Exposición

"Estas obras acababan guardadas en los cajones": una exposición recupera las prendas de 13 artistas de arte textil

La exposición 'Entre hilos, habitando el tejido' en el castillo de Cornellà reivindica el tejido como arte y se podrá visitar hasta finales de abril

exposición colectiva Entre hilos habitando el tejido en el Castillo de Cornella comisaría y artista Esther Serramia Calderer CC ARA
Nadia Arboix
17/03/2025
6 min

Cornellà"Todas nosotros nos hemos conocido tejiendo", dice Magda, una de las trece artistas del colectivo Tramadoras que forman parte de la exposición Entre hilos, habitando el tejido. Coincidieron en el Taller Escuela Textil Teranyina y sus obras están expuestas en el castillo de Cornellà hasta el 27 de abril. "Estamos entre los hilos, cuando tejemos habitamos", explica. Esther Vigara, comisaria de la exposición, dice que a menudo se relaciona el acto de tejer con un pasatiempo, una actividad para entretenerse, pero nunca como una forma de arte. "Muchas personas ven al textil como una manualidad o un trabajo casero, no como una expresión artística de plenitud creativa", afirma.

En un principio, las artistas no tenían interés en exponer sus obras. Lo que las motivaba era sobre todo el placer personal y la necesidad de encontrar una forma interior de expresarse. "Hacíamos nuestras piezas para nosotros mismas, sin la presión de exhibirlas. Pero nos dimos cuenta de que muchas de estas obras acababan guardadas en los cajones, y que lo que hacíamos nos tocaba profundamente", explica Esther. "Tejer te hace reflexionar sobre el valor del tiempo. Cada pase, cada hilo, requiere una dedicación que es casi una meditación, una introspección". Magda, mirando la imponente sala del castillo de Cornellà, añade: "Estamos tejiendo algo visible, que se ve representado en estas obras, pero también estamos tejiendo algo invisible dentro de nosotros. Cuando tejemos, no sólo creamos una pieza física, sino también una historia personal, una emoción que nos acompaña".

Exposición colectiva 'Entre hilos, habitando el tejido', en el castillo de Cornellà.
La comisaria Esther Vigara, a la izquierda, junto a una de las artistas.

La exposición está dividida en tres grandes bloques que cuestionan profundamente la relación del tejido con su propia existencia. Los títulos de las secciones son El misterio de la existencia, Tejerse y Oda textil en la naturaleza. Cada una plantea una reflexión sobre la vida, el dolor, el paso del tiempo y la conexión con la naturaleza.

Tres blogs temáticos

En el primer blog, El misterio de la existencia, se pueden encontrar obras como Tejido arenoso, una creación que evoca el recuerdo de un viaje a Cádiz. Mediante técnicas textiles, la prenda intenta capturar la imagen de cómo el viento modela la arena, creando olas que parecen efímeras pero a la vez infinitas. Esta obra se trabajó durante meses, con el artista observando de forma minuciosa las texturas que la naturaleza dibuja espontáneamente sobre el paisaje, como si el hilo fuera una forma de imitar el movimiento del viento, el tiempo y la memoria. A través del tejido, la creadora transforma la observación en una representación visual de lo imposible: la captación del tiempo en su paso continuo e ininterrumpido.

Tejerse, la segunda sala, es más recogida e íntima. Esta sección se presenta con un texto inicial: "En la intimidad de esta sala se remueve un silencio. ¿Nos sientes? Un nudo se ha roto o está a punto de hacerlo. Un adiós, un luto, una herida. Toca tejerse de nuevo". Es un espacio profundo, cargado de sentimientos que, de algún modo, tocan al visitante a un nivel más personal. "Aquí reflexionamos sobre la herida interior, los despidos, las pérdidas y lo que duele", explica Vigara. Los tapices rotos, las almas como jardines abandonados y los nudos que se deshacen son algunas de las representaciones que se pueden ver. La obra Lacrimosa, por ejemplo, es una pieza dedicada a la madre de Pilar, que murió de cóvido y no tuvo la oportunidad de despedirse de la manera que hubiera querido. "Pilar tejió la partitura de la Lacrimosa durante dos años, como una manera de expresar ese adiós que no pudo pronunciar en vida", explica Esther. "El día que acabó la pieza, organizamos un acto en la escuela donde un pianista interpretó la canción. Pilar lloraba emocionada y aliviada, sintiendo que, por fin, su madre descansaba en paz".

