BarcelonaEl consenso que Aena, el Estado y la Generalitat escenificaban el 2 de agosto con el acuerdo para sacar adelante la ampliación de El Prat ha durado un mes. La filtración este viernes del documento de regulación aeroportuaria (DORA) que esboza el proyecto ha acabado con el president del Govern, Pere Aragonès, exigiendo la rectificación del texto porque dice de manera explícita que las obras afectarán los espacios naturales protegidos del delta del Llobregat. El texto confirma que la ampliación del campo de vuelos y, concretamente, de la pista más próxima al mar "afectaría zonas de la Red Natura 2000". Por eso, el gestor aeroportuario ya da por hecho que habrá que comprar terrenos próximos para compensar la destrucción de una zona con un alto valor ecológico.
Esta reacción ha sorprendido a Aena, que asegura que el borrador del Dora –que ha avanzado eldiario.es tras la reunión del Comité de Coordinación Aeroportuaria con las administraciones implicadas y al que ha tenido acceso el ARA – no dice nada nuevo respecto al pacto aceptado por el mismo ejecutivo catalán. Fuentes de la compañía recuerdan al ARA que entonces ya se admitió que la ampliación pasaba inevitablemente por alargar la tercera pista (sin especificar en cuántos metros) y que, por lo tanto, haría falta la luz verde de Bruselas. De hecho, insisten en que los miembros del departamento de Territorio controlado por JxCat presentes en el encuentro no se han opuesto al contenido del Dora.
Con el anuncio del acuerdo la Generalitat se esforzó en insistir que este no era un cheque en blanco. El comunicado del Govern después de aquel pacto inesperado remarcaba que las actuaciones para convertir El Prat en un hub tendrían que "limitarse a las dimensiones y ubicación que reduzcan a la mínima expresión cualquier afectación a entornos medioambientales protegidos", especialmente al estanque de La Ricarda. Tras unas horas de silencio, sin embargo, Aragonès ha asegurado que este borrador del Dora "no refleja el consenso establecido en el seno del Govern" y ha exigido una "rectificación" que no malogre los humedales. "Preservar los espacios naturales no es una opción, es una obligación no negociable", ha sentenciado el republicano.
El Dora es el documento que recoge las inversiones que Aena (una empresa con un 51% del capital en manos del gobierno español) hará para el próximo quinquenio, en este caso de 2022 a 2026. En el texto se exponen las líneas estratégicas del periodo para fijar qué tasas tendrán que abonar las aerolíneas en los años siguientes. Las compañías aéreas se benefician de las mejoras que aplica Aena y, por lo tanto, si se prevé una tongada de inversiones importante, también aumentará lo que estas compañías pagan para operar en sus aeropuertos.
Con este borrador se confirma que Aena prevé destinar 1.704 millones de euros a sus grandes planes para El Prat, una suma que además del alargamiento de la pista (estaría lista en 2029) incluye la ampliación de la T1 y la nueva terminal satélite para vuelos intercontinentales (se completaría en 2030). Hasta 2026, sin embargo, solo se desembolsarán 394,9 millones en Barcelona –el segundo aeropuerto por volumen de inversión después de los 402,9 millones de euros de Barajas–, puesto que la mayoría de las obras entrarían en el siguiente Dora. En este documento tampoco aparece otro punto clave de la negociación Estado-Catalunya: la construcción de las estaciones de AVE en los aeropuertos de Reus y Girona –que la Generalitat también pone como condición sine qua non para su apoyo– por anticipado de Adif.
Para justificar estos proyectos, Aena también proporciona estimaciones del volumen de pasajeros que prevé en los destinos: para Barcelona, augura que en 2025 el aeropuerto ya habrá superado los niveles prepandemia, con cerca de 53 millones de pasajeros respecto a los 52,6 millones de 2019. Está previsto que el consejo de ministros apruebe este resumen quinquenal de inversiones antes del 30 de septiembre, una fecha que el gestor aeroportuario ya había marcado como límite durante los últimos meses de campaña a favor de la ampliación.
