El 'hub' de electromovilidad se confirma como principal candidato para ocupar la planta de Nissan en la Zona Franca
La administración descarta la empresa militar Tess Defence y los sindicatos lo critican
BarcelonaLa mesa de reindustrialización de Nissan, que tiene que decidir qué empresas ocuparán las tres plantas que la empresa dejará este diciembre en Catalunya, ya ha preparado la nueva hoja de ruta en una reunión celebrada este viernes después de que la china Great Wall Motor descartara seguir negociando para instalarse en la de la Zona Franca. Las negociaciones serán con el hub de electromovilidad, liderado por la empresa catalana QEV, que ocuparía gran parte de esta planta, y la otra parte sería para la compañía de almacenamiento industrial Mecalux, que estaba en lista de espera, o alguna de las logísticas que ha presentado candidatura como la inmobiliaria australiana Goodman o el tándem formado por el Port de Barcelona y Merlin Properties. El comité de Nissan, sin embargo, han insistido vía comunicado después de la reunión en que se tiene que buscar proyectos industriales y no logísticos para garantizar una mayor estabilidad laboral.
Queda pues definitivamente descartada la opción de la empresa militar Tess Defence, un hecho que ha levantado el malestar del comité de empresa. "La administración ha retirado el proyecto antes de poder analizar sus posibilidades", lamenta el comité, que asegura que la decisión responde más a un tema político que industrial. La Generalitat dejó claro desde un principio que no quería esta opción mientras que el ministerio de Industria este viernes por la mañana todavía aseguraba al ARA que "no se descartaba ninguna opción".
En la planta de Montcada i Reixach no hay cambios y ahí iría la empresa de motos eléctricas Silence. A la de Sant Andreu de la Barca también iría una parte del hub de QEV.
Sin acuerdo hasta febrero
La mesa, formada por el gobierno central, el catalán, los sindicatos y Nissan, se volverá a reunir el 29 de diciembre para avanzar en las negociaciones. La decisión final sobre el futuro de las tres plantas se alargará hasta pasadas las vacaciones de Navidad, y según fuentes sindicales es probable que no haya acuerdo hasta febrero. El calendario, sin embargo, presiona, porque los casi 1.500 trabajadores que no se pueden acoger a ningún plan ya están recogiendo las cartas de despido de la automovilística japonesa, que esta semana ya ha parado la producción de la Zona Franca, la última planta que aún funcionaba.
Antes de la reunión, el secretario general de Industria del gobierno central, Raül Blanco, ha querido lanzarles un mensaje de tranquilidad y ha asegurado que la alternativa que está sobre la mesa generará "bastante" empleo y que "sea cual se la solución, la plantilla está cubierta". En la misma línea también se ha pronunciado el conseller de Empresa, Roger Torrent.