Inflación

El aumento del ticket de la compra se acelera en agosto

Un estudio indica que las familias ya han reducido un 10% su gasto medio respecto al año anterior

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La compra revela el impacto diferente de la crisis según los ingresos del hogar.

BarcelonaEl índice de precios de consumo (IPC) en Catalunya subió un 10,2% en agosto respecto al mismo mes del año anterior, pero se moderó una décima comparado con julio, cuando registró un 10,3%, según los datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE). El incremento se mantiene impulsado, sobre todo, por la electricidad, el gas y los combustibles. También destaca la subida anual del precio de los alimentos, que este año son un 13,8% más caros que el año pasado. Se trata del aumento más alto desde el inicio de la serie estadística, en enero de 1994.

En el conjunto de España, la inflación subió un 10,5% en agosto en relación con el mismo mes de 2021, tres décimas menos que el mes anterior. La tasa de variación mensual fue del 0,3%, y la inflación subyacente –que no incluye la energía y los alimentos– se situó en el 6,4%, 0,3 puntos más que el mes anterior.  

La inflació es manté en taxes de rècord
Taxa de variació interanual de l’IPC, per mes

Según Alfons Fernández, de la comisión de economía financiera del Colegio de Economistas de Catalunya, "lo más preocupante es el aumento en tres décimas de la inflación subyacente" porque "es lo que nos dice lo que realmente nos cuesta la compra del súper sin los alimentos frescos". Así pues, Fernández avisa de que ahora la cesta de la compra es más cara que el mes anterior, "y esto es un ahogo para las familias".

Los precios de la vivienda y los suministros, como la electricidad y el gas, son los que lideran los aumentos en Catalunya, con un 22,6% de subida, seguidos de los alimentos y las bebidas no alcohólicas (12,1%), el transporte (11,3%), y también el vestido y el calzado (9,3%). En menor medida se encarecieron los hoteles, los cafés y los restaurantes (7,3%), el ocio y la cultura (4,6%), las bebidas alcohólicas y el tabaco (4,1%), la medicina (1,9%) y la educación (1,5%), mientras que los precios de las comunicaciones (-2,3%) son los únicos que bajaron. 

Como valoración general, Alfons Fernández considera que "tenemos que tener presente que seguimos con una inflación muy elevada, por encima de los dos dígitos". Esto se suma a un otoño que se prevé "muy complicado para las familias", ha explicado el experto, "porque a la subida de precios se añade el aumento de los tipos de interés".

En este sentido, "por un lado, tenemos unos precios elevados que encarecen la cesta de la compra; en segundo lugar, tenemos una vivienda más cara, porque el Euríbor está en récords, y, en tercer lugar, venimos de la temporada de vacaciones, en la que muchas familias han gastado los ahorros que tenían", detalla Fernández. "Ahora se han ido agotando y esto nos deja dos factores muy nocivos: agotamiento de ahorros y encarecimiento de la vida y de la deuda, cosa que penalizará la economía y las familias", ha avisado.

"Es posible que de cara a los próximos meses –asegura Fernández– los precios vayan bajando un poco más por las medidas de los gobiernos, pero el año acabará con una inflación muy elevada igualmente". De todos modos, según el economista, el incremento de los tipos de interés que está llevando a cabo el BCE para enfriar la economía sí que se espera que funcione, "lo que no está claro es cuál será su grado de eficacia".

Cambio de hábitos de comer

Las familias, ante esta situación, intentan hacer frente a la subida de precios, a menudo con un cambio de hábitos en su alimentación, según pone en evidencia un estudio publicado por la consultora Kantar. La firma ha presentado un informe en el que señala que la inflación ya ha dejado impronta en el comportamiento del consumidor. Algunos de los cambios más evidentes son la reducción del nivel de derroche, que ha bajado un 12% en comparación con el año pasado, y la simplificación de menús incrementando el número de comidas con plato único. Esta opción era la escogida en un 52% de las comidas al cierre del primer semestre.

Además, en el último trimestre, al cierre de julio, dos de cada cinco familias españolas ya contraen el gasto medio un 10% respecto al año anterior. A pesar de esto, Kantar sostiene que, a pesar del incremento de los precios y la incertidumbre global, el 2022 se caracterizará por ser “el del retorno a la normalidad prepandemia” en cuanto al gran consumo. En un inicio, la consultora prevé que el consumo de las familias al cierre del año llegue a los 80.540 millones de euros, una cifra un 0,2% por debajo de la del año 2021.

Una vez conocidos los datos de la inflación, se mantiene el debate político sobre si habría que limitar el precio de algunos productos del cesto de la compra. El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, pidió ayer en una entrevista a Antena 3 responsabilidad a todos los eslabones de la cadena agroalimentaria, especialmente a la distribución, para conseguir unos precios “razonables”, pero sin medidas impuestas y de forma voluntaria, en alusión al cesto básico que plantea la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. “No se trata de medidas impuestas a nadie, porque yo creo que además no funciona”. La ministra Teresa Ribera pidió “gestionar con cuidado” la propuesta de Díaz.

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