Macroeconomía

Los grandes retos de la empresa catalana en 2025

Cataluña, con una economía abierta al exterior, se verá afectada por el proteccionismo de Trump

Empleados de una empresa catalana en un polígono de Cornellà.
4 min

BarcelonaLa resiliencia es la principal ventaja que tienen las empresas catalanas para hacer frente a los nuevos riesgos, sobre todo geopolíticos y comerciales, que se ciernen sobre la economía mundial. Se desprende del documento Análisis de riesgos y tendencias globales 2025 elaborado por Acció, la agencia de la Generalitat destinada a la promoción económica de la empresa catalana.

Se trata de un extenso documento que analiza por dónde puede ir la economía este ejercicio, muy marcado por el inicio del mandato de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, lo que puede profundizar en tendencias que ya venían de antes, como la guerra comercial y el proteccionismo, o las tendencias inflacionarias, entre otros.

Acción, en su documento, cree que Trump irá hacia una política más transaccional, sin distinguir entre aliados y adversarios, fomentando una política aislacionista y proteccionista, que acentuará la fragmentación. Uno nuevo orden mundial que hace prever que Estados Unidos mantendrá el foco puesto en China y se acentuará la guerra comercial; mientras en Europa se vislumbran cambios en el apoyo de la primera potencia mundial en Ucrania.

La hegemonía de China y Estados Unidos se verá cada vez más contestada por actores regionales al alza. Un ejemplo son los denominados BRICS+, un movimiento que ya cuenta con nueve países que representan el 45% de la población mundial y el 37% del PIB global.

Reducción del comercio mundial

El comercio mundial se encamina hacia una reducción y reorientación de sus flujos por el proteccionismo. La industria puede ser el sector más afectado, especialmente los sectores de automoción, aéreo, siderurgia, química y farmacia. China se prepara para una guerra comercial con EEUU, aunque no se descarta que tras los primeros embates arancelarios, Trump y Xi Jinping acaben firmando un acuerdo comercial, como ocurrió en el primer mandato del nuevo presidente de EEUU. "Catalunya, al tener una economía abierta, se verá afectada", explica Antoni Fita, mánager de inteligencia estratégica de Acción. La conclusión del informe es clara: un aumento del 10% de los aranceles podría reducir en dos décimas (0,2 puntos) el PIB catalán.

La situación se agrava porque la inversión extranjera se ha estancado y fragmentado a escala mundial, al tiempo que planean posibles disrupciones sobre las cadenas de suministro a las empresas por la vulnerabilidad del transporte marítimo. Las principales rutas están afectadas por factores geopolíticos, medioambientales y de seguridad, como el conflicto de Oriente Próximo al mar Rojo, la sequía en el canal de Panamá o las consecuencias en el mar Negro de la guerra entre Ucrania y Rusia; y riesgos potenciales de bloqueo en el golfo Pérsico o en el estrecho de Taiwán.

La conclusión del informe es clara: "Las empresas catalanas tendrán que diversificar la exportación" y, si es necesario, abrir filiales en Estados Unidos y profundizar en el mercado europeo. Al mismo tiempo, habrá que aprovecharse de los nuevos acuerdos comerciales de la UE, como el que se ha llegado (pendiente de ratificación) con el Mercosur, y buscar nuevos mercados, por ejemplo en el sudeste asiático. La ventaja, dice el mánager de Acción, es que "la empresa catalana es resiliente, como ya se demostró a raíz del Brexit, o con el abandono del mercado ruso tras el inicio del conflicto en Ucrania. Las empresas catalanas que tenían negocios en Reino Unido o con Rusia han sabido adaptarse".

Retraso tecnológico

Las tensiones geopolíticas entre Estados Unidos y China se focalizan mucho en la tecnología. Y quien queda en evidencia es la Unión Europea, cuyo retraso amenaza su subsistencia industrial, porque está "muy retrasada respecto a Estados Unidos y China", indica el documento, que señala que la muestra es el Plan Draghi, que cifra en 800.000 millones de euros al año (casi el 5% del PIB) la necesidad de inversión tecnológica de la UE.

"Catalunya, como el resto de Europa, es altamente dependiente en materias primas críticas y tiene una falta de competitividad tecnológica frente a las grandes empresas estadounidenses y chinas", indica el documento. La parte positiva: "[La economía catalana] Se está posicionando para afrontar estos retos", dice Acció, que pone por ejemplo la industria de la movilidad con la transformación de Seat, aterrizaje de Lotte o el D-Hub con Ebro y Chery en la Zona Franca. La parte positiva es que "Catalunya ha alcanzado la categoría de Strong Innovator", dice el documento. "Catalunya ha hecho un gran avance, pero queda mucho camino por recorrer, remacha Antoni Fita.

Emergencia climática y baja productividad

El estudio concluye que con la emergencia climática en Catalunya "es imprescindible acelerar la descarbonización". Pero los datos van en contra: las renovables sólo aportan un 6,4% de la energía primaria y menos del 19% de la generación eléctrica (cuando en España es más del 50%). La alerta es que "el bajo despliegue de energía renovable hace muy difícil sustituir a la energía nuclear que se dejará de producir en el 2030". El experto de Acción cree que la industria europea, y la catalana especialmente, tienen en la energía "un hándicap" que la hace "menos competitiva".

El otro gran problema que lastra la empresa europea y, especialmente, la catalana, es la baja productividad. Antoni Fita explica que para mejorar este aspecto, las empresas catalanas deben alcanzar mayor dimensión. Además, existen dos factores que juegan en contra de la productividad: la fragmentación de los mercados financieros europeos y el envejecimiento de la población, que "reduce la fuerza laboral y, por tanto, el talento, además de incrementar el gasto ".

Riesgos financieros

Por último, sobre la economía también planean riesgos financieros, en parte derivadas de las políticas anunciadas por Trump, que si aumenta el gasto, pero no sube impuestos, podría aumentar el endeudamiento. Esto llevaría a un aumento de la inflación y frenaría, e incluso podría revertir, las bajadas de tipos por parte de la Fed. La situación inflacionaria podría extenderse a Europa donde, con los dos motores principales –Alemania y Francia– en horas bajas, es necesaria una política monetaria que reactive la economía, es decir, tipos bajos.

stats