Los incendios de Los Ángeles resucitan los déficits fiscales en EEUU
Políticos cercanos a Trump exigen condicionar las ayudas a California, aunque es uno de los estados que más aporta a las cuentas federales
BarcelonaLos devastadores incendios de Los Ángeles y otros lugares del sur de California han obligado a desplazar a cientos de miles de personas y han calcinado barrios enteros. Los fuegos han tenido repercusión en diversos ámbitos de la economía -por ejemplo, han impactado de lleno el sector de los seguros-, entre ellos el resurgimiento del debate sobre las balanzas fiscales: qué territorios pagan más y cuáles reciben más dinero del que recauda el gobierno federal.
El origen de la discusión está en que el Partido Republicano ha culpado de los incendios a la política forestal del gobierno demócrata de California: el propio presidente de EEUU, Donald Trump, dijo que los fuegos son el resultado de la " incompetencia" del gobernador del estado, Gavin Newsom. Esto ha hecho que algunos dirigentes republicanos exijan que, si el gobierno federal destina fondos a extinguir los fuegos y reconstruir las zonas afectadas, sea con condicionantes políticos. "Si quiere el dinero, debería haber consecuencias para que cambien las políticas", dijo el congresista republicano de Ohio Warren Davidson.
La respuesta de los demócratas —como también de los republicanos de California, que ven como un problema que se impongan a sus electores políticas que no han votado a cambio de salvarles de las llamas— es que nunca ningún presidente ha puesto condiciones al envío de ayuda a regiones afectadas por desastres naturales. Por ejemplo, Joe Biden destinaron millones de dólares en apoyo a las zonas de Florida afectadas por huracanes, pese a ser un estado en el que en 2020 ganó Trump.
Hay, sin embargo, una segunda razón: el dinero que llegue procedente de ayudas del gobierno estadounidense será, en buena parte, dinero pagado por los propios californianos. Y ahí es donde entran las balanzas fiscales.
Las balanza fiscal de una región es la diferencia entre el dinero que aporta a las cuentas del gobierno del país y el que recibe en forma de gasto del gobierno central. En este caso, cuánto pagan los californianos al gobierno federal de EEUU y cuánto gasta éste en territorio californiano. Y la diferencia es claramente negativa para los ciudadanos de ese estado.
Esto se debe a que California es un estado muy rico, hasta el punto de que si fuera independiente sería la quinta economía del planeta, según cálculos del Banco Mundial. Por tanto, es lógico que aporte más de lo que recibe en la caja común de EEUU. En total, en 2022, cada californiano pagó 3.239 dólares en impuestos que el gobierno federal se gastó en otro estado del país, según los cálculos del think-tank neoyorquino Rockefeller Institute of Government. "California está literalmente subsidiando el resto de EEUU, y los estados republicanos en particular, a través del presupuesto federal", escribió en su blog el economista y premio Nobel Paul Krugman. de los 50 estados de EEUU, 38 tienen un superávit fiscal con el gobierno central (reciben más de lo que aportan), mientras que 12 registran un déficit (aportan más de lo que reciben). De estos 12, dos son bastiones republicanos (Wyoming y Utah) y un tercero, Nevada, votó a Trump en las últimas presidenciales pese a haber preferido candidatos demócratas desde 2008. Los nueve restantes son sólidamente demócratas. Un debate hasta ahora inexistente
A diferencia de España, donde Cataluña lidera los esfuerzos para que se calculen y publiquen, el debate sobre las balanzas fiscales era inexistente en la política estadounidense hasta ahora. De hecho, en la mayoría de países federales del mundo se trata de una discusión que se tiene "en el ámbito académico", explica Núria Bosch, catedrática de economía de la Universidad de Barcelona y experta en federalismo fiscal. "En el ámbito oficial no lo publican los gobiernos", añade, como demuestra que en EEUU las calcula una organización privada. ¿Por qué?
Una explicación podría ser que la mayoría de países federales no tienen regiones con nacionalismos destacados, por lo que no hay políticos que lo reclamen, porque se considera una contribución natural al mantenimiento del gobierno común. La excepción sería Canadá, donde en la provincia de Quebec el independentismo tiene mucha fuerza, pero "como que Quebec es más pobre" que la media y recibe más de lo que aporta a la federación, tampoco se discute, indica Bosch. También en Bélgica el nacionalismo flamenco es fuerte, pero Flandes es la región que lidera la economía y la política del país.
Otro factor es que los déficits fiscales de regiones ricas suelen estar alrededor "del 2% o el 3%" de su producto interior bruto (PIB, el indicador que mide el tamaño de una economía), recuerda Bosch. El déficit fiscal de California en 2022, por ejemplo, fue de unos 83.100 millones de dólares, un 2,3% de su PIB. En cambio, en Cataluña el déficit fiscal con España se ha movido en los últimos 38 años entre el 4,9% y el 10,1% del PIB, según cálculos de la Generalitat. Una cifra mucho mayor de dinero que sale y no devuelve y que explica la insistencia de buena parte de la población, de la clase política y del tejido empresarial catalanes para reducirlo.