Huevos de gallina: grandes diferencias de precio por calidad similar
Los productores deben diferenciar en la etiqueta entre los huevos de gallinas de payés, criadas en el suelo o criadas al aire libre
BarcelonaLos huevos de gallina son uno de los alimentos elementales de la dieta actual. En los supermercados se pueden encontrar de varios tamaños, marcas y precios, pero, según un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), la calidad varía poco y suele ser alta, tanto en lo que se refiere a los ecológicos como a quienes no lo son.
La conclusión de la OCU es que existen diferencias importantes de precio entre los diferentes tipos de huevos, pero que no se acaban de corresponder a la calidad del producto. "Hemos comprobado que las diferencias de precio por tipos de cría de gallina son notables", dice el organismo de defensa de los consumidores, quien añade que "en calidad no se han apreciado diferencias". "El nivel es alto en todos los casos", concluye el estudio, que analizó huevos de 30 marcas en establecimientos de varias cadenas de supermercados de todo el Estado.
Los productores deben diferenciar en la etiqueta entre los huevos de gallinas de payés y los de gallinas criadas en el suelo. Las primeras están criadas con acceso al aire libre, mientras que las segundas siempre se mueven dentro del recinto cerrado de una granja. Sin embargo, en ninguno de los dos casos los animales crecen en jaulas. En cuanto a los huevos ecológicos, las gallinas también deben poder acceder al aire libre y correr por el suelo, pero además tampoco reciben tratamientos adicionales –como antibióticos u otros medicamentos– ni viven en recintos con luz artificial.
De acuerdo con los datos recopilados por la OCU, los huevos de gallina criadas en el suelo son "los más homogéneos y los más económicos", con precios de 20 céntimos por unidad. Más caros son los de gallina criada al aire libre, que se mueven entre los 19 (en el caso de los huevos de marca blanca) y los 34 céntimos por huevo, con una media de 27 céntimos. Por último, los huevos más caros son los ecológicos, con un precio mucho más elevado: 42 céntimos por unidad de media, con oscilaciones entre los 38 y los 57 céntimos.
El tamaño de los huevos también debe aparecer en los envases. Los de tamaño grande (L) son los que pesan entre 63 y 73 gramos, mientras que los medios (M) pesan entre 63 y 53 gramos. Los pequeños (S) pesan menos de 53 gramos y los extragrandes (XL), más de 73 gramos. Siempre que se indique en el etiquetado, se pueden combinar varios tamaños de huevo en una misma caja. La OCU constata que los productores y distribuidores cumplen los requisitos de peso con regularidad, pero "en algunos casos se encuentran en el límite inferior del peso de su categoría", por lo que si pasan muchos días podría llegar a pesar menos de lo que indica la etiqueta debido a la merma habitual provocada por la pérdida de agua a través del caparazón.
Sin caducidad
A diferencia de lo que pueda pensarse, los huevos no tienen fecha de caducidad. Ahora bien, por las mencionadas mermas, sí tienen una fecha de consumo preferente, que siempre es de 28 días después de la puesta, según la Federación Avícola Catalana (FAC), la patronal del sector. Esta fecha debe aparecer en el envase, pero, según ha constatado la OCU, la mayoría de las marcas también la incluyen impresa en el caparazón, lo que facilita al consumidor saber cuándo debe comer el huevo sin necesidad de guardar su caja. Sin embargo, la propia FAC recomienda igualmente mantenerlos con el envase para evitar que tengan contacto con otros alimentos o líquidos.
Además, los envases también deben llevar obligatoriamente una etiqueta en la que se recomienda mantener los huevos dentro de la nevera para asegurar que se guardan en un lugar seco, fresco y con una temperatura constante: "Los cambios de temperatura que se producen en el hogar podrían provocar condensaciones de humedad en la superficie del huevo, que facilitaría la entrada de gérmenes a través del caparazón, que es poroso", indica la FAC.
Justamente el caparazón es el elemento más vistoso. En Cataluña, la mayoría de huevos son rubios porque son más apreciados por los consumidores, mientras que en otros países son más habituales los blancos. Sin embargo, la FAC aclara que "no hay diferencias nutricionales entre los dos tipos de huevo" y que el color del caparazón depende únicamente del plumaje de las gallinas que los ponen: gallinas blancas en el caso de los huevos blancos y marrones en el caso de los rubios.