Automoción

El gobierno español alarga la incógnita sobre dónde ubicará la fábrica de baterías

El consejo de ministros aprueba el proyecto del coche eléctrico financiado con 4.300 millones de euros de los fondos europeos

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Cotxes eléctricos en un punto de carga

MadridEl consejo de ministros ha aprobado este martes el primero de los proyectos estratégicos que servirán para impulsar la recuperación económica –denominados PERTE–, el del sector automovilístico. Será financiado con 4.300 millones de euros de los fondos europeos y prevé el desarrollo del coche eléctrico, sus infraestructuras y sus componentes. El proyecto incluye la creación de la primera planta de baterías para coches eléctricos del Estado, impulsada por el grupo Volkswagen, Iberdrola y el gobierno español y que se podría instalar en Catalunya. El ejecutivo, sin embargo, sigue manteniendo la incógnita sobre su ubicación, a pesar de que el PERTE del vehículo eléctrico ya ha recibido luz verde. "Se decidirá más adelante. Y en función de los proyectos", explican fondos del ministerio de Industria.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, anunció en marzo la instalación de la fábrica de baterías y aseguró que estaría "cerca" de la fábrica de Seat de Martorell, pero desde entonces no se ha sabido nada más y algunas voces, como el secretario general de CCOO en Catalunya, Javier Pacheco, sitúan su ubicación fuera de Catalunya. Volkswagen se ha comprometido a fabricar vehículos eléctricos en Catalunya, pero tampoco ha concretado dónde estará situada la fábrica de baterías. De hecho, en la línea de lo que hizo el gobierno, el gigante automovilístico y su filial Seat han confirmado este martes que España acogerá la tercera fábrica de baterías del consorcio alemán, pero tampoco ha avanzado dónde. Esta fábrica se unirá a la de encaje de baterías que Seat quiere tener cerca de Martorell.

Según algunas fuentes del sector, el gobierno de Pedro Sánchez quiere evitar batallas territoriales con los fondos europeos y no anunciará dónde se ubica hasta que se puedan hacer públicos otros proyectos estratégicos con otras iniciativas que tendrán ubicaciones en diferentes comunidades autónomas.

Una de las obsesiones del ejecutivo es el reparto territorial de los proyectos. En el caso del PERTE del vehículo eléctrico, las condiciones para optar a financiación pública van en esta dirección. Las iniciativas industriales para desarrollar el coche eléctrico y sus componentes solo recibirán ayudas europeas si son de agrupaciones de al menos cinco empresas de, como mínimo, dos comunidades autónomas. Además, el 40% de las empresas involucradas tienen que ser pymes, tiene que haber también una empresa de I+D y las compañías tienen que acreditar inversión propia en el proyecto y "compromiso" con la ocupación.

Según los cálculos del gobierno español, el PERTE del coche eléctrico movilizará 24.000 millones de euros públicos y privados entre el 2021 y el 2023. La financiación privada supone la mayoría de la inversión, casi 19.700 millones de euros, mientras que los fondos europeos no superarán los 4.300 millones. El ejecutivo también cree que con este proyecto estratégico se pueden crear hasta el 2023 más de 140.000 puestos de trabajo y puede aumentar su contribución al PIB entre un 1% y un 1,7%. "Este proyecto es una oportunidad histórica para convertir la fabricación del vehículo eléctrico y conectado a un proyecto tractor que refuerce el ecosistema de automoción", ha destacado la ministra de Industria. España es el segundo fabricante europeo de vehículos y el noveno a nivel mundial.

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