Crecimiento económico

El Pirineo lidera el crecimiento económico en Cataluña en el 2022

La recuperación de servicios como el turismo, el comercio y la restauración impulsó la economía catalana

3 min
El Vall d'Aran lideró el crecimiento económico en el 2022. En la imagen, la población de Bagergue.

BarcelonaLas comarcas del Pirineo, Gerona y el área metropolitana de Barcelona lideraron el crecimiento económico en Cataluña el año pasado. La economía del Principado cerró el 2022 consolidando la recuperación iniciada en el 2021 después de un 2020 marcado por la pandemia y una caída sin precedentes de la actividad económica, según datos delAnuario Económico Comarcal BBVA publicadas este martes.

De hecho, sólo dos de las 42 comarcas catalanas sufrieron el año pasado una bajada de la actividad económica medida por el valor añadido bruto (VAB), un indicador similar al producto interior bruto (PIB) con el que se mide el volumen de una economía. Concretamente, Noguera y Moianès sufrieron una reducción del VAB del 1,9% y el 2,8%.

En el otro extremo, Vall d'Aran lideró el crecimiento de la economía catalana, con un incremento del 12% de la actividad económica en sólo un año, seguida de la Alta Ribagorça y la Cerdanya, con un 9% y un 8,2%, respectivamente. De media, el VAB de Catalunya creció un 5,6%.

El responsable del informe del BBVA, el catedrático emérito de economía de la UAB Josep Oliver, ha destacado la "gran dependencia de la economía catalana de los servicios privados personales", como el turismo, la restauración, el comercio al por menor y el ocio. De hecho, estas actividades aportaron el 40% del crecimiento total de 2022, tras sufrir "un colapso sin precedentes" durante la pandemia, añadió, sobre todo por las restricciones para frenar los contagios de covid-19.

Son estos servicios los que explican el buen comportamiento de la economía en las comarcas del Pirineo, la costa y el área metropolitana de Barcelona. En el primer caso, cabe destacar que 2022 fue un buen año para las actividades de ocio y turismo en las comarcas de montaña, que se recuperaron "de los estragos de la crisis" causada por la pandemia. Asimismo, zonas como la Costa Brava, la Costa Daurada y Barcelona pudieron recuperar parte del turismo internacional y el final de las restricciones favoreció el gasto de la población local en actividades culturales, de ocio y en el sector de la restauración.

Sin embargo, Catalunya tiene, a juicio del catedrático, "una dependencia claramente excesiva" de este tipo de servicios, que provocaron un bajón de la economía mayor que la media europea cuando estalló la pandemia, pero que ahora ha permitido una mayor recuperación que la de los socios de la Unión Europea. Antes del cóvido, los servicios privados personales representaban entre un 35% y un 36%, cifra que todavía no se ha alcanzado. Oliver dice que la recuperación de estos sectores se debe a un retorno a las cifras anteriores, pero alerta de que si se excedieran los niveles precovido sería un elemento preocupante, ya que son un sector con unos niveles de productividad bajos y "muy intensivos" en mano de obra.

Precisamente, la buena marcha de estos sectores explica que 2022 haya sido "un año brillante" en cuanto a la creación de puestos de trabajo. Todas las comarcas "han superado los niveles de ocupación de 2019" durante el pasado año.

Pese a la dependencia de los servicios y el turismo, Oliver se ha mostrado "optimista" respecto a la situación actual de la economía catalana. "No somos conscientes del choque que supuso el cóvido", opinó. En este sentido, ha destacado que, desde 2010 –y con el bache lógico provocado por el cóvido–, las exportaciones de bienes al extranjero han alcanzado cuotas récord y el saldo positivo con el exterior ha sido una constante. Este efecto aún se agranda más si se añade el turismo, pero también los servicios de apoyo a la industria, financieros o de otros tipos, que se concentran sobre todo en Barcelona y municipios cercanos.

Sufrimiento en el sector primario y la industria

El sector primario fue el que más sufrió en el 2022, con datos negativos en todo el territorio por culpa de la sequía, que afectó a casi todos los cultivos, además de la crisis del sector porcino, que representa un 60% de la ganadería catalana. Sólo las comarcas gerundenses, con una caída del 2%, sufrieron un bajón del sector agrícola inferior al 10%, mientras que en la demarcación de Lleida el derrumbe fue del 22,5%.

Asimismo, según los datos del estudio, la industria también sufrió una reducción de la actividad, de media del 2% en Cataluña. Por el contrario, la construcción creció un 4,5% y los servicios, un 7,9% en el global del país.

stats