El sector inmobiliario amenaza con irse de España y tensa el plan fiscal del gobierno
El ejecutivo negocia a contrarreloj con los partidos, aunque sigue sin tener garantizados votos suficientes en el Congreso de los Diputados
A la reforma fiscal del gobierno español no le paran de salir detractores. Este miércoles el sector inmobiliario ha salido en tromba contra una de las medidas fiscales que PSOE y Sumar han puesto sobre la mesa: acabar con el régimen fiscal especial que ahora tienen las sociedades anónimas cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario (socimis). Estos vehículos de inversión tienen un trato fiscal muy favorable desde hace años.
Quien primero ha criticado la medida ha sido Merlin Properties y lo ha hecho de madrugada a través de un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) La mayor inmobiliaria del Ibex 35 ha advertido. que está estudiando distintos escenarios y planes de contingencia, "sin excluir ninguna posibilidad legal", ante la posibilidad de que la medida fiscal prospere. Según publica Cinco Días, Merlin se plantea incluso trasladar la sede fuera de España. Horas después, a esta amenaza se ha sumado la compañía de origen catalán Colonial, la otra gran socimi del Ibex-35. se apruebe la reforma, Colonial reevaluará su estrategia de inversiones y la localización de sus actividades y de su estructura jurídica", ha apuntado Juan José Brugera, presidente de Colonial, a través de un comunicado. De esta forma, la inmobiliaria catalana abre la puerta a la salida de España.
Votación incierta
Tanto esta como el resto de medidas que incluye el acuerdo fiscal entre el PSOE y Sumar deben discutirse y votar este jueves en la comisión de hacienda del Congreso de los Diputados, antes de dar el salto al pleno de la cámara baja española . Los cambios se han añadido aprovechando la tramitación del proyecto de ley para el tipo mínimo del 15% sobre el impuesto de sociedades y, de hecho, aparte del acuerdo entre ambos socios de gobierno, los socialistas también han pactado cambios fiscales con Junts, como mantener el impuesto extraordinario a la banca pero suprimir el de las energéticas, y el PNV.
Sin embargo, por ahora, ninguno de los cambios fiscales tiene garantizados votos suficientes. En cambio, para Junts este gravamen es una línea roja.
Por otra, los de Carles Puigdemont no ven con buenos ojos algunas de las medidas acordadas entre el PSOE y Sumar. eliminación de la exención en las primas de seguros privados sanitarios en el punto de mira. En la misma dirección se pronuncian desde el PNV. a ambos partidos que voten en contra de lo que considera un "infierno fiscal", en referencia a la reforma pactada por el PSOE y Sumar. perdida la posibilidad de sacar adelante el proyecto de ley, el impuesto mínimo del 15%, con algún retoque fiscal más, lo que permitiría al gobierno defender una reforma fiscal frente a Bruselas (depende el próximo pago de los fondos europeos). De hecho, este miércoles por la tarde seguían negociando a contrarreloj con los partidos, explican fuentes cercanas a las conversaciones en el ARA Menos optimistas son los nacionalistas vascos: "Aprobar -lo [la reforma fiscal] al gusto de todos es imposible", ha dicho el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, que no ha descartado que en la comisión de este jueves tan sólo se apruebe el impuesto mínimo global y caigan el resto de cambios fiscales