ALIMENTACIÓN

Triunfar allá donde McDonald's ha fracasado

B-Crek es una cadena de comida rápida nacida en Olot que apuesta por el producto local y que ya estudia entrar en otras ciudades catalanas

Albert Cadanet
2 min
Triunfar allá donde McDonald's ha fracasado

En la Garrotxa, encontrar un establecimiento de las cadenas de comida rápida más populares es una misión imposible. Cabo Burger King, ningún KFC y tampoco ningún local del omnipresente McDonald's. La marca de referencia en la zona es B-Crek, un servicio de fast food que opta por el producto local y se aleja del concepto de la comida basura. Según la propia empresa, el 80% de los platos contienen productos típicos de la comarca y más de la mitad de las compras se realizan a proveedores de kilómetro cero.

Esta iniciativa nació de la mano de Josep Colomer y Josep Maria Nogué, dos compañeros de estudios que abrieron su primer local en el año 2001 en el centro de Olot. "Mucha gente nos conocía y las expectativas eran altas", recuerda Colomer. Posiblemente se cumplieron. En 2006 facturó algo más de 260.000 euros, mientras que en 2016 esta cifra aumentó hasta los 1,6 millones.

La expansión del negocio arrancó en el 2005 y todo se debe, precisamente, a la quiebra del primer y único McDonald's que se ha abierto en Olot hasta ahora. La cadena estadounidense aterrizó en la capital garrochina en el 2003, pero tuvo que cerrar dos años después por falta de clientes. De hecho, en el momento de la inauguración varios vecinos del municipio protestaron por la llegada de la franquicia. El local lo ocupó B-Crek y abrió su segundo restaurante.

Desde entonces, la empresa catalana ha continuado ampliando las líneas de negocio: en los últimos años ha añadido productos aptos para celíacos, platos veganos y vegetarianos, entrega a domicilio y organización de caterings para grandes eventos. Según la empresa, B-Crek atiende a entre 100.000 y 150.000 clientes de todas las edades. Un vistazo rápido desde fuera del local permite ver tanto a empresarios con americana como a grupos de jóvenes.

Aún no hay ningún plan definido, pero en B-Crek ya estudian la posibilidad de ampliar el negocio a otras zonas del territorio catalán como “Girona o Barcelona”. Junto a las grandes cadenas multinacionales, la competencia para este negocio con sello catalán será sin duda mucho más dura.

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