Ganadería

Riesgos, temores y consecuencias de la enfermedad que amenaza a todas las granjas de vacas de Cataluña

Los ganaderos de vacuno temen que la dermatosis nodular contagiosa se esparza fuera de los focos gerundenses, mientras el precio de la carne y la leche se mantiene, de momento, estable

Veterinarios administrando vacunas contra la DNS en las granjas gerundenses.
25/10/2025
6 min

GeronaEl brote de dermatosis nodular contagiosa (DNC) que, de momento, afecta diecisiete granjas de vacas del Alt Empordà y una del Gironès, tiene todos los ganaderos de vacuno de Cataluña con el corazón en un puño. Mientras avanza la campaña de vacunación del departamento de Agricultura y Ganadería a 50 km en la redonda de los focos de la enfermedad, el sector vive días de "miedo" y "angustia", y espera que el virus no se esparza y ​​la situación no se agrave aún más. Paralelamente, los mercados se mantienen estables, con cierta "calma tensa" del precio de la leche y la carne de ternera, a la expectativa de saber qué repercusión tendrá en las próximas semanas la desaparición, de un día para otro, de las cerca de 2.000 cabezas de ganado que ya se han tenido.

Diariamente se producen reuniones entre la administración y el sector, al tiempo que sesenta equipos de veterinarios públicos y privados administran alrededor de 7.300 vacunas diarias de media a los radios afectados, que se extienden desde la frontera con Francia hasta la Catalunya Central. Primero se vacunan las explotaciones de vacas de leche y de carne, que son resultado del trabajo genético de muchas generaciones y, en último lugar, las de terneros de engorde que, dentro del mal trago que supone un vacío sanitario, son más fáciles de sustituir con una nueva ternera. Imma Puigcorbé, ganadera y veterinaria que se ha implicado a fondo en las vacunaciones, describe así el día a día de las últimas semanas: "Cuando llegas a una granja, te esperan como si fueras un milagro. Los ganaderos están muy asustados, tienen miedo y quieren vacunarlo lo antes posible para evitar. ganas".

Desafío para que se extienda por todas partes: "Estamos angustiados"

El principal temor de los ganaderos de Catalunya y del resto del Estado es que la enfermedad, que es extremadamente contagiosa y contagia por contacto directo o por vectores, se extienda. Una mosca, mosquito o tábano infectado puede volar distancias de 5 o 10 kilómetros, pero es fácil que puedan cubrir grandes territorios si entran en camiones en movimiento de cualquier tipo de ganado. El brote comenzó a principios de verano en Italia, en la isla de Cerdeña, con 47 focos, entonces saltó a Lombardía, a muchos kilómetros de distancia y en julio ya surgieron los primeros casos en la región fronteriza de Saboya, en Francia. Desde entonces, el país galo acumula más de 80 focos desde el verano, algunos en la Catalunya del Nord, con una separación de más de 100 kilómetros del origen: "Nos preocupa que ocurra lo mismo aquí. Estamos vacunando más rápido que en Francia, pero hay factores que no podemos controlar; la enfermedad da unos saltos que nos dejan desconcertados", advierte de Asoprovac, asociación que agrupa a 250 explotaciones de vacas de Cataluña.

El Segrià, lejos de los casos gerundenses, es la comarca catalana con más granjas de vacas, unas 700, y los ganaderos viven la situación con inquietud: "No es lo mismo que tener huecos sanitarios junto a casa, pero estamos angustiados, seguimos las actualizaciones del departamento y tenemos la incertidumbre que, en cualquier momento, tenemos la incertidumbre de engorde con 800 terneros en Massoteres (Lleida). "Pedimos que se agilice la vacunación y que quede todo el territorio cubierto", manifiesta.

Más allá de esperar la vacuna, que tarda 21 días en completar la inmunidad, los ganaderos de vacas pueden llevar a cabo medidas preventivas como desinfectar a los animales e intentar que no lleguen moscas, mosquitos o tábanos con perímetros limpios de paja mojada o heces. También es necesario controlar la entrada y salida de camiones y las visitas y el personal debe ir vestido con ropa desechable.

La vacuna contra la DNC tarda 21 días en completar la inmunidad.

