sanitaria por la pandemia, y del que a Catalunya le correspondieron 3.290 millones. Tampoco incluyen la suma recibida del reparto del fondo extraordinario de más de 13.000 millones para las autonomías, que se incluyeron en los presupuestos del Estado para 2021.

La principal partida de las necesidades de financiación siempre es la destinada a cubrir vencimientos de deuda. También en el 2025, con 8.048 de 8.488 millones previstos y de los que ha recibido hasta ahora: 4.494 millones. Durante la primera parte del ejercicio actual, es la Comunidad Valenciana la que ha recibido más recursos, con 6.137,6 millones, y recibirá 2.235 millones más en el tercer trimestre. Cataluña suele ser la primera, con la salvedad de este año.

Bonos patrióticos

El Gobierno de la Generalitat aspira a poder recurrir a los mercados en un futuro, aunque no le pone fecha. A través de los mecanismos extraordinarios destinados a las autonomías, Hacienda liquidó en 2014 la última de las emisiones de bonos de la Generalitat que iban destinados a particulares y empresas. Eran un total de 781,5 millones a dos años en el 5%, con liquidación trimestral de intereses adquiridos por parte de 32.605 inversores. Con esta amortización se puso punto y final al ciclo de financiación a través de los llamados bonos patrióticos, que empezó el tripartito en el 2010.

Con anterioridad había recurrido a este sistema la antigua CiU: desde el 2011 hasta el cierre de los mercados. Las emisiones, que retribuían con unos intereses muy altos, de hasta más del 5%, tuvieron que devolverse a través del FLA. De 2010 a mayo de 2012, cuando se hizo la última emisión, la suma total obtenida por la Generalitat mediante los bonos destinados a particulares y empresas alcanzaron los 12.726,5 millones.

Este tipo de colocaciones las estrenó en los años 80 del siglo pasado el gobierno de Jordi Pujol. La primera fue en 1981, por unos 60 millones (10.000 millones de pesetas de ese momento) a cuatro años al 11,75%. Las siguientes fueron en 1983 por 10.000 millones de pesetas a cuatro años al 14%; en 1985, por 4.242 millones de pesetas (25,5 millones de euros) a un año en el 11,75% y en 1986, de 20,4 millones de euros a un interés del 9,50% semestral.