Las vacaciones más frescas posibles ya tienen su propia denominación en las redes: la etiqueta coolcation , contracción de cool (fresca) y vacation (vacaciones). Son muchos los que comparten esta nueva filosofía viajera de gozar de una temperatura racional en destinos llenos de magia por su historia y, sobre todo, propuesta natural. Por ejemplo, desde la cuenta de promoción turística de la región noruega de Trondelag defienden: " Coolcation es la refrescante tendencia para viajeros que buscan huir de las oleadas de calor, de las atracciones con precios abusivos y colas infinitas. Os invitamos a un clima más fresco para una experiencia de viaje realmente satisfactoria". Para ir más allá y vender sus encantos, Trondelag se describe como el lugar donde disfrutar del mal tiempo, la buena comida y una gran cantidad de espacio sin apenas nadie.
Vacaciones buscando temperaturas más frescas: llegan las 'coolcations'
Cada vez más gente opta por destinos donde disfrutar de temperaturas más bajas, de la naturaleza y de la buena comida y sin aglomeraciones
BarcelonaQuien se lo iba a decir, a las famosas y recurrentes suecas que en los años sesenta revolucionaron las playas de España, que casi 70 años más tarde el mundo habría cambiado tanto que serían ellas las anfitrionas en sus países (se les decía suecas, pero eran nórdicas provenientes del norte de Europa) de hordas de turistas que en los meses de verano huirían del calor de aquellas playas paradisíacas que conquistaron con sus bikinis. Si bien la ocupación hotelera en las costas de nuestra casa no afloja y el turismo se supera año tras año, cada vez son más aquellos que deciden dedicar los meses de verano a refugiarse al aire libre de un cambio climático que no tiene freno, y pasar las horas en climas más benignos en verano, como los que ofrecen los países nórdicos. Allí, los datos señalan en la misma dirección, porque por ejemplo Noruega, Suecia, Finlandia y Dinamarca siguen posicionándose como atractivos destinos para los turistas catalanes y también para los que viajan de forma organizada. Según datos del operador global Kensington Tours publicados por The Wall Street Journal, las reservas para viajar a Noruega entre junio y agosto han aumentado un 37% en comparación con el año anterior, una cifra que sitúa al país báltico entre los diez principales destinos europeos. Asimismo, este crecimiento también se da en países de su órbita, como Suecia y Finlandia, y en otros destinos más frescos que los lugares del sur, como la ciudad inglesa de Southampton, la austriaca localidad de Innsbruck y la República Checa . Todas ellas tienen en común el ofrecer unos veranos mucho más suaves y llevaderos que los del Mediterráneo, donde es altamente probable (se viaje cuando se viaje, en verano) enganchar oleadas de calor, días pegajosos y elevadísimas temperaturas incluso con noches tropicales.
Una tendencia clara
La responsable de la agencia barcelonesa de viajes de autor La Hora Inspiradora, Maria Sanz, asegura que esta tendencia es muy clara por razones obvias: "Los últimos veranos en el Mediterráneo están siendo muy calurosos y el calor, al final, impide disfrutar en el 100% de las vacaciones", subraya. Asimismo, Sanz añade que muchos turistas tienden a elegir destinos típicamente de verano para visitarlos en los meses de invierno y primavera, mientras que durante los meses de mayor calor optan por visitar otros lugares más al norte, como por ejemplo Noruega , que está "súper de moda". Aunque este país es "lo que más", también sus países vecinos e Islandia están en boga por la combinación de temperaturas y naturaleza, así como Escocia, que este año está siendo muy pedido. "Son países que no tienen las infraestructuras turísticas como las que pueden tener España o Italia", destaca, lo que les da un punto más salvaje, aunque tienen en contra el hecho de que son destinos bastante más caros que los mediterráneos. También Liubliana (Eslovenia) y Polonia están dentro de este saco, junto con las ciudades de los Alpes suizos y austríacos, estos últimos tradicionalmente destinos de alto nivel: "La gente ahora prefiere acortar las vacaciones aunque se hayan de gastar más dinero, que estar fuera todo el mes de agosto", destaca. Según lo describe, el turismo de sol y playa tiene un comportamiento más de playa y relax, pero incluso a este perfil de clientes, estos destinos ahora más de moda plantean unas vacaciones muy distintas, "más en ruta" y en relación a una naturaleza que resulta espectacular. "No es el mismo concepto de relax que se tenía antes de las vacaciones, sino de aventura y descubrimiento, conexión con la naturaleza, el entorno, la cultura del país y la gastronomía", destaca.