El siguiente escollo: el plan director
Aún así, todavía hay otro documento que rige en qué se concretan las cifras del Dora. Cada aeropuerto tiene que aprobar su propio plan director, una hoja de ruta que explica más al por menor cómo se desarrollarán los proyectos de mejora. En el caso de la ampliación de El Prat, será el momento de definir cómo se llevaría a cabo la ampliación de la tercera pista y de elaborar las evaluaciones de impacto ambiental pertinentes que determinen el impacto sobre el entorno natural de la propuesta. La misma Aena admite que este será otro proceso largo. "Esta propuesta está condicionada a tener la cobertura necesaria que posibilite su ejecución materializada en un nuevo plan director, el proceso de tramitación del cual se prevé largo por su dependencia de varias administraciones y sus organismos competentes, incluida la Comisión Europea", dice el borrador del Dora.
A partir de la aprobación del Dora en el consejo de ministros, los tira y afloja entre Aena, las administraciones y los movimientos ecologistas contrarios a la obra se trasladarán a las comisiones de seguimiento. El proyecto, pues, no se podrá hacer sin el visto bueno a la evaluación de impacto ambiental por parte de la Generalitat, el ministerio de Transición Ecológica español y, sobre todo, la Comisión Europea. Bruselas hace meses que avisa del deterioro en la biodiversidad del delta del Llobregat y ha abierto un expediente sancionador por las compensaciones pendientes de la última ampliación. Si estas no se revierten antes de que el proyecto llegue a manos del comisario Sinkevicius, será complicado que salga adelante.
Indignación y desacuerdo en los ayuntamientos
Segunda vez que se filtra un anuncio alrededor de la ampliación del aeropuerto de El Prat y segunda vez que la información desata una ola de indignación municipal. Si hace unas semanas fue Ada Colau quien lideró la oposición al proyecto, con la alcaldesa de Barcelona fuera de Twitter quien ha cogido este viernes las riendas ha sido Janet Sanz. “Hoy hemos visto el informe de Aena donde muestra que la ampliación del aeropuerto será en La Ricarda”, introdujo ayer en un mensaje en esta red social. “La Generalitat ha mentido y ha comprado el modelo especulativo y negacionista climático” del gestor aeroportuario, ha añadido.
Ahora bien, horas más tarde el portavoz de ERC en el consistorio, Ernest Maragall, ha usado la misma herramienta para poner de manifiesto que su opinión no representa el parecer del Ayuntamiento de Barcelona al completo. “Quien engaña es la señora Sanz”, se ha despachado Maragall. “El único texto conocido que habla de alargar la pista viene del gobierno, es decir, PSOE-Podemos; la única voluntad clara para mantener intacto el espacio natural es del gobierno catalán y los ayuntamientos”, ha justificado el portavoz de Esquerra, que ha acabado su mensaje dejando claro que, a sus ojos, “lo único cierto es que todo está abierto” y que serán ellos quien decidan.
La cuestión es que Sanz no es la única que ha acusado al gobierno de la Generalitat de mentir y de trabajar a favor del cambio climático. En este sentido, el alcalde de El Prat de Llobregat, Lluís Mijoler, ha sido tajante: “El aeropuerto más verde de Europa se cargará un espacio de la Red Natura 2000”, ha lanzado en clara referencia a unas declaraciones del vicepresident de la Generalitat, Jordi Puigneró, tras sellar el acuerdo de ampliación con el gobierno central.
“Hemos constatado que las manifestaciones que hicieron el vicepresident Puigneró y el president Aragonès, que decían que se estudiaría y que el acuerdo con el Govern era sin efectos medioambientales, que el aeropuerto podía crecer sin estas afectaciones, son absolutamente mentida, y lo vemos en un documento por escrito”, ha criticado.
Eso sí, el máximo responsable de este consistorio ha declarado abiertamente que sigue en pie de lucha.