La fatídica pregunta de un analista que derrumbó a Grifols
La farmacéutica calma a los mercados tras clarificar en una nota una duda sobre sus previsiones contables
BarcelonaUn día después de sufrir la mayor caída en bolsa de su historia, las acciones de Grifols han vuelto a levantar el vuelo. La sacudida bursátil, que descendió un 35% la cotización de la compañía, estalló ayer poco después de la conferencia de analistas convocada para explicar los resultados del 2023. La pregunta ya es recurrente: ¿qué pasa en Grifols?
Con los resultados de ayer, y la habitual posterior conferencia de analistas, la farmacéutica tenía la oportunidad de seguir ganándose la confianza de los inversores, golpeada por el conflicto con Gotham City Research, el fondo neoyorquino que en enero acusó a la farmacéutica por supuestamente manipular los resultados y su deuda a través de su intrincada relación con Scranton. Pese a provocar fuertes turbulencias en la cotización –provocándole una caída de hasta 3.000 millones de euros en pocos días–, Grifols había logrado detener el embate y recuperar en parte el precio de la acción.
Y así había empezado el día este jueves: la bolsa recibía con una ligera caída los resultados de Grifols, pero había un cierto consenso de que eran buenas cuentas. El beneficio de 2023, de 59 millones de euros, era un 70% inferior al del año anterior a pesar de haber cerrado el año con los mayores ingresos de su historia. El informe anual estaba claro: una partida de 147 millones de euros por los costes de reestructuración explicaban la paradoja –sin éstas, las ganancias serían de 206 millones–. Y sólo quedaba el encuentro con analistas.
Los 480 millones fantasma
Si existía alguna duda en el mercado, éste planeaba sobre el resultado bruto de explotación (ebitda), de 1.474 millones de euros, y un flujo de caja libre negativo –el indicador que muestra la liquidez– de hasta 189 millones de euros, justificado en el balance con la suma de dos partidas extraordinarias. Si el ebitda no había sido superior, era por gastos extraordinarios de 2023. De cara a este año, en el mismo informe la previsión del ebitda era de más de 1.800 millones de euros, 326 millones de euros más que el año pasado, y el flujo de caja antes de extraordinarios, de 485 millones. El problema era que ese crecimiento no quedaba reflejado en el flujo de caja libre, que estaba previsto escasamente en cinco millones. ¿Cómo era posible esa diferencia? ¿Dónde iban los 480 millones de diferencia?
El murmullo crecía entre los analistas, hasta que en el turno de preguntas, uno de ellos levantó la voz para verbalizarla. La primera respuesta de la dirección de la compañía, alegando gastos en impuestos e intereses, fue insuficiente. "El director financiero [Alfredo Arroyo] fue muy poco claro", explica al ARA un analista que asistió a esta sesión. "Entonces, tres personas, de forma reiterada, le preguntaron sobre cómo era posible que de 485 millones se pase a 5", añade. Eran pasadas las 15.00 horas y comenzaba la tormenta bursátil.
"De repente se convirtió en un problema: con eso hay quien podía dar más credibilidad a Gotham", explica al ARA este asistente a la videoconferencia. "Con un mensaje de tranquilidad todo habría cambiado", añade. La respuesta de los mercados a las dudas de los analistas fue tajante. La acción empezó a precipitarse a las 15.30 horas, para acabar cerrando la sesión en los 7,5 euros, la cifra más baja desde 2012.
La clarificación de urgencia
A primera hora de esta mañana, Grifols salía a clarificar el asunto con un comunicado publicado en el regulador bursátil español: "Se espera que el flujo de caja libre de Grifols se vea temporalmente afectado principalmente a causa del Capex –inversiones en mantenimiento y expansión– de crecimiento extraordinario relacionado con el acuerdo preexistente con ImmunoTek GH. Excluyendo extraordinarios, el flujo de caja antes de extraordinarios asciende a 485 millones de euros en 2024”. También daba alas al optimismo para el futuro: la compañía espera generar flujo de caja libre (antes de dividendos) en el rango de 2.000 a 2.500 millones de euros entre 2025 y 2027.
La respuesta ha permitido calmar los mercados, que han devuelto parte de su confianza a la farmacéutica con un crecimiento del 18,35% este viernes. La acción vale ya 8,97 euros, por encima de los mínimos que experimentó tras la pandemia, cuando cayó hasta los 8,13 euros después de 10 años sin llegar. Horas más tarde, en otro comunicado, Grifols también ha clarificado que no se ha producido ninguna distribución de dividendos con salida de caja hacia el accionista Scranton Enterprises ni en ninguna de sus filiales.