Mireia Torres: "Sólo con un esfuerzo colectivo podremos hacer frente a la emergencia climática"

La historia de la Familia Torres se remonta al 1870. Desde entonces, la marca se ha consolidado con el trabajo de cinco generaciones que se han dedicado al vino y a la viña. El 2024 se convirtió en uno de los diez ganadores de los Premios BBVA a los Mejores Productores Sostenibles.

El compromiso con la sostenibilidad de Familia Torres se extiende con el programa Torres & Earth...

— Torres & Earth es el programa ambiental que puso en marcha mi padre el 2008 frente al aumento progresivo de las temperaturas. Recoge todas las actuaciones para la protección del medio ambiente y lucha contra el cambio climático. La inversión acumulada supera los 21 millones de euros. Queremos adaptarnos al cambio climático para hacer más resilientes nuestros viñedos y garantizar la calidad de nuestros vinos, mitigar el impacto ambiental y concienciar sobre la necesidad de actuar frente a la emergencia climática.

La autogeneración de energías renovables es uno de los puntos clave de ese compromiso.

— Es clave para reducir la huella de nuestros vinos y aumentar nuestra independencia de los combustibles fósiles. Todas nuestras bodegas se abastecen de energías renovables generadas en la propia bodega. Nuestra primera instalación fotovoltaica fue en 2008 en la bodega principal del Penedès. Con las últimas instalaciones, en marcha desde 2023, hemos cubierto más de la mitad de las necesidades energéticas de la bodega y hemos implementado otras fuentes de energía renovable, como la biomasa.

¿Cómo ha optimizado los recursos hídricos?

— En bodega recogemos prácticamente toda el agua de lluvia de los tejados, reutilizamos un 50% del agua para operaciones de limpieza, refrigeración y riego, gracias a una planta regeneradora de agua depurada que instalamos en 2016, y hemos mejorado la eficiencia de operaciones y procesos. Hemos reducido el consumo de agua un 18% desde 2016 y queremos reducirlo todavía más. En el viñedo intentamos trabajar en las nuevas plantaciones con variedades más adaptadas al cambio climático o con clones cualitativos que maduran más tarde y con portainjertos más resilientes a la sequía. También trabajamos en un proyecto con el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarios (IRTA) para aplicar algoritmos de riego que nos ayuden en la toma de decisión de cantidad y mejor momento de riego.

¿Las prácticas sostenibles afectan a sus vinos?

— ¡Por supuesto! Por ejemplo, la viticultura regenerativa nos permite recuperar la salud de los suelos, aumentar la biodiversidad y potenciar el equilibrio natural de los viñedos, lo que se traduce en vinos con mayor autenticidad y carácter. La recuperación de variedades ancestrales, como la moneu, nos permite elaborar vinos únicos, con cepas mejor adaptadas a las nuevas condiciones climáticas.

¿Qué ha supuesto para vosotros el reconocimiento de BBVA?

— Nos sentimos orgullosos de haber recibido este reconocimiento que ratifica y da visibilidad a nuestro compromiso con el medio ambiente. Lo hemos conseguido gracias al esfuerzo y dedicación de todos nuestros colaboradores y miembros de la familia. Nos motiva a seguir trabajando como siempre hemos hecho, con el máximo respeto por nuestro pasado, nuestra gente y nuestro entorno.

¿Y que lo haya hecho valorando su vino tinto ecológico Clos Ancestral?

— Es especialmente emocionante, puesto que Clos Ancestral es fruto de un largo proceso de investigación y recuperación de variedades ancestrales que inició mi padre en los años ochenta y que la quinta generación hemos impulsado con fuerza.

¿Cómo encara el futuro?

— Queremos ser una bodega de cero emisiones limpias en 2040 y para acelerar la reducción de emisiones de CO₂ hemos trazado una hoja de ruta. Nuestro Plan de Transición contempla catorce iniciativas, con base científica y mensurables, y marca la ruta más directa hacia nuestro objetivo. También persistiremos en la acción colaborativa porque queremos seguir inspirando a otras empresas del sector a sumarse a esta transformación con iniciativas como International Wineries for Climate Action (IWCA). Sólo con un esfuerzo colectivo podremos hacer frente a la emergencia climática.