Fruta gratis en la oficina para motivar a la plantilla

Son las cinco de la tarde y en el escritorio repleto de tareas a medio terminar aparece el primer paquete de galletas del día. No será el último. Las oficinas -y los espacios de trabajo en general- son terreno abonado para los malos hábitos alimenticios, y las largas jornadas laborales a menudo hacen que los trabajadores consuman alimentos rápidos pero poco saludables para ahorrar tiempo. Contra las bolsas de patatas y los refrescos azucarados, la empresa catalana Refruiting se lanzó hace cuatro años a las suscripciones de cajas de fruta para que las empresas reciban snacks .

“Hice unas prácticas en Suiza y la empresa donde trabajaba nos ponía fruta cada mañana”, explica Felipe Ojeda, cofundador de la compañía. Cuando regresó a Barcelona, ​​le pareció que la idea se podía importar y terminó fundando una empresa con su primo y un amigo de la infancia. "La fruta se vende en el supermercado o la frutería, pero como negocio entre empresas no lo veíamos demasiado lanzado", recuerda Ojeda.

Aparte de fruta (también la sirven ya cortada), sus surtidos pueden incluir frutos secos, zumos o batidos. Además, envían almuerzos personalizados para los trabajadores con tostadas, aceite de oliva virgen extra o cereales. Para huir de los lotes de Navidad de turrones y barquillos, los que distribuye Refruiting llevan miel artesana, chocolate ecológico o vinagre de Jerez.

La empresa ya cuenta con tres centros logísticos de 500 metros cuadrados en Barcelona, ​​Madrid y el recién abierto en Valencia desde donde prepara los pedidos el día anterior y realiza el reparto al día siguiente por la mañana con repartidores en plantilla. La mayoría de pedidos todavía se concentran en Catalunya, pero sus cajas también llegan a polígonos industriales de Cuenca.

Refruiting nace de la mano de un nuevo fenómeno en los departamentos de recursos humanos de las corporaciones. “Tengo 28 años y en la gente de mi edad nos gusta que nos cuiden en el trabajo no sólo con el salario”, razona Ojeda. Cada vez es más habitual que las empresas ofrezcan ventajas a sus trabajadores como, por ejemplo, pagarles el gimnasio o organizar aperitivos después de la jornada laboral. Sin embargo, este planteamiento también genera críticas, ya que a menudo hay quien opina que retrasa el incremento de sueldo en la plantilla. “Te cuesta poco pagar dos euros por trabajador por tener fruta fresca de forma recurrente y no es incompatible con subir sueldos”, defiende el directivo de Refruiting.

El año pasado la empresa facturó más de 1,8 millones de euros -dicen que el primer año fueron rentables- entre las suscripciones y otros servicios como cursos de formación en alimentación saludable para empresas. Ojeda explica que trabajan con más de 650 clientes y tienen una plantilla de cincuenta trabajadores para completar el círculo desde el huerto hasta el escritorio.