El precio de la carne de ternera, tres semanas estancado

En este contexto de incertidumbre, en los últimos días la dinámica comercial de compra y venta de carne de ternera se ha mantenido estable, pero con cierta prudencia. En Lleida, el único palco nacional de Catalunya, situado lejos del foco, pero vinculado con mataderos gerundenses –que siguen en marcha–, cada semana se reúnen productores y compradores para fijar precios. Tras unas semanas de subida debido a la falta estructural de carne de ternera, desde la aparición de la enfermedad, los precios se han estancado. "Puede ocurrir que, una vez controlado el brote, el precio siga subiendo por falta de oferta, o que baje si se cierran líneas de exportación y el mercado nacional debe absorber toda la oferta", vaticina Violeta Sancho, analista del mercado vacuno de Mercolleida. Y añade: "El ciclo de producción de un becerro es muy largo, así que los animales que ahora se sacrifican repercutirán en la producción dentro de un año".

Tal y como marca la normativa europea, el ministerio de Agricultura y Alimentación ha prohibido la exportación de rebaños en vivo, que hasta ahora tenía como principales compradores a Marruecos o Líbano. Tampoco llegan importaciones de animales de Francia, donde también está prohibido el tráfico en vivo, y la carne en canal por el momento circula por las fronteras sin restricciones.

Igualmente, no ha caído la demanda de carne de ternera entre los consumidores, que no han reaccionado con miedo o escepticismo ante las noticias de vacunaciones y sacrificios. Autoridades y expertos se han esforzado en repetir reiteradamente que la dermatosis no es peligrosa para las personas y nunca se ha detectado un contagio por contacto o ingesta de carne y leche. Sin embargo, aunque no existe peligro, el sector también asegura que ningún animal enfermo pasará por el matadero.

La pérdida repentina de miles de litros de producción de leche

La situación es similar en el sector de la leche, que ha mantenido fija su cotización en torno a los 50 céntimos el litro. Eso sí, las empresas, tengan o no explotaciones infectadas, se muestran muy preocupadas: "Vivimos la peor crisis que hemos tenido nunca en nuestro sector. El miedo es generalizado", afirma Jordi Riembau, presidente de la cooperativa Llet Nostra, que agrupa a unos 100 ganaderos de toda Cataluña. Con todo, Riembau confía en que no se llegará a un escenario catastrófico: "La enfermedad está muy concentrada, así que de momento es muy difícil que nos quedemos sin leche y no creo que lleguemos a tener campos positivos dando producción". Las empresas lácteas que trabajaban con las granjas que han tenido que sacrificar a sus animales, en pocos días han perdido un volumen de unos 300.000 litros de leche mensuales pero como no dependían estrictamente, han podido continuar con normalidad su operativa productiva.

El precio de mercado de la leche no se ha visto alterado, pero a los productores de las zonas afectadas sí se les ha encarecido el trabajo de su día a día: "La enfermedad ha roto la rueda, tenemos más gastos y se nos reduce la productividad. Hay muchos servicios que hemos tenido que anular, como el de podología . podales", explica Jordi Cros, ganadero de Peralada que ya tiene vacunado su rebaño.

Los expertos avalan las medidas: "Se necesitan vacíos sanitarios"

La dermatosis modular contagiosa muestra una sintomatología bastante evidente, con animales con fiebres muy altas, a 41 o 42 ºC, que quedan apáticos, dejan de comer, tienen secreciones nasales y nódulos en la piel visibles a la vista. Se trata de una enfermedad presente en África o Asia, que ha entrado en contadas ocasiones en Europa: "Es preocupante, porque normalmente no la tenemos y, por eso, cuando se detecta es necesario aplicar medidas radicales como los vacíos sanitarios, para evitar que se convierta en endémica", defiende Mariano Domingo, catedrático de sanidad y de anatomía animales de la Universidad Autónoma. Y añade: "En enfermedades como éstas no se hace una prevención porque se espera que no entre y, simplemente, en el momento que llega, se confía en medidas de vacunación y contención en fronteras para frenar movimiento de animales".

Así lo marcan las pautas y protocolos de la Unión Europea, que son iguales para todos los países: "Hay que llegar al 90% de explotaciones y al 75% del censo vacunado en el foco, entonces, la Generalitat y el ministerio podrán pedir a Bruselas cambiar de fase y ya no habrá que hacer vacíos sanitarios, vicepresidente del Consejo General de Colegios Veterinarios de España. En estos momentos, el departamento ya ha vacunado al 80% de los animales que se encuentran en el primer radio de protección.

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