El aumento de la venta de energía a Francia pone en el punto de mira el tope del gas
Las eléctricas sostienen que la exportación "diluirá" la excepción ibérica, que reconocen que abarata el precio final de la luz
MADRIDEn un contexto normal, España compraba más energía de la que vendía a Francia, a quien históricamente le ha comprado electricidad producida en las centrales nucleares. La situación, sin embargo, empezó a cambiar a finales del 2021, cuando las exportaciones al país vecino pulverizaron todos los récords. Una tendencia que se acentuó con el estallido de la guerra en Ucrania y que ahora las eléctricas prevén que se mantenga "a niveles máximos" por la aplicación del tope del gas o "excepción ibérica". Un hecho que desde el sector aseguran que "diluirá" el efecto del tope sobre el precio del mercado eléctrico español.
En diciembre del 2021, las exportaciones de energía de España a Francia llegaron a los 1.476 GWh, una cifra récord. Meses después, estas compras de electricidad española por parte del país galo se han mantenido altas, hasta el punto que están al 100% de la capacidad que ofrece la red. A guisa de ejemplo, mañana martes España exportará 1.300 MWh (la capacidad máxima), mientras que importará 0 MWh, según datos publicados este miércoles por el operador del mercado ibérico (OMIE). "[Las interconexiones con Francia] han funcionado de forma ininterrumpida y han llegado a una saturación máxima en el sentido exportador", ha apuntado este lunes el director de regulación de Aelec –asociación formada por Iberdrola, Endesa y EDP España– Pedro González, que ha anticipado que esta venta se multiplicará por cinco y logrará el máximo nivel posible: unos 25 terawatts por hora (TWh) anuales, es decir, el 10% de la demanda energética en España. Una cifra que dista mucho las exportaciones "normales": 5-6 TWh anuales.
Para la patronal de las eléctricas, este escenario no solo se explica porque Francia está viviendo una parada de gran parte de sus centrales nucleares, una situación sin precedentes, sino también porque el país vecino ve muy atractivo el precio español, en particular del gas, inferior al coste francés (hay que recordar que el tope de los 40 euros/MWh solo se aplica a la península Ibérica). A ojos del sector, el problema es que para cubrir esta demanda francesa, España tendrá que producir más y, por lo tanto, necesitará utilizar más gas. "Supone activar unidades [de gas] que se destinarán a la exportación", ha dicho González este lunes. Para las eléctricas esto tiene un efecto directo sobre el tope y, en concreto, sobre la compensación. Como habrá que aumentar la producción, este combustible fósil, que es el más caro, tendrá un protagonismo más alto en el pool (mercado) eléctrico donde entran todas las tecnologías y, por lo tanto, la compensación será automáticamente más alta.
¿Francia paga?
Sí y no. Aquí, España habría querido ser más ambiciosa, pero Bruselas no lo vio del todo claro. El Estado había propuesto que el tope del precio del gas solo beneficiara el consumo interno y no la exportación, es decir, quería vender afuera la energía producida en España a un precio real, sin el efecto del tope. Finalmente, los consumidores franceses no solo pueden aprovechar la limitación del precio, sino que tampoco pagan la compensación, es decir, el dinero que se tienen que pagar a las centrales de ciclo combinado por la diferencia entre el precio del gas topado y el coste real. Ahora bien, es cierto que la compensación sí que cuenta con los peajes que pagan las comercializadoras, tanto francesas como españolas, para transportar la energía entre los dos países, los llamados ingresos de congestión, técnicamente difíciles de calcular, explican fuentes del ministerio de Transición Ecológica. A pesar de esto, desde el sector eléctrico creen que "no será suficiente" y, por lo tanto, los consumidores españoles, en particular los vinculados a la tarifa PVPC o tarifa regulada (49% del mercado), acabarán asumiendo el grueso de la compensación.
¿De dónde salen estos ingresos? Si en España aparece un precio más bajo que en Francia -son las circunstancias previstas con el tope- la comercializadora francesa que compre energía a España a través de la interconexión pagará el precio de Francia (más caro) y la española el más económico. La diferencia entre todos precios es el ingreso de congestión, que reducirá el coste de la compensación.
Impacto positivo
A pesar de todo, las mismas eléctricas reconocen que desde la entrada en vigor del tope del gas, el precio final que pagan los consumidores es menor, y llegará a una diferencia de hasta un 22% este sábado. Es decir, mientras que con el tope del gas el precio final del mercado eléctrico se situó en 212 euros/MWh (teniendo en cuenta la compensación), sin el tope se habría disparado a los 273,24 euros/MWh, según las estimaciones del sector eléctrico. De hecho, el gobierno español siempre ha mantenido que, a pesar de la compensación, el precio sería menor.
Esta diferencia, sin embargo, no ha sido tan positiva cada día. El arranque del mecanismo dejó una rebaja de la luz de un 6%, fruto, sin embargo, de una situación "atípica", como reconoce el mismo sector: una ola de calor que ha disparado la demanda, poca producción de energías renovables y un mercado internacional del gas tensado han provocado una participación sin precedentes de las centrales de ciclo combinado, es decir, aquellas que utilizan el gas, en el mercado eléctrico.
Con todo, mañana martes la luz se volverá a disparar, en línea con este lunes y a pesar del descenso del fin de semana. El precio del mercado mayorista eléctrico se situará a los 148 euros/MWh y hasta los 270 euros/MWh teniendo en cuenta la compensación (122 euros/MWh). Si no hubiera tope, el precio habría escalado hasta los 286 euros/MWh, es decir 16 euros/MWh más. La pregunta es si, teniendo en cuenta esta tendencia, se logrará el objetivo del gobierno de los 130 euros/MWh de media y, por lo tanto, la rebaja a la factura de la luz de entre un 15% y un 20%. Conseguirlo "implicaría una reducción del mercado mayorista del 30% al 40%", apuntan desde Aelec. "Si tenemos más renovables, el ahorro para el consumidor será más grande, pero es difícil de predecir", ha dicho González.
Revisión de los beneficios caídos del cielo
Con todo, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado libertad a Red Eléctrica (REE) para que pueda corregir, al margen de las tareas del organismo regulador, los errores que haya detectado en las liquidaciones provisionales de las compañías afectadas por la minoración del precio del gas del gobierno español (medida conocida popularmente como reducción de los "beneficios caídos del cielo"). Según la CNMC, en la liquidación del 2021 de las empresas afectadas por la norma "se registraron unos ingresos de 131 millones de euros" por el concepto de minoración del gas. Un dinero que el gobierno utiliza directamente para abaratar la factura de la luz. Red Eléctrica, que ha estado monitorizando esta liquidación, sostiene que hay errores y que revisará la liquidación.