Automoción

Dos grandes fábricas de baterías en España

El gobierno ya no trabaja solo en una sola planta en un proyecto que apunta a Sagunto y Extremadura, con Catalunya descolgada

Vista general de los terrenos de Sagunto donde se espera que vaya una de las macrofàbriques de baterías.

Madrid - BarcelonaEl proyecto industrial más icónico que tiene que surgir de la recuperación pos-covid y de los fondos europeos es en España la macrofábrica de baterías. Pero el concepto que se ha usado hasta ahora era erróneo: habrá que hablar de fábricas de baterías. Porque según ha podido saber el ARA de fuentes conocedoras del proyecto, las plantas de baterías serán dos —y las dos de gran capacidad, gigafactorías. 

El proyecto está rodeado de secretismo y fuentes oficiales del ministerio de Industria remiten a las marcas interesadas para tratar de aclarar qué fábricas se harían, en qué comunidades y en colaboración con qué fabricantes. De hecho, la normativa de los PERTE fija que primero se tiene que hacer una propuesta y es después cuando el gobierno acaba eligiendo las opciones que ve más sólidas. Eso sí, desde el ministerio responsable admiten un punto clave: “Hay dinero para dos grandes fábricas de baterías”. Esta realidad concuerda con un pronóstico hecho por la ministra de Transición Energética, Teresa Ribera, en una entrevista a Levante esta semana: "Es probable que haya más de una gigafactoría".

Diferentes fuentes han confirmado al ARA que las fábricas serán dos. A pesar del baile de apuestas que ha habido en los últimos meses fruto de la carrera entre comunidades autónomas para atraer estas importantes inversiones —la fábrica se financiará con 4.300 millones de euros de fondos europeos—, la opción que a estas alturas tiene más peso es la del País Valenciano (en un municipio de tradición industrial como Sagunt) con una segunda en Extremadura, aprovechando la presencia de minas de litio en la comunidad. Desde el ministerio de Industria insisten en que esta es una decisión de las automovilísticas.

Fuentes del sector de la automoción han explicado a este diario que la opción de Sagunto sería la que llevaría el sello de Volkswagen y ha ganado peso en los últimos días por la renovación de un acuerdo entre la compañía alemana y la norteamericana Ford, que tiene la fábrica de Almusafes en la misma comunidad, para construir juntas un modelo. Respecto a Extremadura, fuentes del sector apuntan que también se hará una gran inversión y que podría ir de la mano con Renault, que, tal como avanzó el ARA, también quiere entrar en este proyecto. Fuentes del ministerio de Industria no cierran la puerta a que una sola fábrica pueda servir a más de una automovilística.

El plan extremeño

Voces empresariales han apuntado que la apuesta del gobierno extremeño es muy decidida y ha puesto facilidades para acabar con el secular atraso económico de la región. “Su intención es mantener el máximo de la cadena de valor en la comunidad; no quieren aportar el litio para que las fábricas estén en otras zonas”, exponen estas voces. Esta macrofábrica no se tiene que confundir con el proyecto anunciado por Phi4tech en marzo de 2021 con una inversión para hacer celdas de baterías. Fuentes del ministerio de Industria apuntan que la segunda planta que tendría que llegar con el PERTE tendrá mucha más potencia que la anunciada por Phi4tech, a pesar de que no se descarta que se puedan unir los proyectos.

La posibilidad de que el PERTE de la automoción acabe llevando al estado español dos fábricas de baterías (ahora no tiene ninguna) ya fue insinuada en noviembre de 2020 por el catalán Raül Blanco, secretario general de Industria del gobierno central, en una comparecencia en el Congreso, donde dijo que España tiene capacidad para acoger “al menos dos fábricas de baterías de coches eléctricos”, objetivo para el que su departamento trabajaba “sin descanso”. También añadió que esperaba poder dar “buenas noticias”.

Catalunya, fuera de la disputa

Las fuentes consultadas insisten en que si finalmente las fábricas no se hacen en el País Valenciano y Extremadura, quien podría aspirar a una es Aragón, con una gran implantación del grupo Stellantis (Fiat, Peugeot o Citroën). Esta realidad vuelve a constatar que el PERTE más esperado de los grandes proyectos de recuperación para salir de la crisis de la pandemia pasarán muy probablemente de largo de Catalunya, la comunidad con más tradición en el sector por la presencia de Seat. Hay que recordar que el proyecto de la fábrica de baterías es clave para uno de los grandes sectores industriales de España (séptimo fabricante de coches a escala mundial) y todavía más cuando se tiene que afrontar la reconversión eléctrica.

Fuentes conocedoras del proyecto advirtieron de que Catalunya nunca estuvo entre las favoritas al proyecto y señalaban que en el ámbito institucional cometió errores. En primer lugar, desde marzo hasta mayo el gobierno de la Generalitat estuvo en situación de interinaje debido a las complicadas negociaciones entre Esquerra y Junts para investir a un nuevo presidente. El conseller de Empresa saliente (Ramon Tremosa) estuvo en el cargo solo nueve meses; y el actual titular, Roger Torrent, tomó posesión del cargo ese mes de mayo. Las mismas voces recuerdan que en Volkswagen cayó muy mal la negativa del gobierno catalán a asistir al acto donde el presidente de la compañía alemana, Herbert Diess, en presencia de Pedro Sánchez y Felipe VI, anunció que Martorell fabricaría modelos eléctricos.

De hecho, según las fuentes consultadas, este retraso fue crítico, porque la Generalitat no redobló las gestiones para intentar captar el proyecto de la fábrica de baterías hasta que las otras tres comunidades favoritas ya tenían una posición de ventaja.

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