Macroeconomía

España repite como locomotora económica europea

El consumo de las familias permitió un crecimiento del PIB del 2,5%, pese a la subida de los tipos de interés

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Una compradora  En un establecimiento de una gran cadena de supermercados en Sagunto.

MADRIDEn 2023, España ha salvado los muebles en términos macroeconómicos, sobre todo si se compara con algunos socios europeos como Alemania y se tiene en cuenta la crisis energética y de precios y la consiguiente subida de los tipos de interés. El crecimiento de la economía española en 2023 fue de un 2,5%, según ha publicado este martes el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de uno de los crecimientos más vigorosos de entre las grandes economías, sobre todo después de una recta final de año que, pese a mostrar signos de "debilitamiento", ha sido mucho mejor de lo esperado –entre octubre y diciembre el producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica de un territorio) creció un 0,6%, según datos adelantados también por el INE–. Tanto el crecimiento del conjunto de 2023 como el del cuarto trimestre se confirmarán más adelante.

"El crecimiento [del PIB] ha superado todas las expectativas", ha valorado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Cuerpo ha añadido que el rebote de los últimos meses del año "situa a España en un punto de partida ventajoso a la hora de cumplir con la previsión de crecimiento de la economía de un 2% este 2024". Los principales elementos que se esconden tras el impulso económico de 2023 son el consumo privado de las familias, fruto del buen comportamiento del mercado laboral, así como las exportaciones.

"Se espera que España sea la economía de la zona euro que más crezca no sólo en 2023, sino también en 2024", ha afirmado el ministro. De hecho, el crecimiento del PIB registrado superaría, de confirmarse, las previsiones del gobierno español (estimaba un rebote del PIB del 2,4% en 2023). El dato también es mucho mejor del que estimaban los principales organismos supervisores, que en los últimos meses ya habían revisado al alza su crecimiento económico. El Banco de España, por ejemplo, previó hace algunos meses un rebote del PIB del 2,4% en el 2023, mientras que hace tan sólo un año apuntaba a un crecimiento económico de algo más del 1%.

Impulso del consumo privado

El principal motor económico de España sigue siendo el consumo de las familias. Pese a una política monetaria agresiva del Banco Central Europeo (los tipos de interés siguen en un 4,5%), que ha supuesto un estancamiento en el conjunto de la zona euro, la buena marcha del mercado laboral, un cierto incremento de los sueldos registrados en los nuevos convenios y el control de la inflación han permitido a este elemento mantener el pulso. Pero el Banco de España advertía que si hasta ahora el ritmo del consumo se había mantenido en tasas "sorprendentes" era porque los hogares habían podido recurrir a ahorros y habían seguido pidiendo créditos al consumo. La incógnita es qué ritmo mantendrá en el 2024.

En cuanto a las exportaciones, España mantuvo el pulso a la hora de vender en el exterior y eso explica también el crecimiento económico del conjunto del año. Sin embargo, fue con un ritmo mucho más lento en comparación con el año 2022 y aquí hay que tener en cuenta el escenario económico de otros socios europeos, sobre todo de Alemania, donde fruto de la dependencia del gas ruso la crisis energética afectó a la actividad con mucha más virulencia. Pero también es necesario tener en cuenta el contexto internacional. La ralentización de la actividad en China ha pasado factura a las exportaciones de los países y, aunque para España no es uno de los principales mercados, indirectamente resulta salpicada.

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