Luis del Rivero, la víctima de Villarejo

El expresidente de Sacyr es uno de los principales espiados por sus intentos de asalto a BBVA y Repsol

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Luis del Rivero

MadridDurante los años de la burbuja inmobiliaria fue uno de los empresarios más importantes y más ricos de España –llegó a aparecer en la lista de multimillonarios de Forbes – como presidente de la constructora Sacyr Vallehermoso. Años después, Luis del Rivero se ha convertido en el hombre que ha hecho sentar ante un juez a tres de los directivos más relevantes del Íbex-35: primero fue el expresidente de BBVA Francisco González, y ahora el presidente de Repsol, Antoni Brufau, y el expresidente de CaixaBank Isidre Fainé. 

La historia de Luis del Rivero está rodeada de sombras, de luchas de poder, guerras empresariales, juego sucio, espionaje y corrupción. El expresidente de Sacyr ha protagonizado algunas de las historias más turbias del mundo empresarial. Salpicado por la trama Gürtel, víctima del espionaje del excomisario Villarejo, protagonista de asaltos fracasados a grandes compañías, de cuentas en Suiza y de empresas pantalla en Belice, del Rivero podría ser el protagonista de un thriller de Netflix.

En 2004 el entonces presidente de Sacyr planea obtener el control de BBVA. La prensa madrileña señala que detrás de la maniobra de Luis del Rivero para echar a Francisco González del banco bilbaíno está el gobierno socialista de Luis Rodríguez Zapatero. González había llegado a la presidencia del BBVA de la mano del gobierno popular de José María Aznar y Zapatero quería colocar a Rivero. 

Espionaje del BBVA y Villarejo

Los movimientos del presidente de Sacyr hacen sonar todas las alarmas de Francisco González. Es entonces cuando BBVA habría contratado los servicios de Cenyt, la empresa de Villarejo, para espiar a Del Rivero y todos los otros miembros del llamado Grupo Hostil, que incluye al director de la Oficina Económica de la Moncloa, Miguel Sebastián, y dirigentes o exdirigentes del PP como Rodrigo Rato, entonces director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El caso sale a la luz cuando la Audiencia Nacional investiga las actividades presuntamente ilegales de Villarejo. A principios de 2019, pocos días después de que Efegé abandone la presidencia del banco, el juez empieza a investigar al BBVA por el supuesto espionaje a Del Rivero y decenas de personas más. Meses después imputa a Francisco González por los delitos de soborno y revelación de secretos. El juez cree que el presidente del BBVA estaba al corriente del encargo del banco al excomisario. Villarejo se dedicaba, supuestamente, a pinchar los teléfonos del presidente de Sacyr y a seguir todos sus movimientos.

Rivero declaró como testigo en abril de este año en la Audiencia Nacional por el caso Villarejo y aseguró que finalmente desistió de entrar en el consejo del BBVA por miedo, después del incendio de la Torre Windsor, que el expresidente de Sacyr relacionó con Francisco González. “Desistí de entrar en BBVA cuando vi quemar la Torre Windsor”, declaró. En el edificio estaban las oficinas de Deloitte, consultora que tenía los documentos de venta de FG Valores, propiedad de González, en Merrill Lynch. La Fiscalía Anticorrupción había abierto una investigación por presuntas irregularidades de la operación, pero el incendio quemó toda la documentación. 

La investigación judicial contra Villarejo en el caso Tándem también sitúa a Luis del Rivero en otros dosieres. El empresario intentaría en 2011 otro asalto, también fracasado, a Repsol. Según las investigaciones de la AN, la petrolera, con la ayuda de CaixaBank, se propuso frenar la operación y para hacerlo recurrió a Villarejo. El juez ha imputado a Brufau y Fainé por el supuesto espionaje a Del Rivero. En su declaración, los dos ejecutivos catalanes negaron haber contratado al expolicia.

Trama Gürtel

A pesar de que el intento de entrar en BBVA estaba patrocinado por el gobierno socialista, Del Rivero también ha tenido aproximaciones al PP. Su nombre ha salido en la investigación de la trama Gürtel por haber recibido, supuestamente, pagos a una cuenta secreta en Suiza por parte de un empresario imputado. 

El empresario murciano, presidente de Sacyr entre 2004 y 2011, compareció en 2018 en la comisión parlamentaria del Congreso que investigaba la financiación ilegal del PP. Muchos diputados todavía recuerdan sus respuestas con salidas de tono y comentarios machistas. En su comparecencia aseguró que no había corrupción entre empresarios y políticos, a excepción de Catalunya en la etapa de Jordi Pujol: “Pedían el 3%, aunque a mí no me lo pedían, pero nos presentamos algunas veces y no ganamos ninguna adjudicación. Cuando no estaba CiU en la Generalitat sí que trabajamos, incluso durante el tripartito, o sea que algo raro pasaba”. 

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