La franja atlántica
Sanz también menciona que el norte de España ha crecido mucho en los últimos años por las temperaturas tan elevadas en el Mediterráneo y el cambio climático, un nuevo paradigma que hace que en el norte las temperaturas no sean tan frías como hace unos años. De hecho, según datos de Eurostat, las reservas a través de las principales plataformas de viajes online aumentaron significativamente en el noreste peninsular hasta el tercer trimestre de 2023, con un espectacular incremento del 67,7% en comparación con el mismo período de 2019. En este marco se encuentran Galicia, Asturias y Cantabria, donde las temperaturas son más moderadas.
Para ella, todo empezó a cambiar a partir del 2022, que fue un año muy cálido y de calor "muy pesado", y cuando en los años inmediatamente anteriores por la cóvida los viajeros se quedaron en destinos más cercanas. De este modo, la progresión comenzó en el 2022, se consolidó en el 2023 y va aún más este año: "Lo he visto muchísimo este año", detalla.
A su juicio, este cambio de tendencia no comporta que los destinos tradicionalmente de buen tiempo, como Barcelona o Atenas, estén perdiendo visitantes, sino que éstos se están, poco a poco, desplazando en otros momentos año en los que es más llevadero visitarlos. "Al contrario, para los turistas del norte de Europa estos destinos se están convirtiendo en lugares de más largo plazo, en otoño, invierno y primavera", destaca, por lo que pronostica una estacionalización distinta y más larga. La fortaleza del turismo no está en duda, ya que según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), el Estado recibió a 9,3 millones de turistas internacionales en mayo, un 11,5% más que el mismo mes de 2023. En los primeros meses de 2024 el número de turistas aumentó más de un 13%, y en éste boom, Cataluña siguió siendo el destino principal, con el 22% del total, seguida de Baleares y Andalucía. Igualmente, según el informe de Turespaña de tendencias del verano 2024 de los principales mercados emisores de turismo, el Estado vuelve a posicionarse como uno de los destinos preferidos por el turismo internacional. El ministro de Industria y Turismo, el exalcalde Jordi Hereu, celebraba que después de una extraordinaria temporada de invierno, "que no temporada baja", se espera completar una segunda mitad del año que iguale e incluso supere la del 2023. Turismo, hay por años.
El mejor momento en cada destino
La viajera de 24 años Celina Garufi, afincada en Barcelona y que asegura que viaja sola, explica que siempre intenta elegir el mejor clima y hacerlo en función de su destino: "Por ejemplo, ahora estoy viajando por los países nórdicos", detalla en pleno mes de julio. Según esta turista, el verano es un gran momento para acercarse a estos países y poder visitarlos y recorrer sin sufrir el frío que les caracteriza el resto del año. En su caso, va a la inversa, porque explica que, por ejemplo, en febrero viajó a Marruecos: "Lo consideré un buen momento para ir", dice, ya que entonces sí que le apetecía el calor , que allí estaba por encima de los 20 grados, y "no es el calor extremo que tienen en los meses de verano". En conclusión, Garufi asegura que intenta evitar los climas extremos y "viajar en las épocas que más permitan recorrer sin problemas según destino".
Climas frescos
También la responsable de la cuenta de viajes @VidaMolona explica que, por ejemplo, lleva un mes en los Países Bajos, una región que se puede disfrutar tanto solo como en familia. Ya el pasado año pasó tres semanas en Dinamarca. "Este país nórdico fue toda una sorpresa", explica. En sus redes remarca que es un país poco visitado: "Estuvimos en julio y agosto y vimos poco turismo pese a ser la mejor época para visitarlo", destaca. Como puntos a favor, aparte del fresco del clima, este país ofrece ciudades maravillosas y "con un ambiente muy top", así como lugares tan asombrosos como un desierto.