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Rifles, un profesor jubilado y un negocio de 5.500 M€: la historia de las pegatinas Loctite

La base del Super Glue estuvo años en un cajón hasta encontrar una utilidad

EUREKA web
29/05/2025
3 min

En 1942, mientras las bombas de la Segunda Guerra Mundial caían sobre medio planeta, un becario pasaba las horas encerrado en un laboratorio del gigante estadounidense Kodak. Era Harry Wesley Coover. Tenía 25 años y estudiaba química orgánica en la Universidad Cornell, en el estado de Nueva York. Por entonces, la compañía fotográfica se había adaptado a la economía de guerra y el departamento donde había sido asignado Coover había recibido una misión: investigar un polímero que mejorara la visión de los soldados a través de las miras de armas de precisión, como los rifles. En un proceso de prueba y error, el chico se topó con el cianoacrilato. Era una sustancia química totalmente nueva que tenía una gran capacidad adhesiva, pero al no ser apta para solucionar ese problema concreto, se descartó.

Hoy, el cianoacrilato es conocido con el nombre comercial de Super Glue y es uno de los productos estrella de Loctite. La marca de pegatinas, propiedad del grupo alemán Henkel, facturó 5.500 millones de euros en el 2024. Pero, ¿cómo lo hicieron para reconvertir el invento de Coover en una de las colas más famosas de la historia?

El resurgimiento del invento

El cianoacrilato quedó guardado en un cajón del laboratorio durante años. No fue hasta 1951 que Fred Joyner, otro investigador de Kodak, lo recuperó en un nuevo proyecto. Pensó que podía ser útil para el revestimiento de las cabinas de avión y funcionó. Esta vez sí, Coover se dio cuenta de que podía tener muchas más aplicaciones y convenció a Kodak para comercializarlo: primero, con el nombre de Eastman 910; después, con el de Super Glue. No fue un gran éxito de ventas –de hecho, Kodak nunca logró rentabilizar el invento–, pero consagró a Coover dentro de la empresa. A lo largo de su trayectoria, facilitó a la compañía 460 patentes. En 1980, Kodak se desprendió del Super Glue, que fue a parar a otra empresa química: National Starch.

Ahora bien, el Super Glue que ha popularizado la marca Loctite no es el que inventó Coover. En paralelo a la historia de este científico, un profesor jubilado de química y su hijo, también experto del ramo, inventaron el adhesivo anaeróbico. Fue en los laboratorios del Trinity College, en Connecticut. Se trataba de una resina que se llevaría con gran rapidez y sin necesidad de aire. Este invento, nacido en 1953, supuso un antes y un después para muchos sectores de la industria. Hasta entonces, los caracoles que apretaban la maquinaria y las tuberías de los talleres se aflojaban constantemente a causa de la vibración de los motores. El producto de Vernon Krieble y su hijo Robert Krieble lo solucionó. Tan sólo era necesario aplicarlo a los clavos para que no se escurrieran. Para comercializar el adhesivo, la familia creó la empresa American Sealants. En 1963, ya había superado el millón de dólares de facturación y cambió su nombre a Loctite Corporation.

Ahora bien, cinco años más tarde, las colas de Loctite todavía se utilizaban sólo en sectores muy concretos de la industria. En 1970, por ejemplo, el producto se abría camino al mercado de los automóviles, con el objetivo de evitar la vibración de los motores. El gran paso adelante se produjo en 1975. La compañía había oído hablar de los cianoacrilatos de Coover y sus laboratorios desarrollaron una fórmula propia. En 1975, Loctite comercializó por primera vez su Super Glue, destinado concretamente al mercado doméstico.

A los diez años, el gigante Henkel compró el 25% de las acciones de Loctite. Ese mismo año, la empresa incorporó a la dirección de negocios Harry Wesley Coover, el inventor del Super Glue original. En 1996, Henkel dio un mordisco más al accionariado: se quedó el 35%. Era la antesala de la decisión que tomaría al año siguiente: quedarse todo Loctite. Hoy, Loctite está presente en más de 130 países, cerró el 2024 facturando más de 5.400 millones de euros y comercializa pegatinas para todo tipo de aplicaciones: desde la aplicación original para fijar caracoles de la maquinaria hasta colas para electrónica, lubricantes, limpiadores y recubrimientos.

Las fechas clave
  • 1942

    Harry Wesleyy Coover, de Kodak, descubre al cianoacrilato, una sustancia muy adhesiva

  • 1951

    El invento, que había sido aparcado, se reaprovecha por un proyecto del mundo de la aviación

  • 1953

    En paralelo, dos expertos en química, Vernon Krieble y su hijo Rober, descubren otro tipo de adhesivo y crean la empresa American Sealants

  • 1963

    La empresa supera ya el millón de dólares de facturación y se rebautiza con el nombre de Loctite Corporation

  • 1975

    Loctite desarrolla su propia versión del Super Glue, que Kodak no había sabido triunfar

  • 1985

    Loctite incorpora al equipo directivo Harry Wesleyy Coover, el inventor de los cianoacrilatos

  • 1997

    La multinacional alemana Henkel compra Loctite

  • 2024

    El área de adhesivos de Henkel factura 5.400 millones de euros anuales con Loctite, presente en 130 países

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