Ya no hace falta comprar un piso para poder alquilarlo

Coliving, senior living, crowdfunding o ecohousing son sólo algunos de los nuevos conceptos que se aplican a la inversión en vivienda. En medio de la crisis residencial que vivimos en nuestro país, también podemos invertir en este tipo de activos.

Cuando se piensa en invertir en vivienda, la primera idea que nos viene a la cabeza es comprar un piso para alquilarlo. La rentabilidad era de un 7% antes de la subida de los tipos de interés, pero en la actualidad se ha reducido hasta el 3-4% si se considera el coste de la hipoteca. Pero sorprendentemente, el 60% de las inversiones estatales se realizan al contado (600.000 viviendas en 2023).

El gran inconveniente para un pequeño inversor es poder acceder. ¿Verdad que todos tenemos 250.000 euros disponibles en la cuenta para comprar un piso mañana? Por este motivo, han nacido empresas y plataformas que permiten invertir en viviendas a partir de sólo 500 euros. Utilizando el concepto en inglés que sea, el funcionamiento suele ser similar: hacemos un bote común con el dinero hasta que lleguemos a la suma que se necesita para la inversión y nos repartimos el beneficio a partir del porcentaje que nos corresponde a cada uno.

Lo que cambia principalmente es el destino de la inversión. Mientras que el coliving se basa en un alquiler de habitaciones donde se comparte piso, el senior living hace referencia a viviendas para personas mayores que están a caballo entre un piso y una residencia. Por último, elecohousing hace referencia a una vivienda "convencional" en la que la construcción, reforma o materiales se consideran sostenibles. Tantos conceptos como imaginación.

Utilizando cualquier formato, el resultado es el mismo: se reduce la oferta de vivienda disponible para las familias en un alquiler tradicional a largo plazo. Mientras se quiere regular esta parte, el mercado hace tiempo que ha descubierto nuevas fórmulas (que no chocan con la ley) para seguir operando.