Finanzas personales

¿Qué gasta más electricidad, el ventilador o el aire acondicionado?

Los aparatos de refrigeración tienen un coste en consumo eléctrico entre siete y dieciséis veces superior al de los ventiladores

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Aparell de aire acondicionado / THINKSTOCK

BarcelonaCon el verano, llega la hora de arrancar el ventilador. O el aire acondicionado. El debate sobre cuál de los dos tipos de aparato es mejor para apaciguar el calor seguramente no acabará nunca, pero sí podemos saber cuál es mejor para nuestro bolsillo.

La primera cuestión a tener en cuenta es si el aparato de aire acondicionado tiene incorporada la tecnología inverter o no. Esta tecnología reduce el consumo de forma bastante importante, en algunos casos hasta en un 40%, ya que regula la velocidad del compresor del aparato para mantener la temperatura de la habitación estable. Los aires que no incorporan esta tecnología tienen un consumo constante hasta que se detienen al alcanzar la temperatura marcada en el termostato. Esta regulación evita consumos excesivos cuando la temperatura del espacio sube muy rápido o cuando el aire acondicionado enfría demasiado rápido. En el caso de los aparatos inverter, calcular el consumo es muy difícil, justamente debido a que el gasto energético no es constante. Pero en los demás sí es más fácil.

Otro de los problemas para realizar los cálculos del consumo en casa es el batiburrillo de unidades diferentes. Algo son los vatios de potencia; otra es el consumo, que es en kilovatios hora (kWh), y una tercera, la capacidad de enfriar del aparato, que se expresa en frigorías. Un kilovatio es transformable a 860 frigorías.

El ventilador gasta como una bombilla

El consumo energético entre ambos aparatos no tiene punto de comparación. La gran mayoría de ventiladores tienen una potencia de entre 40 y 100 vatios, es decir, más o menos equivalente a una bombilla. Con estas cifras, si mantenemos un ventilador puesto en marcha durante ocho horas seguidas, el consumo eléctrico será entre 0,32 kWh para un aparato de 40 vatios (40 vatios multiplicado por 8 horas son 320 vatios hora, o 0,32 kilowatios hora ) y 0,8 kWh si la potencia es de 100 vatios. Con el precio medio de la luz de este viernes con tarifa regulada, que se encontraba a 0,312 euros por kWh, el coste de las ocho horas de ventilador se mueve entre 9 y 24 céntimos, sin tener en cuenta peajes ni impuestos.

Según datos de la compañía energética Selectra de 2018, durante los meses de verano un hogar español tiene puesto en marcha el aire acondicionado unas seis horas al día para laborables y unas ocho horas los sábados y festivos. Sin embargo, el cálculo incluye hogares del País Vasco o Cantabria, donde hace menos calor que en Cataluña, y de Andalucía o Murcia, donde hace mucho más, por lo que hay que tomar el dato con cautela, con el añadido de que en Cataluña también hay mucha disparidad climática por comarcas. Además, no todos los años son iguales: de momento hemos sufrido varias oleadas de calor, pero en otros años las temperaturas han sido más moderadas.

El consumo también dependerá de la eficiencia de la vivienda. En este sentido, enfriar la habitación en un inmueble bien aislado comportará un menor consumo. Igualmente, si se encuentra orientada al norte –en el sur tendrá más horas de impacto directo del sol– también será necesaria menos energía para enfriar la cámara.

En general, los fabricantes calculan que, de media, por cada metro cuadrado se necesitan unas 100 frigorías de frío para ponerla a una temperatura agradable, pero de nuevo nos encontramos con el problema que esto depende de cada vivienda, del municipio , de las horas del día y de la eficiencia. Es decir, unos 50 metros cuadrados (más o menos una habitación grande y una amplia sala de estar) necesitarán un aparato con una potencia refrigeradora de 5.000 frigorías, o 5,81 kilovatios.

Si una familia tiene encendido durante seis horas un aire acondicionado con esta potencia refrigeradora, el frío generado será equivalente a 34,86 kWh. Si lo tiene en marcha ocho horas, la cifra aumentará hasta 46,48 kWh.

El SEER marca el coste

Aquí es donde entra en juego el SEER –las siglas en inglés de ratio de eficiencia energética estacional, que es el coeficiente entre la energía en frío que genera el aparato y la energía que consume en electricidad, según el fabricante japonés Toshiba. Es decir, si por cada kilovatio hora de electricidad consumido por el aparato se generan dos kilovatios hora de frío, el SEER es de dos. Cuanto mayor es el SEER del aparato, más eficiente será. En cuanto a la etiqueta energética, un aire acondicionado con un SEER superior a 8,5 (por cada kilovatio hora gastado en electricidad generará 8,5 kilovatios hora) tiene la calificación más alta (A+++), mientras que la más baja ( E) es para un SEER por debajo de 3,6.

Por tanto, por 34,86 kWh de frío generados, un aire acondicionado con un SEER de 8,5 consumirá 4,1 kWh de electricidad, mientras que por los 46,48 kWh de frío generados en ocho horas, el consumo eléctrico subirá a 5,46 kWh. Traducido en euros, se trata de un coste entre 1,28 y 1,70 euros. Es decir, el coste del consumo de un aire acondicionado altamente eficiente es unas siete veces superior al de un ventilador grande. Con un aire acondicionado con un SEER de 3,6, en cambio, el consumo asciende a 4,02 euros por ocho horas de funcionamiento, dieciséis veces más.

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