Entrevista

¿Se puede aprender a ser más inteligente?

Conversamos con el profesor, divulgador y empresario Dani Sánchez-Crespo sobre su nuevo libro, 'Pensar más, pensar mejor'

4 min
Daniel Sanchez Crespo, director del Master en Creación de Videojuegos y profesor de la UPF Barcelona School of Management

BarcelonaDe todas las asignaturas que hizo Dani en la escuela, sólo una le cambió la vida, y hacia mejor. Era la clase de filosofía. Pero no el tipo de clase donde el profesor enumera a los grandes filósofos de la historia y los alumnos deben memorizar su teoría básica. No. El profesor omitió esta parte y se centró en enseñar a los alumnos las diferentes técnicas de pensamiento y la lógica argumental para poder utilizarlo en las situaciones más cotidianas.

Años después, el profesor universitario y director de la empresa de videojuegos Novarama, Dani Sánchez-Crespo, aún recuerda aquella clase. "Si lo hubiera hecho todo el mundo, nos encontraríamos con menos tonterías en los Parlamentos y menos personas diciendo chorradas", asegura el divulgador, que acaba de publicar el libro Pensar más, pensar mejor (Debate, 2023). Una obra que nace de hacerse esta pregunta: ¿qué pasaría si la inteligencia, más que un talento innato, fuera algo que todos pudiéramos aprender y mejorar de forma mecánica? En otras palabras: ¿y si el ingenio no es más que una acumulación de técnicas que todos podemos aprender?

Para Sánchez-Crespo aprender a pensar se puede entrenar como aprender a hablar o leer. El problema es que nadie nos ha enseñado a hacerlo. “A lo largo de la historia hemos priorizado las habilidades ejecutivas por delante de las habilidades reflexivas. Nos entrenan a hacer, pero a medida que las herramientas y tareas ya están cubiertas y automatizadas, nos enfrentamos a otros problemas como las fake news, la manipulación, los prejuicios o el racismo”, explica el divulgador, que durante la pandemia saltó a la fama con sus hilos de Twitter (@DaniNovarama).

"A pesar de tener más de 128.000 seguidores en X y haber hablado de temas científicos durante la pandemia, parece que al final han ganado la partida los conspiranoicos a base de difundir mentiras", lamenta Sánchez-Crespo. Y en cierto modo esto se debe al gran número de inputs que recibimos a diario: “En los 90 nos vendieron que «cuanto más, mejor» y todo lo de la autopista de la información, cuando la realidad es que estamos en la autopista del ruido», continúa.

Entrenar la mente

Se necesita reflexión, pasar del hacer al pensar. “De la misma forma que a un niño se le puede enseñar a coger un tenedor, se le puede enseñar a detectar qué es un prejuicio”, dice el divulgador, quien asegura que la inteligencia puede entrenarse y ejercitarse. Por eso cree que sería muy interesante que su libro llegara a las escuelas, donde los niños todavía tienen mucho más margen de mejora que los adultos. “Yo hablo bien el inglés porque lo aprendí de pequeño, ahora estoy intentando con el chino y es casi imposible. Tengo 49 años y la plasticidad del cerebro ya no es la misma”, pone de ejemplo.

En el libro, Sánchez-Crespo explica numerosas técnicas con las que es posible entrenar la mente para aprender a pensar y tener mayor creatividad. “Esto no significa que no exista un componente genético. Está ahí, pero de ahí a pensar que es algo que no se puede entrenar, hay un mundo”, matiza. Él mismo confiesa que es asmático, pero que esto no le ha impedido realizar carreras de resistencia. "He conseguido superar mi condicionante genético, que es el asma, pero puedo correr y submarinismo", asegura.

Asimismo, considera que todos los procesos creativos también son muy mecanizables. "A muchas personas se les considera que tienen un talento, cuando lo que pasa es que, conscientemente o no, están utilizando un truco", explica. "Lo he visto en muchos alumnos, que se defienden muy bien en oratoria de forma natural, y no se dan cuenta de que están utilizando una técnica".

Reflexión interna

¿Por qué no nos lo enseñan todo esto?, se pregunta Sánchez-Crespo. "En este país la cultura del esfuerzo se ha entendido mal, nos toca hacer una reflexión sobre lo que podemos aspirar con nuestra educación, porque podemos ser mucho más ambiciosos", considera. Eso sí, "sin caer en el cliché que la gente que habla de inteligencia parece que va de lista", matiza.

“Dejamos de hablar como niños pequeños. Debemos hablar con calma y decir que, por ejemplo, no es admisible que una persona con dieciocho años tenga ciertos prejuicios porque no se le ha entrenado bien con temas básicos de pensamiento”, continúa el divulgador, que matiza que no se refiere a temas ideológicos, sino a "incorrecciones argumentales". Él mismo ha recibido amenazas de muerte en las redes, sobre todo por parte de antivacunas. "Algo no estamos haciendo bien cuando una persona cree que con el anonimato de una red social es normal amenazarte de muerte", lamenta.

Ante todo esto, Sánchez-Crespo anima en su libro a dejar de mirar hacia fuera, hacia los demás y hacia la “sociabilidad extrema”, y mirar hacia adentro. “Si entrenamos a las próximas generaciones a pensar un poco mejor, a hacer algo más de introspección, la sociedad irá mucho mejor”, opina. Aprender a estar solos, a ir al foco de las cosas, salir a pasear por el bosque y tener más tiempo son algunos de los ingredientes principales para esta nueva época que considera que está por venir. "Al final, el pensamiento es a la vez el más barato y el más caro del mundo: el más barato porque sólo requiere algo, pero que es lo único que no tenemos, que es el tiempo", concluye.

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