Así han sorteado las cuatro grandes energéticas el choque del apagón eléctrico
El gobierno español deja en el aire el cierre de la central nuclear de Almaraz
MadridLas cuatro grandes energéticas del Ibex 35, Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol, acaban de presentar sus resultados de los nueve primeros meses del año, es decir, entre enero y septiembre. Y aunque elapagón eléctrico masivo del 28 de abril ha tenido un impacto en sus cuentas, de una u otra forma han sabido driblar la incidencia que dejó a oscuras la península Ibérica hasta el punto de que tres de ellas (Iberdrola, Endesa y Naturgy) prevén cerrar el 2025 registrando beneficios históricos. Sin embargo, los negocios de las cuatro compañías no son los mismos, aunque algunas tienen más cosas en común, como es el caso de Iberdrola o Endesa. Por eso, las razones de fondo sobre cómo han logrado esquivar el impacto, tampoco.
La remontada de Repsol
Palmo a palmo. De entrada, quien desde un inicio sufrió el choque del apagón fue Repsol, que vio cómo sus beneficios caían en picado en el primer semestre porque el "cero eléctrico" provocó el paro de sus cinco refinerías, así como de los tres grandes centros petroquímicos en España y Portugal. A ambas cosas se sumaba la inactividad de las estaciones de servicios y otros establecimientos. La petrolera que preside Antoni Brufau ha cifrado en 175 millones el impacto del apagón y otros incidentes y ha abierto la puerta a "posibles acciones legales". Es decir, a reclamar ese dinero, lo que deja las eléctricas en el punto de mira.
Ahora, Repsol parece haberse recuperado. Mientras que en el primer semestre de este año –entre enero y junio– las ganancias caían un 63% –hasta los 603 millones de euros–, entre enero y septiembre ha anotado un beneficio de 1.177 millones. Esto significa que la petrolera ha logrado ganar en tres meses –de julio a septiembre– casi lo mismo que en seis meses, lo que vincula al retorno a la normalidad de su actividad, sobre todo de las refinerías. En cualquier caso, la compañía mantiene sobre la mesa la intención de reclamar los 175 millones por la incidencia. Sin embargo, las ganancias hasta septiembre son un 34% menos en comparación con las del mismo periodo de 2024. Aquí entra en juego la inestabilidad y debilidad del precio del crudo.
La respuesta al apagón, un quebradero de cabeza para Endesa e Iberdrola
Justo después del apagón, Iberdrola y Endesa anunciaban que no tenían intención de provisionar ni un solo euro ante las posibles consecuencias del apagón eléctrico masivo, y entre ellas la posibilidad de un alud de reclamaciones millonarias. En todo caso, las investigaciones sobre las causas todavía están abiertas. Sin embargo, esto no quiere decir que el incidente no haya salpicado sus resultados.
A diferencia de Repsol, el impacto negativo que han notificado hasta septiembre –180 millones de euros Iberdrola, y 150 millones Endesa– no tiene que ver directamente con el cero eléctrico, sino con una de sus consecuencias: el modo refuerzo del sistema eléctrico que desde entonces ha puesto en marcha Red Elé. Este refuerzo del sistema tiene un impacto directo en el precio de la electricidad, lo que se traduce en un incremento del recibo de la luz de aquellos hogares que tienen tarifa regulada. Ahora bien, en aquellos casos en los que los contratos ya están fijados –los usuarios que están en el mercado libre–, las compañías no pueden trasladar el incremento, por lo que deben asumirlo.
Aunque Iberdrola ha anotado un beneficio de 5.307 millones de euros hasta septiembre, lo que supone un descenso de un 3% respecto al mismo periodo del pasado año, la eléctrica que preside José Ignacio Sánchez Galán prevé cerrar el 2025 con ganancias y dividendos históricos. Hay que tener en cuenta que esta pequeña caída de los beneficios en los nueve primeros meses del año se explica, en parte, por los extraordinarios –ventas– que pudieron anotarse un año atrás cuando se deshizo del negocio mexicano. En cuanto al impacto de los 180 millones de euros, se ve diluido por su diversificación: los mercados estadounidense e inglés son, hoy, el palo de pajar de Iberdrola.
Endesa, aunque no puede jugar esta carta –su actividad se centra, principalmente, en el Estado–, ha visto cómo sorteaba el impacto de 150 millones con el incremento del consumo eléctrico en la península Ibérica, sobre todo gracias a la proliferación de nuevas actividades como los centros de datos. La eléctrica ha ganado hasta septiembre 1.711 millones de euros. En este caso, también prevé cerrar el 2025 con unas ganancias récord que rozan los 2.000 millones de euros.
El gas, el salvavidas de Naturgy
También Naturgy prevé cerrar el año alcanzando los 2.000 millones de euros de beneficio. En este caso, en los nueve primeros meses del año sus beneficios se han disparado hasta los 1.668 millones y, a diferencia de Endesa e Iberdrola, es el "modo refuerzo" del sistema el que beneficia a la gasista.
Desde el apagón, sus ciclos combinados –es decir, las centrales de gas– están en pleno rendimiento. Este modo refuerzo consiste, a grandes rasgos, en que más de una veintena de ciclos se mantienen encendidos en el ralentí. No generan electricidad, pero están disponibles para activarse en cualquier momento, sobre todo en caso de que la demanda se dispare y las renovables no puedan cubrirla, o se detecten, de nuevo, problemas técnicos en el sistema. Ahora bien, se las paga por eso.
Aunque la compañía no ha provisionado ninguna partida por un posible impacto derivado del apagón, sí ha seguido los pasos de Repsol y ha advertido que "está evaluando los gastos que se le han ocasionado por esta interrupción para reclamarlos cuando se conozca la causa".
El futuro de Almaraz
El apagón eléctrico y el debate sobre la seguridad de suministro ha coincidido justamente con la intención de Iberdrola, Endesa y Naturgy de prorrogar la vida útil de la central nuclear de Almaraz, en Cáceres (Extremadura), y que se prevé que cierre en noviembre del 2027. Las tres compañías comparten la propiedad de la central de esta semana del 2030. Hasta ahora, el ejecutivo de Pedro Sánchez se había mostrado contrario, o al menos había establecido tres "líneas rojas" a la hora de abrir la puerta a una posible modificación del calendario.
La propuesta de las eléctricas, sin embargo, abre la puerta a salvar obstáculos. "Son las empresas las que se han movido, las que han tomado la decisión de hacer la solicitud", ha recalcado la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, quien ha afirmado que han presentado una petición "sin condiciones [...] Lo que hacen es renunciar a la rebaja fiscal, que es la línea roja que habíamos puesto desde el principio: los consumidores" dicho Aagesen en declaraciones a los medios de comunicación.