Vuelve la austeridad precovid: la UE prevé cerrar el acuerdo de las reglas fiscales "en los próximos días"
La posición de Alemania y los frugales prevalece, y los Veintisiete negocian los flecos de unas normas que acabarán con la flexibilidad de los últimos años
BruselasParecía que las épocas de austeridad en la Unión Europea podían pasar a mejor vida y especialmente los socios europeos del sur dejarían de sufrir por los temidos hombres de negro de Bruselas. Con la crisis derivada de la pandemia, la UE acordó suspender temporalmente las reglas fiscales hasta 2024 y la Comisión Europea lideró políticas económicas expansivas. Es decir, justo lo contrario de la receta de austeridad impuesta por el ejecutivo comunitario y la excancillera alemana Angela Merkel con la crisis financiera de 2008, cuyas consecuencias se alargaron en el tiempo de forma excepcional.
Pese a la presión de países como España, Italia o Francia, la posición de Alemania y los conocidos como los frugales (Países Bajos, Dinamarca, Austria y Finlandia) ha vuelto a prevalecer. Este blog ha logrado que los Veintisiete ya negocien los flecos de unas normas fiscales más estrictas que acabarán con la flexibilidad de los últimos años. Ahora bien, la vicepresidenta y ministra de Economía española, Nadia Calviño, ya descartó que este viernes cierren el acuerdo definitivo y dijo que espera que llegue "en los próximos días".
Uno de los escenarios más probables es que se celebre un encuentro excepcional de ministros europeos de Finanzas los días 18 y 19 de diciembre, justo después de la reunión de jefes de gobierno y de estado de los Veintisiete de jueves y viernes que viene. "Ya casi lo tenemos. Esta noche no ha sido posible finalizar todas las consultas pendientes de naturaleza técnica, política y legal, pero llegará en los próximos días", ha dicho Calviño, quien quiere ponerse la medalla de haber impulsado un acuerdo sobre la reforma de las normas fiscales durante la presidencia española de turno del Consejo de la UE y antes de abandonar la Moncloa por ser la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones.
Ahora bien, ¿a qué precio conseguirá cerrar el acuerdo Calviño? Fuentes diplomáticas españolas defienden que su última propuesta es equilibrada, pero la realidad es que el consenso alcanzado recoge la principal exigencia de Berlín: que los estados miembros más endeudados, como España, tengan que reducir de forma obligatoria esta deuda cada año. Concretamente, los países que tengan una deuda por encima del 90% de su producto interior bruto (PIB, el indicador que mide la actividad económica) tendrán que reducirlo de media cada curso un punto porcentual de su PIB, y los que lo tengan entre el 60% y el 90% tendrán que disminuirlo en 0,5 puntos porcentuales.
Además, Alemania y sus socios habituales han conseguido añadir otro objetivo fiscal que no estaba incluido en la anterior normativa. No será suficiente con registrar un déficit inferior al 3%, sino que la Comisión Europea también deberá asegurarse de que los ajustes fiscales de los estados miembros continúan hasta alcanzar un déficit del 1,5% de su PIB en circunstancias normales. Este ajuste debería ser seguramente del 0,5% del PIB cada curso.
Sin embargo, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, llegó al encuentro de este jueves con una nueva exigencia y pidió que para los países que se comprometan a llevar adelante un conjunto de inversiones y reformas de ajuste estructural se reduzca el porcentaje obligatorio de disminución del 0,5% del PIB al 0,3%. Sin embargo, Alemania de momento se opone en redondo.
La Comisión Europea calculó en sus últimas previsiones económicas que el déficit de España en 2024 será del 3,2% ligeramente por encima del máximo. En cuanto a la deuda, España sigue siendo uno de los países con una peor cifra, que se eleva hasta el 107,5% del PIB. Sin embargo, el ejecutivo comunitario estima que España continuará con la línea descendente y lo reducirá hasta el 106,5% en 2024 y se mantendrá en estos porcentajes en 2025.
Sanciones más bajas
Uno de los puntos en los que sí habrían cedido los socios europeos más favorables a la austeridad es el de las sanciones económicas que puede aplicar Bruselas a los países incumplidores, tal y como pedían España, Francia o Italia. Así pues, se impondrán multas más bajas y que tendrán que pagarse de forma semestral.
De hecho, con las anteriores normas fiscales las sanciones eran tan elevadas que en la práctica no se acababan aplicando y los dossieres sancionadores se quedaban en amenazas. Eso sí, pese a ceder en las cantidades de las multas económicas, Berlín, Viena y Amsterdam han logrado retirar el límite de sanciones acumuladas que en un principio había puesto sobre la mesa la Comisión Europea.
Por otra parte, a la hora de evaluar si es necesario o no abrir un expediente sancionador a un Estado miembro se tendrá sobre todo en cuenta el exceso de déficit y la deuda será sencillamente un factor agravante. Uno de los mitigadores será, por ejemplo, la inversión en defensa, que hace tiempo que la Comisión Europea trata de potenciar, especialmente desde el inicio de la invasión rusa y la necesidad de seguir apoyando armamentístico a Ucrania.