Los delitos fiscales vuelven a llevar a Rodrigo Rato a la cárcel

BarcelonaEl exvicepresidente del gobierno español y expresidente de Bankia Rodrigo Rato volverá a prisión. Así lo dictamina la Audiencia Provincial de Madrid, que ha condenado al expolítico y ex banquero a cuatro años, nueve meses y un día de cárcel por los delitos de blanqueo de capitales y corrupción entre particulares. El histórico dirigente del PP tendrá que pagar también una multa de 568.413 euros a Hacienda.

El tribunal ha dictado sentencia contra los dieciséis acusados ​​por el caso, de los que sólo condena a Rato, Domingo Plazas (18 meses de cárcel) y Alberto Portuondo (tres meses y un día). El resto quedan absueltos por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. En la sentencia, el tribunal apunta a que el retraso en el proceso judicial, que se ha alargado nueve años, le ha llevado a rebajar la pena de los condenados.

En este caso debía aclararse si Rato había cobrado comisiones derivadas de los contratos publicitarios que adjudicaba Bankia. En su día, el juez concluyó que no se podía juzgar a Rato sólo por esta causa y pidió que se investigara conjuntamente con el origen de parte de su patrimonio.

En uno de los hechos denunciados, la sección séptima de la Audiencia Provincial concluye que, aunque Rato vivía en Washington, donde trabajaba para el Fondo Monetario Internacional, mantenía su patrimonio e interés en España, y por tanto estaba obligado a presentar sus declaraciones fiscales. También constata que la posterior declaración que presentó en 2012 no incluía la cantidad que había defraudado.

La sentencia considera a Plazas como administrador de Kradonara, la sociedad instrumental de Rato a través de la que hacía entrar en España dinero que tenía en el exterior y con la que facturó un contrato con Telefónica de asesoramiento macroeconómico. El tribunal da por hecho que Rato simuló que Kradonara había prestado el servicio, cuando era él quien lo hacía y, por tanto, debía tributarlo.

Rato había sido condenado en el 2017 a cuatro años de cárcel, que cumplió en el centro penitenciario de Soto del Real, por el escándalo de las tarjetas black. Aquel sistema de pago opaco que servía para sortear a Hacienda también comportó la condena a seis años de cárcel de Miguel Blesa, amigo y hombre fuerte de José María Aznar, que se suicidó cinco meses después de la resolución de los tribunales y no llegó a ingresar en prisión.

Esta segunda condena contra Rato llega tras innumerables escándalos del que también fue director gerente del FMI, incluyendo su aparición en lospapeles de Bárcenascomo receptor de dinero negro, en lospapeles de Panamácomo cliente de Mossack Fonseca, y en el listado de los máximos morosos con Hacienda de España. Se da la circunstancia de que su padre, Ramón de Rato, había protagonizado también escándalos financieros que propiciaron la quiebra de dos bancos y también estuvo en prisión.

Rato figuró en su día como gran aspirante a suceder a Aznar al frente del PP, en una terna en la que compitió con Mariano Rajoy y Jaime Mayor Oreja y se le considera un símbolo de los años de la burbuja económica española , que nunca predijo ni como ministro de Economía ni como director gerente del FMI.