Cuentas públicas

Nueve décadas sin un ministro catalán de Economía o Hacienda

El último titular catalán de alguna de estas dos influyentes carteras se remonta al año 1933

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Luis de Guindos en la jornada de economía de s'Agaró.

BarcelonaLa última vez fue durante el segundo gobierno de Manuel Azaña, que terminó en 1933. Desde entonces y hasta el inicio de la Guerra Civil, en años convulsos, se sucedieron 16 gobiernos. Durante la Guerra Civil, el gobierno republicano formó cinco ejecutivos distintos. Durante las décadas de plomo del franquismo, otros 16 gobiernos se alternaron bajo la presidencia del dictador. Con la muerte de Franco, cinco gobiernos se sucedieron hasta que la UCD dejó paso al PSOE de Felipe González. Felipe formó cuatro gobiernos en sus años en el poder, a los que siguieron dos de Aznar (PP) y otros dos del PSOE con Zapatero. Rajoy, en el regreso del PP, formó otros dos y Pedro Sánchez ya encadena 3. Ahorre la suma: en total han sido 55 gobiernos consecutivos sin que haya habido un solo ministro de Economía o de Hacienda que fuera catalán.

Hablábamos del segundo y fugaz gobierno de Azaña porque fue entonces que el vendrellense Jaume Carner fue ministro de Finanzas, cargo que ostentó entre 1931 y 1933, 18 meses pelados en total. Desde entonces, las cifras son imponentes: 55 gobiernos y 100 años sin un solo catalán en este cargo decisivo para la economía pública. Si echamos aún más atrás, los números son igualmente sorprendentes: desde 1920 ha habido 65 nombramientos en las carteras de Economía y Hacienda, que han recaído en 59 personas. Tres de ellas eran catalanas: el citado Carner, Joan Ventosa (dos meses en el 31) y Francesc Cambó (siete meses entre 1921 y 1922). Son 27 meses con ministros económicos catalanes en casi 125 años.

El cálculo ha tomado relevancia esta semana, una vez Pedro Sánchez ha anunciado el gobierno con el que afronta la nueva legislatura. Nadia Calviño, gallega, seguirá en Economía, mientras que María Jesús Montero, andaluza, continuará en Hacienda. Estas procedencias, sumadas a los madrileños, conforman el grueso de los ministros económicos: 18 procedían de la comunidad de la capital del Estado, 10 eran andaluces, y otros siete gallegos: 35 del total de 59, un amplio 60%.

La anomalía estadística es evidente en el caso catalán: el Principado es una comunidad que representa el 20% del PIB español, el 16% de la población o el 24% de las exportaciones, con datos de 2022. Pero los ministros económicos catalanes, tanto de Economía como de Hacienda (carteras que no siempre han existido por separado, como ocurre actualmente), se han convertido en una criatura mitológica. "No tiene ningún sentido", constata Jordi Galí, catedrático de la Universidad Pompeu Fabra y economista reconocido mundialmente. "Y la situación se extiende a los presidentes del gobierno", añade. (En efecto, los dos últimos, Estanislau Figueras y Francesc Pi i Margall, se remontan al año 1873; entre ambos sumaron cuatro meses y 38 días al cargo.)

La ausencia de ministros económicos catalanes se hace especialmente curiosa por el hecho de que los economistas procedentes de España que son más reconocidos internacionalmente han sido tradicionalmente catalanes. “Hay una hegemonía muy clara”, afirma el propio Galí, quien explica que “desde los 60 y 70 no cabe duda de que los mejores economistas han sido catalanes y todavía hoy los mejores economistas españoles que están en el extranjero también lo son ”. Este catedrático recuerda que entre estos profesionales existen rankings como el Repec, basado en publicaciones y citas, que permite objetivar esta impresión.

El también economista y exconseller de Economia Andreu Mas-Colell daba en su día una explicación a esta situación. "Los ministros salen de los grandes cuerpos funcionariales del Estado, que tienen pocos catalanes", y apuntaba que esto responde a que "históricamente ha habido poca propensión a ir a vivir a Madrid". Galí refrenda esta opinión: “En Cataluña, la economía es una profesión restringida al mundo económico; los no catalanes tienen opciones en la política, el policy making, en instituciones como el Banco de España”.

La gran esperanza blanca

¿Puede romperse la abrumadora falta de ministros económicos catalanes a corto plazo? Diferentes fuentes apuntan a que si Nadia Calviño es nombrada presidenta del BEI, Sánchez la sustituirá al frente de Economía. Entre los candidatos que han sonado en los últimos tiempos se encuentran el ministro José Luis Escrivá (manchego) o Manuel de la Rocha (madrileño). Pero también un catalán ha aparecido en alguna quiniela: hablamos de David Vegara, nacido en Barcelona, ​​históricamente vinculado al PSC y actualmente consejero del Banc Sabadell.

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