Energía

Tormenta perfecta en junio: la generación eléctrica con gas se dispara

El precio del gas sextuplicará el de antes de la pandemia y se mantendrá alto por bastante tiempo, según la AIE

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Planta de ciclos combinados de gas en Sant Adrià de Besòs.

BarcelonaLos ciclos combinados de gas natural para producir electricidad trabajaron como nunca en el mes de junio. Después de meses en los que el peso más importante de la generación eléctrica correspondía a la nuclear o a la eólica, en el mes de junio la producción con gas llegó a cuotas nunca logradas, de casi el 30% de la generación, según datos de Red Eléctrica.

Una gran parte de este fenómeno se debe a la ola de calor, que disparó la generación eléctrica con gas precisamente cuando este hidrocarburo es más caro. La situación se está repitiendo con la nueva ola de calor. Hace una semana, el miércoles día 6, la generación eléctrica con gas fue del 15,1% del total, cuando este miércoles ha superado el 44,2%, según los datos de Omie –el operador del mercado ibérico de electricidad.

En junio aumentó la electricidad generada con gas justamente en un mes en el que la demanda eléctrica volvió a crecer, un 2,8%, después de seis meses a la baja, empujada en gran parte por la gran ola de calor. Un mes, junio, en el que entró en vigor el tope al precio de gas para producir electricidad y en el que, además, España se convirtió en exportadora neta de electricidad, especialmente en Francia.

Según los datos de Red Eléctrica, en el mes de junio los ciclos combinados produjeron el 28,5% de la electricidad generada en España y relegaron de este modo la nuclear al segundo lugar, con un 19,2%. La eólica, en un mes con poco viento, solo aportó un 15,7% de la electricidad generada, una situación similar a la de junio del año anterior. La otra gran renovable, la solar fotovoltaica, aportó un 13,6% del total de electricidad generada. De este modo, la fotovoltaica es la fuente de electricidad que más crece, puesto que los 3.172 GWh producidos en junio significan un 36,5% más que el mismo mes del año anterior.

A pesar del crecimiento del gas en junio, en el primer semestre la primera fuente de electricidad fue la eólica, con un 22,7% del total, seguida de los ciclos combinados de gas (20,7%), prácticamente empatados con la nuclear (20,4%). Durante los seis primeros meses la fotovoltaica aportó poco más del 10% de toda la electricidad.

El peso de la ola de calor

El incremento del uso del gas en junio obedece a varios factores, según fuentes del sector. Por un lado, el aumento de la demanda eléctrica por la ola de calor, combinada con la baja hidraulicidad por la sequía, la falta de viento, que hizo caer la generación eólica, y la calima, que impidió una buena producción fotovoltaica. Por el otro, a estos factores se suma el hecho de que Francia importa más electricidad que nunca de España por los problemas con sus centrales nucleares.

Ante esta situación, que encarece sin tregua el recibo de la luz, el vicepresidente del Clúster de la Energía Eficiente de Catalunya, Joaquim Daura, indica que poca cosa se puede hacer además de "racionalizar el consumo de energía, tratar de ahorrar y usar la energía de la forma más eficiente posible".

Este aumento del uso del gas para hacer electricidad encarece el precio final de la factura, a pesar del tope al precio del gas. La excepción ibérica ha permitido que los precios no sean todavía más altos. El precio de media marcado este miércoles para el mercado es de 159,45 €/MWh. A este precio se tiene que sumar la compensación a las centrales de ciclo combinado por el tope del gas, que son 156,31 €/MWh. Así, el precio real de media queda en 315,76 €/MWh, que a pesar de estar en máximos, es un 9,6% inferior al precio que tendría sin el tope al gas, que sería de 349,41 €/MWh.

Previsión de precios altos y oferta insuficiente de gas

Por lo tanto, la producción de electricidad con gas va al alza, a pesar de que se prevé que este combustible, a raíz de la guerra de Ucrania, mantendrá los precios muy altos por un periodo largo de tiempo, según las estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía.

Este organismo emitió un informe esta misma semana en el que explica que los precios del gas en el mercado holandés TFF, que sirve de referencia en Europa, no solo sextuplicaran este año los que había en 2019, antes del comienzo de la crisis del coronavirus, sino que en 2025 seguirán siendo prácticamente del triple que entonces.

Los autores del informe han elaborado un escenario de base en el que la UE disminuirá las compras de gas ruso por gasoducto alrededor del 55% entre 2021 y 2025. Pero también prevén otro escenario alternativo en el que este recorte podría llegar al 75% por las grandes incertidumbres que hay, en particular ante la posibilidad de que Moscú cierre todavía más los grifos, como ya lo ha hecho estos últimos meses en varios países, entre los cuales Alemania.

En este contexto, no es extraño que este año el incremento en la oferta global de GNL sea insuficiente para responder a toda la demanda procedente de Europa. La paradoja es que el aumento de la oferta de gas natural se retardará, puesto que los precios bajos del gas y del petróleo a mediados de la década pasada provocaron una reducción de las inversiones en nuevas capacidades y esto tardará en revertirse.

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