Naturgy busca un nuevo rumbo después de la opa quiebra de TAQA

MadridTras la tormenta viene la calma. Es el mensaje que ha querido proyectar a Naturgy –antigua Gas Natural– en la presentación de los resultados de los primeros seis meses del año. La empresa de raíz catalana ha aprovechado para dar el pistoletazo de salida a un plan estratégico para el período 2025-2030 y ha anunciado un acuerdo para el precio del gas de este 2024 con la empresa argelina Sonatrach, su principal suministradora.

De entrada, Naturgy aguanta el tipo a pesar del contexto más desfavorable para la empresa y el sector en general, con unos precios de la electricidad por tierra y la caída del precio del gas. Entre enero y junio, la energética de origen catalán ha obtenido un beneficio neto de 1.043 millones de euros, cifra prácticamente igual que la registrada durante el mismo período del año 2023, cuando obtuvo un récord de 1.045 millones . De hecho, fruto de los precios más bajos de la energía, las ventas netas del grupo se sitúan en 9.071 millones de euros, un 24,7% menos interanual.

El hecho de mantener las ganancias es la razón que explica que la primera gasista y tercera eléctrica de España haya decidido mejorar sus objetivos para el conjunto del 2024. Ahora prevé unas ganancias de más de 1.800 millones de euros –l 2023 registró unos beneficios históricos de 1.986 millones.

Plan estratégico para ser "atractivos"

Todo ello llega un mes y medio después de que CriteriaCaixa, el primer accionista de Naturgy (26,7%), y el grupo multienergético de los Emiratos Árabes TAQA rompieran las conversaciones para una posible entrada del grupo emiratiano a la energética de origen catalán. La operación buscaba allanar la salida de los fondos GIP y CVC, que tienen más de un 40% del capital social de Naturgy y que hace tiempo que sienten que su etapa en la gasista ha terminado.

Aunque el nudo se mantiene –ambos fondos de inversión quieren salir más temprano que tarde–, Naturgy ha decidido tirar por el derecho en cuanto a la estrategia que quiere seguir para los próximos cinco años, y quiere presentar a finales de este 2024 un nuevo plan estratégico para el período 2025-2030. "Quiere ser [un plan] atractivo y ambicioso", ha destacado el presidente de la compañía, Francisco Reynés.

Detrás del anuncio sobrevuela la idea de que Naturgy no quiere quedarse de brazos cruzados mientras se resuelve el rompecabezas del accionariado –CriteriaCaixa ya anticipó que mantenía conversaciones para explorar a otros socios–. La intención de la nueva hoja de ruta es "convencer a los accionistas de que están mejor dentro que fuera, pero también ser atractivos para otros que quieran entrar", ha dicho Reynés.

No es lo mismo plantear una estrategia con la visión de fondo como CVC o GIP (en este último caso, en otoño pasará a manos de BlackRock) que con un socio industrial cómo podría haber sido TAQA. Mientras que los primeros tienen claro que una vez recuperada la inversión saldrán de la compañía, el socio industrial busca tener cierto control y tiene una visión a largo plazo.

Lo que no ha quedado claro es si el nuevo plan incorporará el proyecto Geminis, que planeaba dividir a la compañía entre el negocio regulado y el no regulado, como querían los fondos y Reynés. "Hoy no se dan las circunstancias", se limitó a decir Reynés, quien también descartó la llegada de un consejero delegado, otra exigencia de los fondos.

Pipa de la paz con Sonatrach

De cara a este 2024, Naturgy también respira más tranquila después de cerrar un acuerdo retroactivo por el precio del gas del mismo 2024 con la argelina Sonatrach, sobre todo después de que la crisis energética de los últimos años y las desavenencias entre el gobierno español y el argelino hubieran marcado las últimas negociaciones. "Se pone de manifiesto la solidez de la relación histórica entre ambas partes y el compromiso con la seguridad de suministro en la Península Ibérica", declaró Reynés.