Cuba piensa en el turismo de vacunas para recuperar la economía

El objetivo es atraer a visitantes de países en los que el calendario de vacunación todavía está por hacer

Un grupo de chicos y chicas se fotografían en La Habana
Santi Piñol
14/02/2021
3 min

El año 2020 para Cuba fue catastrófico. Y no por la incidencia directa de la pandemia, que la isla ha sido capaz de controlar muy bien, con solo 257 muertes hasta el día de hoy. El problema fue el hundimiento total del turismo, el auténtico motor económico del país y esperanza de sus 11 millones de habitantes. La peor crisis económica del país, rivalizando con la de hace 30 años con la caída de la URSS, ha provocado una gran escasez de recursos y una contestación social nunca vista en el país comunista.

Paralelamente con Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Sputnik, Cuba iba anunciando sus progresos con la Soberana 02 –y tres vacunas más— consciente de que no podría pagar las que usarían los países ricos. Cuando el país caribeño apenas empieza la producción industrial de dos de sus candidatas más prometedoras, se empieza a ver la luz al final del túnel. No por el alivio de las restricciones y el impacto del covid, que hasta no hace mucho habían sido muy leves, sino por la esperanza de usarla y reflotar su industria turística, que, junto con las remesas, es la principal entrada de divisas de un país que lo importa casi todo y que no paga sus deudas.

La idea del “turismo de vacunas” la anunció por primera vez el director del Institut Finlay de La Habana, Vicente Velez, mientras informaba de los buenos resultados que estaba obteniendo en los exámenes clínicos. Velez, una especie de Fernando Simón cubano, aseguró que el país tenía la capacidad productiva para vacunar a toda la población en 2021 y que la vacuna también se ofrecería a los turistas que quisieran visitar el país.

El objetivo es vacunar a cubanos y a turistas a la vez para ir recuperando el pulso del turismo y atraer a visitantes de países en los que el calendario de vacunación todavía está por hacer, como México o Argentina, entre otros. Los cálculos del gobierno prevén un número notable de viajeros de países latinoamericanos en los que la vacuna tardará a llegar y en los que los sectores más adinerados podrían no querer esperar y llevar a su familia a la isla.

Cuba, con un sector sanitario y farmacéutico potente para ser un país subdesarrollado, ya tiene una amplia experiencia en turismo de salud, con pacientes extranjeros de países con sistemas de salud carísima que van a la isla a tratarse enfermedades como el cáncer. En estos casos se ofrecen paquetes que incluyen estancia en hoteles junto a la playa y otros extras para hacer la estancia más agradable.

Después de la primera oleada, Cuba intentó recuperar el turismo mediante packs de viajes burbuja. Una iniciativa mediante la cual los turistas llegaban al país y eran transportados a un hotel con todo incluido del cual no podían salir –ni los empleados— para evitar la propagación local del virus. Después de anunciarla como la gran solución, la iniciativa ha fracasado con una acogida mínima.

Quizás por eso el gobierno cubano todavía trabaja en cópmo desplegar la idea del turismo de vacunas, pero parece que el sistema podría ser similar al de los viajes burbuja. De este modo, además, el régimen podría garantizarse que todos los visitantes usarían sus hoteles, en lugar de las populares casas particulares del incipiente sector privado.

El gobierno apuesta por la primavera

Fuentes de Melià e Iberostar en el país, dos de las cadenas que tienen concesiones de hoteles en Cuba, informan al ARA de que hasta este momento la información que el gobierno les traslada se caracteriza por su “vaguedad” y que no ven posible que esto se pueda materializar en primavera. “Pero si algo tienen los cubanos es que a veces pueden sorprender con su capacidad de improvisar”, señalan.

Por extraño que pueda parecer, el ofrecimiento de vacunas a los turistas sin que todos los cubanos hayan sido inmunizados no genera excesivas resistencias en una sociedad que percibe que los peores impactos del virus son los económicos. La vacuna cubana ha sido probada masivamente en países como Irán, por la falta de infectados en Cuba, y ya se ha producido un lote de 145.000 dosis. Faltará ver el tiempo que tardan los organismos internacionales en darle credibilidad y cuándo se gana la vacuna la confianza de los potenciales turistas. De momento La Habana ya piensa en si tendría que habilitar zonas de vacunación en el aeropuerto.

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