BarcelonaPor suerte el porcentaje de hipotecas a tipo fijo es cada vez mayor –un 63% de las nuevas–, pero si el presidente de EEUU, Donald Trump, no cambia de política económica –lo que no parece que tenga que ocurrir– los que tienen el préstamo a interés variable pueden quedarse con las ganas de nuevas rebajas en la cuota que pagan. Esto también afecta a aquellos que prevén pedir un préstamo en las próximas semanas.
![Fábrica de aluminio Alcoa en Szekesefehervar, Hungría.](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 16 9"%3E%3C/svg%3E)
La razón es que, con sus idas y venidas —ahora te pongo un arancel, ahora te lo saco—, el efecto final, además de los altibajos que provoca en las bolsas, será que subirán los precios de muchos productos para los consumidores, incluidos los de EEUU. El efecto de ello será una inflación más disparada, es decir, la subida del nivel general de los precios y, para que se me entienda bien, el de la cesta de la compra.
El Banco Central Europeo (BCE) ha recortado los tipos de interés seis veces desde junio del año pasado, coincidiendo con la moderación de los precios; y se esperaba que lo siguiera haciendo. Pero el escenario de creciente incertidumbre dificulta prever que pueda haber más recortes. La principal referencia de las hipotecas a interés variable, el Euribor diario a un año, refleja los miedos de que los recortes de los tipos de interés puedan estar llegando a su fin o, al menos, a una etapa de estancamiento.
En caso de que Trump cumpla sus amenazas, podríamos vernos en un contexto de precios al alza. Y si este indicador se aleja del objetivo del BCE del 2%, ya sabemos qué ocurre: encarecimiento del precio del dinero para frenarlo. Esto no es bueno ni para quienes tienen la hipoteca a interés variable ni para quienes aspiran a firmarla.
Todo dependerá de los pasos que siga dando Trump. Ya está demostrado en situaciones anteriores que los aranceles dañaron la economía y elevaron la inflación. Quizá Trump, ante la inquietud de los propios votantes, se lo acabe repensando. Y así el resto podremos seguir disfrutando de la bajada del precio del dinero que estaba previsto.
