La crisis de precios

La trampa de la inflación: ¿por qué nos debe seguir preocupando?

La tasa de variación interanual crece de nuevo hasta el 2,3% y la subyacente hasta el 6,2%

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Un surtidor de gasolina

BarcelonaLa inflación modera su crecimiento este julio, con un incremento del 0,1% respecto a junio, mientras que la variación interanual del índice de precios al consumo (IPC) se sitúa en el 2,3%, acercándose al 2%, el objetivo del Banco Central Europeo (BCE) para mantener a raya la ola inflacionaria, según los datos adelantados del IPC publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

"El dato adelantado del IPC de julio apunta a una progresiva estabilización de los precios", valoró la vicepresidenta económica en funciones, Nadia Calviño, mientras su ministerio destacaba que España sigue siendo uno de los países de la zona euro con una inflación más baja. Es la lectura positiva de unos datos que también dejan espacio a la preocupación: marcan el fin de la tendencia a la baja de los precios de los últimos meses.

Pese a su moderación, la variación mensual vuelve a encadenar dos meses al alza –venía de crecer un 0,6% en junio respecto a mayo–, mientras que la tasa interanual repunta después de dos meses a la baja y se sitúa a cuatro puntos por encima del incremento interanual de junio (1,9%). Además, la inflación subyacente –evolución de los precios sin los elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos– también vuelve a escalar, hasta el 6,2%, cuando llevaba cuatro meses descendiendo.

"El dato mensual me sigue preocupando: de los siete meses de este año, ha aumentado en cinco", advierte el secretario técnico del Colegio de Economistas de Catalunya, Àngel Hermosilla, pese a que fuera una dinámica esperable. Estos datos avanzados de la inflación de julio, que se publicarán el 11 de agosto en su versión definitiva, han llegado acompañados del comportamiento del PIB español en el segundo trimestre, y la lectura es similar: la economía sigue creciendo, pero muestra signos de desaceleración.

Carburantes y paquetes turísticos

Este comportamiento de los precios se explica principalmente por la subida de los precios de los carburantes, que descendieron en julio del año pasado, y porque el descenso del apartado de vestido y calzado ha sido menor que el registrado hace un año. También se debe a que los paquetes turísticos han subido más que en julio de 2022. En el otro lado de la balanza encontramos la electricidad y el gas, que descienden respecto a julio de 2022.

Justo hace un año, en pleno impacto de la guerra en los precios, la variación interanual de los precios se situó en el 10,8% en julio, el mayor incremento interanual de precios registrado desde septiembre de 1984. Entonces, la diferencia entre la variación anual y la mensual era enorme: la cesta de la compra se encarecía mucho en comparación con el año precedente –en el 2021 no existían efectos de la guerra sobre los precios– y se abarataba respecto al mes precedente, junio, que ya estaba fuertemente afectado por el impacto de la invasión rusa en el precio de las materias primas.

Desde ese julio, la inflación se ha ido moderando gradualmente con pequeños repuntes en enero, febrero, abril y julio, en línea con el descenso de los precios de la energía.

La nueva alza de los tipos, en el horizonte

Estos datos llegan después de que los bancos centrales, primero la Reserva Federales de Estados Unidos y después el Banco Central Europeo (BCE), sigan apretando el grifo del crédito con el objetivo de enfriar aún más la economía. El aviso está claro: todavía estamos lejos de acabar con la inflación. En el caso del BCE, volvió a aumentar ayer el precio del dinero, hasta el 4,25%. Pero, ¿qué impacto tiene esto en los precios?

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