La recuperación pos-covid

La deuda pública española continúa al alza con el apoyo del BCE

El endeudamiento llega al nivel récord del 122% del PIB financiado en un 75% por el BCE

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El Banco de España

BarcelonaLa deuda de todas las administraciones públicas españolas continuó batiendo récords históricos en junio por tercer mes consecutivo. En total, el sector público español acumula una deuda de 1,42 billones de euros, que equivale al 122,1% del producto interior bruto (PIB) español, el indicador de la medida de la economía, según datos publicados este martes por el Banco de España. A pesar del elevado crecimiento desde el estallido de la pandemia, sin embargo, España tiene el apoyo del Banco Central Europeo, que financia aproximadamente tres cuartas partes del endeudamiento español.

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Del total de la deuda acumulada, la mayoría corresponde a la administración central del Estado, concretamente unos 1,23 billones de euros. Además, 312.929 millones son deuda de las autonomías, 22.689 millones corresponden a ayuntamientos y otras entidades locales y 91.855 millones son la deuda de la administración de la Seguridad Social, que también llega a su máximo histórico.

La pandemia ha sido el detonante del incremento de la deuda pública. A diferencia de la crisis anterior, cuando la Comisión Europea y los gobiernos de la UE retiraron rápidamente los estímulos e impusieron recortes de gasto público, con el estallido de la pandemia la respuesta ha sido la contraria: Bruselas suspendió los límites de déficit que impone en a estados para que pudieran aprobar ayudas a empresas y familias mientras duraran las restricciones para frenar el avance del covid-19.

Esto explica que el Estado en su conjunto haya optado por elevar notablemente el gasto con medidas como los ERTE u otros programas de apoyo, tanto por parte del gobierno español como de las comunidades autónomas y otras administraciones. Ahora bien, hay que tener en cuenta que a este gasto más fuerte hay que sumarle la reducción de ingresos sufrida por las administraciones debido al descenso de la recaudación de impuestos provocado por el hecho de mantener parte de la actividad económica parada, por los incrementos del paro y por la bajada del consumo y la inversión.

Además, si se mira la cifra como proporción del PIB, se produce lo que los economistas llaman efecto base: en el segundo trimestre el PIB de España todavía estaba un 6,8% por debajo de los niveles de antes de la pandemia. Este hecho provoca que, en porcentaje sobre el PIB, la deuda sea todavía más alta, puesto que a la subida en números absolutos hay que añadir la reducción de la economía.

El BCE mantiene las compras

A pesar de las tasas de deuda cada vez más altas, el gobierno español continúa colocando sus bonos en precios muy baratos al mercado. "Son cifras razonables dadas las circunstancias", opina Xavier Freixas, catedrático de economía financiera de la UPF, sobre la situación de la deuda pública española y los intereses que paga el Estado.

Sin ir más lejos, esta mañana, mientras el Banco de España anunciaba los datos, el Tesoro hacía una emisión de 1.705 millones de euros en letras a tres y nueve meses a unos intereses negativos del -0,62% y del -0,54%, respectivamente. Es decir, el Estado cobra a los inversores para endeudarse. Esta buena acogida de la deuda española contrasta con las altas primas de riesgo que sufrió España en los años más duros de la crisis del euro. La diferencia principal entre entonces y la actualidad, además de la respuesta fiscal de todos los gobiernos europeos y la UE, es también el rol que juega el Banco Central Europeo.

Desde la llegada de Mario Draghi a la presidencia del BCE, el organismo ha jugado el papel de lo que en argot financiero se llama prestamista de última instancia. Es decir, el BCE interviene en los mercados de deuda para comprar y vender títulos de los países que comparten la moneda común con objeto de garantizar la estabilidad de las finanzas públicas y de actuar como elemento disuasorio ante especuladores. Con la llegada del covid, el BCE –ya presidido por Christine Lagarde– amplió el programa de compras que tenía en funcionamiento (el PSPP) con un segundo programa de 1,85 billones de euros llamado PEPP para apoyar a los estados en los mercados de deuda.

En el caso de España, se trata de uno de los países más beneficiados por las adquisiciones de deuda del Banco Central. Desde marzo de 2020, las administraciones públicas del Estado han incrementado su endeudamiento en 223.906 millones de euros, a falta de conocer la cifra de julio. En este mismo periodo, entre marzo del año pasado y el julio de este año, el BCE ha adquirido 177.748 millones en bonos españoles. Es decir, el BCE ha financiado de manera estable más del 75% de la nueva deuda del Estado desde que empezó la pandemia.

"Son adquisiciones muy políticas", añade Freixas, que asegura que estas cuentas por parte del BCE pueden actuar también como "sustitutos" de la demanda de los inversores privados sobre la deuda de un país en concreto.

En algunos meses, incluso se ha dado el caso que el BCE ha comprado más deuda española de la que se ha emitido. En este sentido, esto se explica por el hecho que el organismo monetario no compra los bonos directamente a los gobiernos, sino que interviene en los mercados secundarios, que son aquellos en que los inversores se compran y venden los títulos una vez han sido lanzados a los mercados por los estados.

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