La inflación se dispara al 10,2% en junio, el máximo desde el 1985
Los precios aumentaron en un punto y medio respecto al mes anterior, según el INE
BarcelonaLa tasa interanual del índice de precios al consumo (IPC) se disparó hasta el 10,2% en junio, según el dato avanzado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra supone un incremento de un punto y medio respecto al mes anterior. Se trata del nivel más elevado desde abril de 1985 y el segundo mes consecutivo al alza, puesto que se moderó en abril pero volvió a escalar tanto en mayo como en junio. En marzo la inflación se había situado a tan solo dos décimas de superar la barrera del 10%, pero finalmente ahora ha llegado a las temidas dos cifras.
El organismo ha destacado que este aumento de los precios se explica por la subida de los costes de los carburantes, en comparación con junio del año pasado, así como los de los alimentos y las bebidas no alcohólicas. En la parte del IPC que corresponde a la energía, sin embargo, no se ha notado todavía el efecto del tope ibérico del gas, que se puso en marcha el 15 de junio, cuando ya había pasado la mitad del mes. También ha influido el repunte de los precios de los hoteles, los bares y los restaurantes, más altos que el 2021, cuando España estaba en plena recuperación de la industria turística.
"Hemos superado la barrera psicológica del 10%, aunque esto hacía meses que se anticipaba y no nos tiene que extrañar demasiado", apunta Alfons Fernández, miembro de la Comisión de Economía Financiera del Col·legi d'Economistes de Catalunya. El experto añade que los últimos datos denotan que las primeras medidas aplicadas por el gobierno español para frenar la inflación han sido, de momento, "muy ineficientes". Por ejemplo, Fernández hace referencia a la bonificación de 20 céntimos de euro por litro de carburante "que no ha llegado al ciudadano, sino que se ha quedado por el camino".
En este sentido, el economista espera que la segunda tanda de medidas —como la reducción del IVA de la luz al 5% o el mismo tope ibérico del gas— tenga un impacto más pronunciado que, en todo caso, no se verá reflejado en las estadísticas como mínimo hasta el último trimestre del 2022. De hecho, Fernández pronostica que continuaremos viendo una inflación todavía más elevada durante los meses de verano porque el ahorro acumulado por los ciudadanos durante estos dos últimos años de pandemia hace prever una temporada de demanda elevada.
Con los datos avanzados del INE también se puede observar cuál es la evolución de la inflación subyacente, es decir, la tasa que no tiene en cuenta los alimentos ni los productos energéticos. Esta tasa se disparó seis décimas en junio hasta el 5,5% y se situó en su valor más alto desde agosto de 1993. "Este dato denota que el incremento de los precios energéticos ha contaminado el resto de bienes y servicios, porque también han aumentado los costes de producción", indica el experto.
Sánchez avisa de la "gravedad de la situación"
En declaraciones a la Cadena SER, el presidente español, Pedro Sánchez, ha alertado de que el dato de la inflación de junio "demuestra la gravedad de la situación de la economía europea y española". Así pues, ha aprovechado para remarcar la "idoneidad" de las medidas puestas en marcha por su ejecutivo para paliar el impacto de los precios en los bolsillos de los ciudadanos y la necesidad de reformar el mercado eléctrico en Europa.
El presidente también ha subrayado que la inflación se está viendo afectada por los recientes cortes de suministro de gas por parte de Rusia a los países europeos, hecho que se está traduciendo en los costes energéticos y de los alimentos. El jefe del ejecutivo español ha remarcado la necesidad de continuar tomando medidas "a escalera europea", como por ejemplo una reforma estructural del mercado europeo de la electricidad para desacoplar el precio del gas del de la luz. España defiende desde hace tiempo esta reformulación, que ha sido "abrazada" por la presidenta de la Comisión Europea, ha destacado Sánchez.
Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha evitado hacer comentarios en el Congreso sobre el aumento de la inflación de junio y ha afirmado que "la noticia más importante" es la cumbre de la OTAN que se celebra esta semana en Madrid. La tasa del IPC se ha convertido este miércoles en protagonista de los dardos entre políticos y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, también ha señalado que el repunte constata "el fracaso de las políticas erráticas del gobierno".
En cuanto a los sindicatos, la UGT ha exigido un aumento de los salarios y la introducción de mecanismos de control público de los precios después de que se hicieran públicos los datos. Desde la organización, consideran "imprescindible" revalorizar los sueldos, que solo repuntaron un 2,4% en mayo, mientras la inflación crece a ritmos de dos dígitos.
- ¿Cómo tenemos que interpretar este nuevo máximo de la inflación? Esta es la evidencia de que la situación es más preocupante de lo que se quiere reconocer oficialmente. Superar el 10% es un hito psicológico importante, más cuando el otro aspecto importante, que es la inflación subyacente, ha subido hasta el 5,5%. No podemos hacer ninguna interpretación tranquilizadora. Es una evidencia que las medidas no funcionan y que esto no se cura con parches.
- ¿Qué habría que cambiar en la respuesta para frenar este aumento de los precios? El problema de esta inflación, que se asemeja a la de los años 70, es que tiene un componente de demanda (en el cual la política monetaria hace lo que puede), pero una parte importante viene de la oferta y hacen falta medidas por el lado estructural, energético y alimentario. No se ha hecho mucha cosa más que medidas estéticas. Es cierto que el cambio energético no se hará de un día para otro y que el mejor momento para las reformas habría sido hace 10 años, pero el segundo mejor momento es ahora.
- ¿Qué propone para el mercado energético? En el campo energético nos hace falta más pragmatismo y una respuesta más fuerte para dejar de depender tanto del exterior. Están los parques eólicos marinos y el potencial de la energía solar, pero también hay que repensar la moratoria a las nucleares, como ya han hecho otros países europeos. No podemos perder este lujo. La inflación está formada por componentes heterogéneos y hacen falta respuestas en todos los frentes.
- ¿Será posible un pacto de rentas? La situación requiere una política de rentas y un paquete social. En otros momentos de la historia se ha hecho, como en el año 1977 con los Pactos de la Moncloa. Entonces las circunstancias eran igual de complicadas que las actuales. Si no hay un mecanismo para repartir el coste del empobrecimiento nos haremos daño. El clima político hace que pueda parecer ingenuo, pero es imprescindible si no queremos que se produzca un combate de agravios. Hay que usar todo el arsenal de las políticas económicas.