Energía

Las sanciones de Trump hunden al petróleo ruso

Rusia malviene el crudo que China e India dejan de comprar por las amenazas de Estados Unidos

Instalaciones petroleras rusas en una imagen de archivo.
21/11/2025
3 min

MoscúLas sanciones de Estados Unidos en las dos principales petroleras rusas, Rosneft y Lukoil, están provocando una caída más pronunciada de la esperada del precio del crudo ruso. Un mes después de que Donald Trump se decidiera finalmente a imponerlas, este viernes entra en vigor el grueso de las restricciones. Los productores rusos se apresuran a malvender sus barriles, frente a la prudencia de China e India, los dos grandes compradores, que ya han congelado la mayoría de pedidos por las amenazas de represalias de la Casa Blanca.

Las exportaciones de petróleo ruso por mar se han reducido un 20% en un mes. Si antes del anuncio de las sanciones Rusia enviaba unos 3,6 millones de barriles al día, una semana después, la cifra cayó hasta los 3 millones. Por ejemplo, un grupo de cinco refinerías indias, que comprende cerca del 65% del total del crudo ruso que se distribuye por vía marítima, ya han optado de forma preventiva por suspender las importaciones de diciembre. Y en China, dos compañías petroleras estatales también han cancelado casi la mitad de las operaciones en el puerto de Kozmino, en el extremo oriente ruso.

Como resultado, las empresas rusas están acumulando enormes cantidades de petróleo en barcos convertidos en instalaciones de almacenamiento flotantes. Según las estimaciones de JPMorgan, aproximadamente un tercio de las exportaciones de crudo de Rusia están atrapadas en el mar, es decir, 1,4 millones de barriles al día.

Otra de las consecuencias es que el precio del crudo ruso de referencia, Urales, ha llegado a desplomarse hasta los 36 dólares por barril en el principal puerto del Mar Negro. Es el nivel más bajo desde marzo del 2023. La diferencia entre el precio del barril de Brent –de referencia en Europa– y el del barril ruso también se ha duplicado desde la aplicación de las sanciones: en octubre era de 12 dólares y, con el hundimiento de los precios, se ha ensanchado hasta los 23, si bien en los últimos días.

El economista Sergei Vakulenko no se atreve a pronosticar si ese escenario se mantendrá a largo plazo. Desde su punto de vista, los compradores ahora "intentan averiguar si pueden seguir adquiriendo petróleo ruso" y "a través de qué esquemas". Explica que algunos están haciendo una pausa, mientras que otros no han dejado de comerciar, pero han añadido a la ecuación intermediarios adicionales, lo que ha hecho crecer momentáneamente el margen entre el crudo ruso y el del resto de productores internacionales.

Si aumenta la presión estadounidense sobre China e India con aranceles prohibitivos, y el Kremlin no es capaz de compensar el bloqueo a través de vías alternativas de distribución, como la llamada flota en la sombra o los oleoductos, el impacto sobre las arcas rusas podría ser sustancial. Algunos expertos calculan que las exportaciones podrían descender hasta los 2,8 millones de barriles al día, muy lejos de los casi 5 millones que se vendían antes de la guerra.

La economía rusa sufre

El presupuesto estatal ruso, que depende en buena parte de los ingresos de los hidrocarburos, se elabora con la previsión de que cada barril de petróleo se vende a 70 dólares. El gobierno ya había rebajado esta expectativa hasta los 60 dólares por la caída de los precios del petróleo en primavera, la prohibición de la flota en la sombra por parte de los países occidentales y las sanciones de Joe Biden a otras dos grandes petroleras rusas, Surgutneftegas y Gazprom Neft, al término de su mandato. Las ganancias energéticas disminuyeron un 21% entre enero y octubre en comparación con el mismo período del año pasado, y ahora este panorama podría incluso empeorar.

El Tesoro estadounidense ya ha cantado victoria esta semana asegurando que sus sanciones están teniendo "el efecto previsto de reducir los ingresos de Rusia" y, por tanto, "la capacidad del país para financiar su esfuerzo bélico contra Ucrania". Ahora bien, aunque Vladimir Putin destina alrededor de un 40% del presupuesto a pagar la guerra, los expertos dudan de que las pérdidas ocasionadas por el petróleo condicionen las decisiones del presidente ruso en el frente.

Vladislav Inozémtsev, también economista, es contundente: "ningún estado de la economía rusa, sea cual sea, será motivo para poner fin a la guerra. Ni las sanciones, ni los déficits presupuestarios, ni la falta de dinero, ni una reducción de las exportaciones de petróleo impedirán a Putin seguir llevando a cabo esta agresiónAl contrario, Inozémtsev cree que el presidente ruso encontrará la manera de aumentar aún más el gasto militar. Uno de los escenarios más factibles para paliar el déficit presupuestario es una subida de los impuestos, un extremo que el líder del Kremlin había negado en campaña, pero al que se podría ver arrastrado si la situación económica sigue degradándose.

stats