El origen del tomate Solís: leche de almendra y el ingenio de un farmacéutico
La famosa marca de salsa de tomate empezó a cocinarse en Barcelona de la mano de Juan Antonio Solís
El jueves 27 de abril de 1961, La Vanguardia publicó un anuncio que hoy llamaría la atención de la mayoría de lectores. Estaba en la página 22. En el centro, había dibujado un envase que contenía leche de almendra. "¡El potente alimento de fácil digestión!", exclamaba un texto llamativo. "Deliciosa, refrescante, pura y llena de vitaminas", completaba un párrafo más discreto. En la etiqueta del bote y en primer plano en la parte inferior del anuncio, estaba el elemento que habría descolocado al lector contemporáneo: la leche de almendra la comercializaba Solís. Hoy, la marca es conocida por sus salsas, y especialmente por el tomate frito, que inunda los lineales de este producto en los supermercados catalanes. Pese a que Solís lleva muchos años sin vender leche de almendra, el origen de la marca está ligado a este producto y al ingenio de un farmacéutico.
Era Juan Antonio Solís Cuéllar, un farmacéutico valenciano nacido en Utiel en 1917 y que se instaló en Barcelona después de la Guerra Civil. A finales de la década de los 40 adquirió la empresa Productes Dietètics Llor, situada en el número 264 de la calle Dos de Maig, en Barcelona. Se trataba de una compañía dedicada a fabricar, principalmente, dos bebidas bastante populares en la época: la leche vegetal Nuxina y el cacao azucarado Prodicao. Cuando Solís se quedó con la empresa, centró sus esfuerzos en la leche de almendra. La reformuló gracias a sus conocimientos farmacéuticos y la rebautizó con el nombre Solís. Con el tiempo, aquella apuesta aparentemente modesta se convirtió en el punto de partida de una de las marcas más reconocibles de la historia alimentaria española.
De la farmacia a la cocina
A principios de los años sesenta, Juan Antonio Solís decidió ampliar horizontes. En 1961 trasladó la pequeña fábrica de la calle Dos de Maig a la calle Padilla, en el Eixample. Allí, además de continuar produciendo su leche de almendra, empezó a experimentar con nuevas recetas y formatos. Fruto de esas pruebas, en 1962 lanzó la mayonesa Solís, un producto innovador que triunfó gracias a una exitosa campaña publicitaria televisiva. Dos años más tarde, en 1964, volvió a sorprender al mercado con un producto que marcó un antes y un después en los hogares españoles: el primer tomate frito envasado. En un país que empezaba a descubrir la comodidad de los alimentos preparados, ese bote fue toda una revolución: Solís se convirtió en un nombre de lo más habitual en las despensas de media España.
El éxito del producto hizo crecer vertiginosamente su negocio. En 1969, Juan Antonio Solís constituyó una nueva sociedad, Solís, Industrias de Alimentación, SA, con el apoyo del grupo estadounidense Carnation Company, que asumió el 80% del capital. Ese paso marcó el inicio de una nueva etapa: la empresa dejó atrás el carácter artesanal para convertirse en un peso pesado de la industria alimentaria estatal.
En 1973, el grupo adquirió la fábrica asturiana Litoral, especializada en platos preparados, y dos años después inauguró una nueva planta en Miajadas, en la provincia de Cáceres. Allí, en el corazón de Extremadura, Solís empezó a producir a gran escala su tomate frito. Actualmente, la planta sigue operativa y es el principal centro productor de salsas de Nestlé en el Estado. Fue a mediados de los años ochenta, cuando la historia de Solís se cruzó con la del gigante suizo Nestlé. En 1985, el grupo adquirió Carnation Company, y con ella todas sus filiales, incluida Solís. Poco después, Juan Antonio Solís vendió su paquete de acciones y se retiró de la empresa. Vivió sus últimos años en Sitges, donde murió en 1999, después de haber visto cómo su apellido se convertía en sinónimo de tomate frito en todo el Estado.
Con su nueva propiedad, la marca ganó músculo industrial y proyección internacional. La fábrica de Miajadas se consolidó como el centro neurálgico de producción de tomate frito y fue sumando nuevas líneas de productos, como las salsas Buitoni. Actualmente, la planta ocupa 175.000 metros cuadrados, emplea trabajo directo o indirecto a cerca de un centenar de personas y produce unas 30.000 toneladas de salsa de tomate al año. Las líneas de envasado pueden llegar a llenar 400 botes de vidrio por minuto. Cerca del 40% de la producción se exporta a una treintena de países de todo el mundo.
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1917
Nace Juan Antonio Solís Cuéllar en Utiel (Valencia).
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1940
Tras la Guerra Civil, se instala en Barcelona y adquiere la empresa Productes Dietètics Llor. Reformula la leche vegetal Nuxina y la comercializa como Leche de Almendras Solís.
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1961
Traslada la fábrica a la calle Padilla, en el Eixample de Barcelona.
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1962
Lanza la mayonesa Solís, con una campaña televisiva de éxito.
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1964
Presenta el primer tomate frito envasado de España.
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1969
Constituye Solís, Industrias de Alimentación, SA, con el grupo estadounidense Carnation Company.
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1973
Adquiere la fábrica Litoral, especializada en platos preparados, en Gijón (Asturias).
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1975
Inaugura la nueva planta de Miajadas (Cáceres), dedicada al tomate frito.
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1985
Nestlé adquiere Carnation Company y, de paso, la marca Solís.
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1988
Solís, Industrias de Alimentación, SA es absorbida por Sociedad Nestlé AEPA, filial española del grupo suizo.
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2024
La fábrica de Miajadas produce 30.000 toneladas anuales o exporta a 30 países.