Los centros comerciales reabren entre el optimismo y la incertidumbre

El regreso a la actividad de las tiendas no afecta todavía a bares y restaurantes

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Primers compradores en el centro comerdial de La Isla Diagonal, en Barcelona.

Los centros comerciales y las tiendas de más de 400 metros cuadrados han reabierto este lunes en Catalunya después de casi dos meses cerrados por las restricciones sanitarias impuestas por la Generalitat. Los comerciantes calificaron de buena la primera jornada de actividad, en la cual se registraron colas puntuales.

“El balance es bastante positivo, pero sin tirar cohetes”, asegura Víctor García, portavoz en Catalunya de la Asociación Española de Centros Comerciales. “El lunes, el martes y el miércoles serán buenos puestos en el contexto de la pandemia”, augura, y será a partir de la semana próxima cuando los comerciantes de los centros comerciales podrán empezar a tener una idea de la nueva situación.

La Generalitat autorizó la semana pasada la reapertura a partir de este lunes, y solo en días laborables, del comercio ubicado en centros comerciales, que estaba cerrado desde el día después de Reyes, justo cuando acabó la campaña navideña. Con la excepción de bares y restaurantes, los locales comerciales de los centros pueden volver a la actividad, así como los establecimientos de más de 400 metros cuadrados, a pesar de que con limitaciones del 30% del aforo.

García destaca que este lunes los centros han notado “mucha reactivación”, sobre todo concentrada en los comercios más grandes, normalmente de cadenas multinacionales, donde se han producido colas puntuales en algunos establecimientos. Aún así, el portavoz matiza que estas empresas destacan que “un gran volumen de la actividad” eran “devoluciones” de productos que algunos clientes todavía tenían pendientes desde la campaña de Navidad o del Black Friday.

La Asociación de Centros Comerciales asegura que los locales han perdido aproximadamente un 60% de la facturación debido a las restricciones y cierres impuestos para frenar el avance del covid-19 . “Estamos muy contentos y muy enfadados al mismo tiempo. No entendemos por qué se ha tardado tanto en reabrir”, asegura Oriol Vendrell, propietario de la cadena de moda Conti, que tiene una docena de locales en centros comerciales en Catalunya. 

A pesar del optimismo por la vuelta al trabajo, Vendrell destaca la inquietud por “si a la mínima de cambio” tienen que volver a cerrar por un repunte de contagios. De hecho, según Víctor García, las entidades empresariales del sector han pedido a la Generalitat que se les avance tanto como sea posible qué decisiones tomará en relación con el comercio para reducir la incertidumbre y permitir a los comerciantes planificar mejor los próximos meses.

La restauración sigue cerrada

Los que han quedado fuera de la reapertura, sin embargo, son los bares y restaurantes situados en los centros comerciales. En este caso, el cierre se remonta hasta el 16 de octubre, cuando el ejecutivo catalán decretó la clausura por motivos sanitarios. Desde entonces no han vuelto a abrir en ningún momento, a diferencia del resto de comercios de los centros comerciales, que abrieron casi un mes en diciembre , y de los restaurantes y bares a pie de calle, que llevan semanas operando. 

El Gremi de Restauració de Barcelona destaca que estos establecimientos llevan cinco meses “sin ingresos”. “Es una verdadera condena a muerte, discriminatoria y arbitraria” que aboca a “la ruina” a muchos negocios, dijo la semana pasada su portavoz, Roger Pallarols.

Una de las “reclamaciones” que los centros comerciales han hecho llegar repetidamente al Govern es que autorice también la reapertura de los establecimientos de restauración. A pesar de esto, en global, los centros no notan que el cierre de los restaurantes tenga un gran impacto, puesto que ellos también estarán cerrados los sábados y los domingos. 

Según la Asociación de Centros Comerciales, las compras de los días entre semana son diferentes de las del fin de semana, cuando sí hay más clientes que pasan el día en un centro comercial y comen ahí. “Entre semana el cliente tiene un objetivo: comprar o cambiar un producto concreto”, dice García, por lo cual el hecho de que los restaurantes no estén operativos no tendrá, de momento, consecuencias sobre la afluencia de público.

“Cruzada” del ocio nocturno

Por su parte, la patronal Fecasarm presentó ayer su duodécimo recurso contra el cierre de discotecas y locales de ocio nocturno, en lo que califican de “cruzada judicial” contra el Govern. La entidad considera que las restricciones son ineficaces e injustas y provocan que haya “ocio descontrolado e inseguro”. Además, cree que si el sector reabriera se reducirían los disturbios en las calles de estos días a raíz del encarcelamiento del rapero Pablo Hasél.

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