Cuerpo y Mente

Los rituales de Navidad: ¿excesivos o necesarios?

La acumulación de celebraciones durante estas fiestas tiene un origen simbólico y muy arraigado en el tiempo

Un regalo envuelto
15/12/2025
4 min

BarcelonaEstamos a las puertas de Navidad y quien más quien menos ya sabe lo que hará la Nochebuena, el día 25, por San Esteban o Año Nuevo e incluso por Reyes. Son fechas llenas de fiestas, celebraciones y rituales que se repiten año tras año de forma compartida, tanto con la familia como con los amigos. Qué comemos, con quién, cómo y dónde lo hacemos forma parte del ritual. Y también los pequeños detalles: el ramo de muérdago que dicen que trae suerte, decorar el árbol de Navidad, sacar la vajilla de la abuela que sólo utilizamos para estas fechas, comer uvas para despedir el año, el menú igual desde hace décadas... todos estos pequeños gestos tienen una fuerte carga simbólica de comunidad entre los que participan. ¿Pero esta acumulación de rituales en tan pocos días es algo positivo o acabamos sobrepasados ​​con tanto exceso?

Antes de intentar resolver esta cuestión es necesario saber distinguir un ritual de una celebración o de una tradición. Para el catedrático de antropología de la Universidad de Barcelona, ​​Manel Delgado, "los rituales son conductas repetidas en relación a ciertas circunstancias que tienen una naturaleza simbólica e instrumental, son actos repetitivos y obligatorios". La psicóloga Sylvie Pérez Lima, además, destaca que los rituales son actos compartidos con los demás "y eso es importante porque mientras participas tú sabes cuál es la emoción del otro, conectas con los demás porque todos estamos en esa experiencia". Según la psicóloga, esto "refuerza nuestra identidad y, sobre todo, en el caso de Navidad, conecta con unas raíces, con una cultura y con una historia familiar que también hace comunidad. Por eso es importante que sea compartido".

"Los rituales están en todas partes. Son extraños ya la vez bonitos, simbólicos, pueden tener un punto arbitrario y están en todas partes". Lo dice el antropólogo de la Universidad de Connecticut Dimitris Xygalatas, experto en el tema y autor de varios libros, en una entrevista publicada por el diario The Washigton Post hablando sobre la importancia de los rituales en los que destaca que a lo largo de nuestra vida participamos en incontables actos de éstos –desde fiestas de cumpleaños hasta bodas, funerales, fiestas de graduación o inauguraciones oficiales– y que esto tiene un origen histórico muy profundo aunque algunos formen parte de celebraciones modernas. "El momento en que los primeros humanos dejaron de ser una suma de individuos y pasaron a ser un grupo fue cuando empezaron a bailar en torno a una hoguera", como un rito de unión y de comunidad, explica este profesor.

¿Pero son excesivos todos los ritos navideños? Según explica Delgado, "aunque la vida cotidiana está llena de rituales, aunque sean pequeños, la Navidad es una época en la que se acumulan muchísimos y eso hace que nos recordemos unos a otros hasta qué punto estamos vinculados entre nosotros. Durante las fiestas navideñas vivimos un aceleramiento, tanto en la frecuencia como en la frecuencia los vínculos sociales que tenemos". Este experto explica que hay mucha gente que participa "voluntariamente", ya que según dice, "los rituales tienen el truco de hacerse deseables y además están vinculados a la naturaleza social de los seres humanos". Pérez Lima ve beneficios, aunque la Navidad supone una acumulación de actos muy grande en pocos días. Ella explica que pese al exceso "nos aportan estabilidad, nos dan una cierta sensación de calma e inamovilidad sobre todo en un mundo que va muy rápido, que cambia mucho y está lleno de prisas".

¿Y los que no les gusta la Navidad?

Pero también hay mucha gente a la que no le gusta la Navidad, que no disfruta de las celebraciones ni de los rituales que se repiten durante las fiestas y lo pasa mal. Y es que se trata de una de las épocas del año con mayor carga emocional, con un alud de emociones muy intensas concentradas en poco más de dos semanas y esto puede ser demasiado para algunos. La felicidad, la tristeza, la culpa, la ilusión, el amor o la añoranza se alternan a una velocidad fuera de lo normal y cuesta digerir esta maraña de emociones sin alterarse. "Navidad es un momento muy sensible y puede ser difícil", explica la psicóloga, pero apunta que "los rituales vinculados a Navidad tienen beneficios aunque no nos guste" y detalla cómo funciona esta parte positiva: "El ritual nos da calma y estabilidad porque nos permite prepararnos emocionalmente. Ya sabemos cómo es porque se repite cada año y por mucho que no". La psicóloga explica que las fiestas son especialmente complicadas para las personas que han perdido algún ser querido, ya que el vacío se hace mucho más presente, pero, sin embargo, ella apunta que "precisamente el ritual permite que haya ese vacío, lo hace visible y provoca que al menos haya espacio para que se haga algún vacío y eso, por mucho que nos duela, también es beneficio. y con anticipación, saben que los demás también lo sienten. Esto es doloroso, pero es sano y es positivo, aunque duela”.

stats