Energía

El dilema de los petroleros en el mar Rojo: aceptar el riesgo o perder dinero

Algunos petroleros aún transitan por Suez mientras las reservas mundiales de crudo se mantienen estables

Stanley Reed
4 min
El petrolero FSO Safer amarrado en el Mar Rojo, frente a la costa de la provincia occidental de Hodeidah, Yemen.

Los ataques a los barcos comerciales en el mar Rojo por parte de los rebeldes houthis de Yemen han puesto a los operadores de petroleros ante un indeseado dilema: o bien aceptan el riesgo de navegar por la zona de peligro o bien pierden dinero.

Los riesgos del conflicto en la zona podrían incluso estar creciendo, con una coalición de doce países liderada por Estados Unidos avisando el pasado miércoles de que "responsabilizaría a los actores maliciosos de los ataques y las incautaciones ilegales". Pero a pesar de los ataques y el riesgo que haya más, algunas compañías petroleras insisten en que los barcos que contratan cojan esta ruta antes de dar la vuelta a África, ya que aumenta los viajes en unas dos semanas a un mayor coste . Los propietarios de los petroleros pueden elegir entre "aceptarlo o dejarlo", dice Henry Curra, jefe de investigación global de Braemar, una empresa de intermediación náutica de Londres.

Hasta ahora, los mercados de petróleo apenas han notado los ataques con drones y misiles. Los comerciantes del sector creen que existe suficiente petróleo disponible en todo el mundo para solucionar cualquier problema de oferta. "Los stocks de petróleo y gas están en una buena situación en la mayoría de centros de demanda, por lo que existe la sensación de que se pueden resolver las disrupciones y los retrasos", dice Henning Gloystein, director de energía y cambio climático de 'Eurasia Group, una empresa de riesgo político. Además, dado que el crecimiento económico mundial se ha ralentizado, la demanda de petróleo ha descendido. Roig, que les permite tener acceso a los mercados europeos a través del canal de Suez. Lars H. Barstad, consejero delegado de Frontline, una importante empresa de petroleros de Oslo, dice: "Si tenemos la capacidad, evitaremos transitar por el mar Rojo. Pero no siempre es posible".

Una empresa de petroleros, dice Barstad , simplemente es un "servicio de taxi" a disposición de clientes tales como multinacionales petroleras o comercializadoras. Una vez comienza el viaje, el capitán o el propietario no pueden decidir de repente dar la vuelta por África en lugar de pasar por el canal de Suez sin tener una muy buena razón. Para redirigir un barco en marcha, "debe haber una situación casi de guerra. Y no hay una situación de guerra ahora mismo, aunque desde fuera pueda parecerlo", comenta sobre el mar Rojo.

Barstad dice que ha calculado que las probabilidades de uno de sus barcos de ser atacado por drones o misiles son bastante bajas debido a la gran cantidad de barcos que todavía pasan por esa zona. Además, dice, en el historial reciente de su empresa no existe ningún negocio con Israel, lo que le hace menos vulnerable a ataques de los houthis, que son aliados de Hamás. También está más tranquilo por la creciente presencia naval de la coalición en la región y porque a bordo de sus barcos hay guardias armados.

En total, el flujo de petróleo y productos refinados, como diésel o gasolina, a través del canal de Suez cayó un 40% en diciembre frente a octubre, explica Viktor Katona, analista de Kpler, una empresa de monitorización de comercio de mercancías. La industria del petróleo se está ajustando gradualmente a mayores peligros. Algunos petroleros dan la vuelta a África. Otros cogen mercancías que van a Asia. El incremento de exportaciones estadounidenses de diesel y otros productos refinados está ayudando a Europa a compensar los flujos más bajos que vienen de India y Oriente Próximo.

Poca preocupación en los mercados energéticos

Este cambio suave ha sido la razón por la que la amenaza de los houthis ha tenido un impacto tan pequeño en los precios de la energía. El precio del petróleo Brent, ahora a 77 dólares por barril, es ligeramente inferior al que existía cuando los militantes de Hamás entraron en Israel el 7 de octubre, iniciando la guerra en Gaza. Asimismo, los precios del gas natural en Europa también han caído significativamente.

Aunque el canal de Suez es importante, existen alternativas. Los mayores petroleros siempre tienden a evitar el canal porque son demasiado grandes, por lo que la situación actual no representa ningún cambio. Aunque los propietarios de los metaneros hayan decidido mantener temporalmente las embarcaciones fuera del canal, los de Qatar –un proveedor clave de Europa– han continuado utilizando la ruta por Egipto, quizás porque dan por sentado que los houthis no atacarán barcos de un país cercano a Hamás. El resultado es que los precios del gas natural en Europa "se han moderado porque hasta ahora el invierno ha sido suave", dice Laura Page, analista del mercado de gas natural licuado en Kpler.

Analistas de la industria de mercantes creen que Rusia, que envía grandes volúmenes de petróleo a través del canal, también es inmune a los ataques. "Dadas las relaciones de Rusia con Irán, es muy improbable que se les ataque", dice Jonathan Chappell, director de transporte marítimo de Evercore ISI, un banco de inversión de Nueva York. Pero, por encima de todo, lo que ha ayudado a aplacar el pánico es la sensación en los mercados de que el mundo tiene petróleo y gas natural de sobra.

"El mercado no está preocupado por riesgos junto a la oferta", dice Richard Bronze, jefe de geopolítica en la empresa de investigación Energy Aspects. "Habrá que mucho más para que se vuelvan a producir subidas sostenidas" del precio del petróleo, añade.

Copyright The New York Times

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