Elon Musk bautiza los primeros Tesla 'made in Europe'
El multimillonario norteamericano inaugura en las afueras de Berlín la primera gigafábrica de su empresa en la UE
Dortmund (Alemania)En Alemania se ha acuñado un concepto, validado por el ministro de Economía federal, Robert Habeck, que remite a la celeridad con la que se tienen que llevar a cabo grandes obras de industrialización en el país: “velocidad Tesla”. El nuevo término no hace tanta referencia a la aceleración punta de esta marca de coches eléctricos como a la agilidad con la que el fundador de la compañía de vehículos eléctricos, Elon Musk –el hombre más rico del mundo–, ha conseguido instaurar la primera gigafábrica de su empresa en las afueras de Berlín.
El 12 de noviembre de 2019, Musk anunció su plan de fundar la primera sede europea de producción de Tesla en Grünheide, a 35 kilómetros al sudeste de la capital alemana. Este martes, poco más de dos años después, el mismo Musk ha inaugurado la fábrica en presencia de Habeck, de autoridades locales del land de Brandeburgo y del canciller alemán, Olaf Scholz.
Musk ha querido entregar personalmente una treintena de coches eléctricos a los primeros clientes de los Tesla made in Germany. La nueva gigafábrica del grupo norteamericano ha costado unos 6.000 millones de euros y se trata del emplazamiento industrial más grande en un antiguo estado federal de la extinta RDA desde la caída del Muro.
“Dentro de unos años nos daremos cuenta de que Tesla habrá marcado un antes y uno después en la historia de Brandeburgo”, había celebrado en las páginas del diario Handelsblatt Dietmar Woidke, el ministro presidente de este estado, para quien no es casualidad que multinacionales como Tesla e Intel hayan abierto fábricas al este de Alemania, territorios con “ganas de ser emplazamientos industriales”. Casi todas las grandes empresas se marcan sus propios objetivos climáticos, que solo pueden lograr si implementan energías renovables en la producción. “La expansión de las energías renovables, es decir, la energía del futuro, es mayor, de media, en el este de Alemania”, ha destacado Woidke, que también ha expuesto que un argumento central de Tesla para situarse en Grünheide fue que “produce sus coches con 100% de economía verde y necesita una gran cantidad de energías renovables”.
Quejas ecologistas
El proceso de autorización de la gigafábrica de Tesla en Alemania empezó el 3 de enero de 2020. El 4 de marzo de 2022, el gobierno de Brandeburgo dio la definitiva luz verde. En este tiempo, Musk sacó adelante la construcción del complejo industrial por su cuenta, avalado por una veintena de permisos provisionales.
El multimillonario norteamericano quería arrancar la actividad de su primera planta de producción europea en julio de 2021, pero, como introdujo una nueva petición para añadir la construcción de una fábrica de baterías, todo el proceso burocrático casi se tuvo que volver a poner en marcha. La aprobación del plan contiene más de 400 condiciones, entre las cuales compromisos sobre la reserva ecológica que hay en la región, el control de la contaminación atmosférica y la gestión de eventuales incidentes. Varias asociaciones ecologistas y de residentes temen las consecuencias negativas que la actividad de la gigafábrica pueda tener en el medio ambiente y en el agua potable de la zona, y ya se han hecho oír a través de demandas y manifestaciones.
Tesla ha empezado a producir en su primera fábrica europea el modelo Y. Se trata de un vehículo utilitario deportivo compacto con tracción total, impulsado por un motor doble y con una autonomía de hasta 533 kilómetros. La versión básica cuesta casi 58.000 euros. En una segunda fase de desarrollo de las instalaciones, también tiene previsto asignar la producción del Modelo 3.
Según la revista digital alemana Auto, Motor und Sport, la gigafábrica de Grünheide podrá producir de momento mil vehículos por semana y el primer semestre de 2022 ya serán trenta mil. A plena capacidad, Tesla dice que quiere fabricar hasta 500.000 coches al año en Alemania. De momento trabajan en Grünheide 2.500 personas, según el sindicato IG Metall, pero el grupo quiere acabar dando trabajo a 7.000 empleados.