Miedo a no poder comprarse una casa: el síndrome FOMO se instala en el mercado de la vivienda
Catalunya registró el segundo mejor junio de la serie histórica en compraventas, sólo por detrás de 2007
BarcelonaUn año y medio después del tope de precios, el mercado de alquiler regulado está instalado en una dinámica de pérdida de actividad. Y Barcelona, el gran laboratorio de pruebas de esta política —que se aplica casi únicamente en Catalunya— es un caso paradigmático: el precio de los alquileres va a la baja, los inquilinos se afianzan en su casa y se firman menos nuevos contratos. Pero ésta es sólo una parte del mercado de la vivienda. Hay otra que atraviesa un momento fulgurante.
E incluso ha superado algunos registros de la etapa más efervescente del sector, en plena burbuja inmobiliaria. Si bien la compraventa de viviendas de segunda mano en Cataluña alcanzaba el pasado octubre la cifra más alta de la historia, con 8.683 operaciones, el primer trimestre de este año el precio de la vivienda superó su máximo histórico, establecido desde el segundo trimestre de 2007, en plena burbuja. Mientras que para algunos esta tendencia es una nueva burbuja, el escenario de abaratamiento hipotecario hace que muchos ciudadanos vean una oportunidad que no se pueden perder, es decir, que tengan temor a quedarse fuera del mercado. Y esto puede convertirse en un problema.
"Nosotros notamos que el volumen de llamadas que estamos recibiendo en los últimos meses se ha incrementado muchísimo. De repente, no hemos hecho nada de marketing y tenemos muchos más clientes", explica al ARA el consejero delegado del broker hipotecario Trioteca, Ricard Garriga. Esta situación, dice Garriga, no puede explicarse únicamente con factores económicos y demográficos, que están ahí, sino también por un componente psicológico que está condicionando las decisiones de muchos compradores: el FOMO (Fear Of Missing Out, en inglés) o "miedo a quedarse fuera". Una preocupación que también ha puesto sobre la mesa al comparador financiero HelpMyCash.
El alquiler, la raíz de todo
"Esta situación se debe a varios factores: uno de los principales es que de repente todas las familias que estaban tranquilas con el alquiler se dan cuenta de que no hay oferta", dice Garriga, a lo que se suma que la poca oferta que hay está disparada de precio: "el segundo es que si hay buen alquiler y buenos precios, la compra puede esperar", añade Garri. Y el tercer elemento que dispara esa conducta es el contexto macroeconómico, que empuja a la baja el precio de las hipotecas y la previsión es que sigan a la baja.
"Actualmente, tenemos las hipotecas más económicas de Europa. Está muy bien para nosotros, no tanto para los bancos, que en el caso de BBVA y Santander hace que no las prioricen aquí, ya que en otros lugares están a un 7%, como en América Latina, oa un 4% o un 5%." En cambio, aquí las tenemos cofundador de la Asociación Española de Brokers Hipotecarios.
Y ahí entra en juego el último punto: el FOMO. Muchos clientes de este broker están de alquiler y quieren pasar a la compra porque les han dicho que no van a renovarles el contrato. "Piensan: «Me saldrá la cuota hipotecaria mucho más barata que el precio del alquiler, que no hay». Notamos a la gente con mucha más prisa", asegura Garriga. Y de hecho, la tendencia es clara: si el Euribor a un año desciende –que es el indicador que se usa de referencia de las hipotecas de interés variable–, más gente puede comprarse una casa, la demanda sube y, si la oferta no responde, los precios irán al alza. "Es este FOMO, que correr porque todo mi entorno está comprando y no paran de aumentar los precios", concluye Garriga.
El especialista en hipotecas del comparador financiero Helpmycash.com, Miquel Riera, asegura que esta prisa de los compradores no es buena. "A nivel estatal, llevamos varios meses con compraventas por encima de las 60.000 operaciones. Se están reservando casas sin ir a visitarlas", advierte. Esta casuística, asegura, se produce especialmente en casas compradas por inversores extranjeros. Gente que ve el anuncio y las fotos, y tiene tanto miedo que dan una oferta sin ir a visitarla. "Nos lo han contado varios agentes inmobiliarios", argumenta.
La excepción de Barcelona
Pero esa dificultad para responder a la demanda no parece ser de momento un problema en la ciudad de Barcelona. "Estamos hablando con muchas inmobiliarias. Hemos notado que la oferta está subiendo porque a medida que terminan los contratos, justamente en esa fecha lo ponen a la venta. Cada vez hay más pisos a la venta", dice Garriga.
Y esto viene de la situación del alquiler: según Trioteca, esto se explica porque muchos propietarios están optando por vender los pisos precisamente por la regulación al precio del alquiler. "Esto ha hecho que la oferta en Barcelona haya aumentado ligeramente, algo que no está ocurriendo en otras grandes capitales, donde la escasez sigue marcando la pauta", añade.
Medio millón de jóvenes quieren comprarse una casa
Los últimos datos de vivienda del Centro de Estudios de Opinión (CEO), confirman esta tendencia. Uno de cada cinco catalanes está pensando en comprar una vivienda (21%), y si solo se tienen en cuenta las preguntas de los jóvenes de entre 25 y 34 años, la cifra asciende al 45%.
"Teniendo en cuenta que la población catalana comprendida en esta edad es de un millón de personas, eso significa que son al menos 500.000 jóvenes", explicaba al ARA su director, Joan Rodríguez, quien advertía de que será imposible satisfacer la demanda y la vivienda "se convertirá en un activo y se convertirá en un activo y se convertirá en un activo".