Multa millonaria de Francia a Google y Shein por saltarse el consentimiento de los usuarios
El organismo que regula el negocio digital impone una sanción de 325 M€ en el buscador y de 150 M€ en la plataforma de moda
BarcelonaMayor presión contra las grandes multinacionales tecnológicas. Francia ha multado al buscador Google con 325 millones de euros por mostrar publicidad en el correo de los usuarios de Gmail sin su acuerdo y por aplicar las cookies (cookies en inglés, los pequeños archivos de texto que se utilizan para rastrearte cuando utilizas una página web) sin un consentimiento válido, y ha hecho lo mismo con la plataforma deultra fast fashion Shein, a quien ha sancionado con 150 millones también por imponer estas galletas sin el visto bueno de los internautas y por no informarles correctamente.
En un comunicado, la Comisión Nacional de Informática y Libertades (CNIL) ha destacado que estas sanciones se enmarcan en la estrategia global que aplica desde hace más de cinco años sobre las galletas, que muy a menudo se utilizan para enviar publicidad de forma selectiva a los visitantes de una web. En el caso de Google, el organismo francés justifica la sanción, en primer lugar, porque a los usuarios de la aplicación de mensajería Gmail les aparecen pestañas de promociones y redes sociales con anuncios que se muestran en forma de mensajes. Según la CNIL, para mostrar esta publicidad debería pedirse un consentimiento previo.
Además, Francia también reprocha al gigante estadounidense de internet que cuando un usuario crea una cuenta en Gmail se le incita a elegir publicidades personalizadas en vez de otras más genéricas y no se le informa claramente de que sus servicios están condicionados en las cookies publicitarias. Es decir, que el consentimiento que obtiene del internauta no es válido. Aparte de la multa de 325 millones de euros, se ha dado un plazo de seis meses a Google para que corrija esta situación y, si no lo hace, tendrá que pagar 100.000 euros por cada día de retraso. La suma de las multas tiene en cuenta el número "muy elevado" de personas que utilizan estos servicios, porque la CNIL ha cifrado en más de 74 millones las cuentas de los usuarios residentes en Francia, de las que a 53 millones les ha aparecido publicidad en las citadas pestañas.
La trampa de las galletas
En el caso de Shein, la autoridad digital francesa estima que la plataforma de moda incumplió diversas obligaciones a la hora de aplicar ciertas galletas sin el consentimiento de los internautas. Concretamente, considera que no respetó sus elecciones porque no les informó correctamente, una práctica que el organismo ya ha sancionado en numerosas ocasiones. Así pues, la CNIL ha constatado que en los equipos desde los que se accedía a la web de Shein quedaban registradas las galletas desde el momento en que se producía la conexión, antes incluso de que los usuarios pudieran elegir cuáles aceptaban y cuáles no.
El organismo subraya el "carácter masivo" de esta práctica, porque la página web de Shein recibe 12 millones de visitas al mes de personas residentes en Francia. Sin embargo, dado que la compañía china ha modificado su plataforma, el regulador no consideró necesario imponerle medidas adicionales para corregir estas prácticas.