“El duelo no le superas, sino que lo transformas”: herramientas y lecciones sobre cómo afrontar la pérdida
El ARA organiza un debate en Girona con tres especialistas en procesos de duelo
Gerona¿Qué hacer cuando se te muere un ser querido? Ésta es la pregunta difícil y espinosa que este jueves, 12 de diciembre, en el Salón de Descanso del Teatro Municipal de Girona, han intentado responder a tres profesionales especializadas en tratamientos de duelo –Natàlia Artigas, Ester Tarragó y Emma Barbesà–, en un debate organizado por el ARA y la funeraria Áltima. Y lo han hecho sin eufemismos, tabúes ni recetas mágicas, pero con mucha experiencia y conocimiento de causa, ofreciendo claves, herramientas y lecciones de vida sobre cómo afrontar el trance de una pérdida, que todo el mundo, con mayor o menor intensidad, ha vivido en algún momento.
La sesión la ha moderado Carla Turró, subdirectora del diario, y uno de los primeros temas que ha puesto sobre la mesa es la posibilidad de cuantificar un tiempo razonable de duración del duelo: "Es relativo, suele durar entre 1 y 3 años, pero no necesariamente; al principio el dolor es muy agudo, entonces se va transformando, pero cada uno necesita su tiempo y no debe juzgarse", ha explicado Natàlia Artigas, psicóloga especialista en la materia, y ha añadido: "Es como una herida, que necesita tiempo para curarse, porque si no, volverá a abrirse". Y sobre esta idea Ester Tarragó, enfermera de paliativos, ha insistido: "Vivimos en la sociedad de la inmediatez, nos obligamos a estar bien ya estarlo ahora, y no es tanto como superas el duelo como la forma en que allí transitas. El duelo es como un agujero que nunca desaparece, se va haciendo más pequeño, pero forma parte de ti para siempre". "Se trata de intentar transformar el dolor en amor, y esto te puede dar un nuevo significado a la vida", ha continuado Emma Barbesà, miembro de la asociación Servei de Suport al Dol de Girona, ya que "cuanto más fuerte es el dolor, más fuerte era el 'amor, y si no sintiéramos ese duelo, sería peor, porque querría decir que no habríamos conocido a esa persona'.
Este rasgo del luto como un sentimiento absolutamente personal e incomparable, en el que cada historia tiene rostro, nombres y apellidos, y cada uno vive a su manera, con sus tempos y recursos, ha sido una constante a lo largo de la charla. Y, por supuesto, también son únicas e inconmensurables las circunstancias en las que se produce cada muerte, desde el traspaso de una enfermedad anunciada hasta el choque de un accidente repentino, pasando por el estigma incomprensible del suicidio o la pérdida perinatal. Por eso, al final de la sesión, también ha habido espacio para que el público pudiera compartir con las profesionales preguntas, inquietudes y reflexiones de forma sentida, libre y segura.
La principal ayuda es el acompañamiento
Y partiendo de esta base de que no hay fórmulas mágicas ni un manual de instrucciones apto para todos, ¿qué se puede hacer para transitar por estos trastornos? ¿O para ayudar a alguien que amas a transitar por él? Pues, según las tres especialistas de la sesión, queda claro que el acompañamiento, la relación y el acto sanador de compartir el dolor son fundamentales: "Es como si estuvieras en una cuerda floja y, por eso, es muy importante la red de seguridad que te sostiene, las personas de tu alrededor con las que puedes contar, que quizás no serán los familiares o amigos más cercanos, porque sufren demasiado, sino que puede ser alguien que te sorprende y te cambia la vida para siempre", ha manifestado la psicóloga Artigas, que trabaja con grupos de apoyo de luto perinatal. "No debemos minimizar el malestar de alguien que sufre, debemos acompañarle, estar a su lado, ni más adelante ni más atrás", acabó. "Que la persona se sienta acompañada y validada, intentar decirle las palabras que lleva dentro, no negarle la dureza", ha repetido Tarragó.
¿Cómo afrontan el luto los niños?
En luto, como en todas partes, también hay un sesgo de género, ya que los hombres, bajo la imagen de macho duro y fuerte, son más reacios a aceptar que hay que trabajar un luto, como si no pudieran llorar y lo tuvieran aguantar todo: "En nuestras terapias el 90% son mujeres, que se muestran más abiertas a expresarse emocionalmente", ha certificado Barbesà. Sin embargo, las tres profesionales han reconocido también que la tendencia va cambiando progresivamente y el modelo machista caduco se va rompiendo.
Más allá de las cuestiones de género, también existen diferencias a la hora de afrontar el duelo según la edad: "¿Qué se le dice al niño cuando muere el abuelo o un ser querido?", preguntó Carla Turró. Pues la respuesta es clara y concisa: hay que explicárselo y hacerles partícipes. "Como padres tenemos la responsabilidad de saber responder a las preguntas de los hijos sobre la muerte. Si les decimos cosas externas, podemos crear consecuencias negativas a los niños sobre cómo perciben la vida y la muerte", ha argumentado Emma Barbesà. E igualmente Artigas ha añadido: "Los adultos somos espejos, los niños son muy sabios, ya veces queremos protegerlos , excluir y utilizamos eufemismos que aún acaban envolviendo más la madeja".
Recordar la pérdida en fechas señaladas
Finalmente, la otra gran cuestión, sobre todo ahora que llega Navidad, es cómo celebrar fechas señaladas como estas fiestas, vacaciones o cumpleaños cuando esa persona querida ya no está. "Al principio querrías desaparecer, pero proponemos construir una Navidad diferente, reuniendo a la familia con alegría, pero permitiéndonos momentos para dedicar al familiar que ya no está, con un brindis, una vela o un minuto de silencio", ha recomendado Tarragó . "Es importante hacer lo que el cuerpo te pide. Son situaciones vulnerables, necesitamos cuidarnos, y si una persona una Navidad necesita irse u honrar al familiar con un gesto, debe poder hacerlo", ha concluido Barbesà .