Una pieza de la exposición 'Entre hilos, habitando el tejido'.
Una pieza de la exposición 'Entre hilos, habitando el tejido'.

El acto de tejer no sólo se convierte en un proceso artístico sino también en un mecanismo de curación personal y colectiva. Muchas de las artistas exponen piezas que han sido un vehículo para canalizar emociones profundas, ya sea a través de hilos que se cruzan y entrelazan o de estructuras que, como la vida, se van construyendo y reconstruyendo. Cada trama es una huella, un recuerdo, un vínculo que se mantiene con el pasado y se proyecta hacia el futuro. El proceso de creación, que se desarrolla a través del acto de tejer, se convierte así en una forma de sanar y conectarse con una misma, con los demás y con el mundo que nos rodea.

Oda textil en la naturaleza es el tercer bloque de la exposición y explora el legado, naturaleza, recuerdos y tierra. En esta sección, se pueden ver obras como Cosecha IV, una prenda de la colombiana Claudia Falquez, que a través del textil rememora el maíz de su país natal. También destaca la pieza Presencia, donde el artista Isabel Rios utiliza pañuelos reutilizados de su madre para crear una obra que le sirva como recuerdo. "Cuando tejía la recordaba, cada nudo era como una conversación, como si pudiera volver a hablar con ella", explica Esther. A través de estas obras, las artistas conectan con sus raíces y el poder transformador que tiene la naturaleza. Las texturas, los colores y los motivos que emergen de los hilos hablan de una relación con la tierra tan antigua como la humanidad misma.

Este último bloque de la exposición ofrece un diálogo entre la mujer y la naturaleza, un recordatorio de que, a pesar de la industrialización y la modernidad, los vínculos con nuestros orígenes siguen presentes. El textil, como lenguaje artístico, permite expresar esta conexión y la necesidad de preservar la memoria a través de las manos que tejen historias y recuerdos. De hecho, muchos de los hilos utilizados en las obras de la exposición han sido seleccionados por su simbolismo o su origen. A través de estos materiales, las artistas transmiten un claro mensaje: la naturaleza, los recuerdos y las relaciones humanas son las verdaderas fuentes de inspiración.

Reivindicar la artesanía

Con una combinación de técnicas tradicionales e innovadoras, las artistas de la exposición logran dar una nueva vida al textil, rompiendo con los estereotipos que a menudo le relegan a una simple actividad doméstica. La obra de cada una de ellas es una declaración de principios: el tejido puede ser arte, puede ser voz, puede ser emociones encapsuladas en hilos que se rompen y se transforman en mensajes visuales. Estas piezas no sólo hablan del pasado, sino que también son un grito en el presente, una forma de reivindicar la importancia de la lentitud, del tiempo dedicado, de la mano del artista.

Una pieza de la exposición 'Entre hilos, habitando el tejido'.

Esta exposición, además de ser una reflexión sobre el textil como herramienta artística, abre también un diálogo sobre la importancia de las tradiciones y los saberes ancestrales en nuestra sociedad moderna. En un momento en que las técnicas manuales y artesanales a menudo pasan desapercibidas frente a las tecnologías digitales, el tejido como forma de arte se presenta como una resistencia a la velocidad ya la superficialidad de la era contemporánea. Cada trama refleja no sólo una técnica, sino una visión del mundo, un recuerdo que perdura, una forma de conectar con nuestras raíces y con las generaciones que nos han precedido. Es una forma de volver a la naturaleza, a la esencia de lo que somos. A través del acto de tejer, en el que el tiempo parece ralentizarse y las preocupaciones del día a día quedan en segundo plano, estas trece artistas rinden homenaje a aquellas manos que, con paciencia y dedicación, transforman simples hilos en historias llenas de significado. Tejer es habitar. La vida, el dolor, la naturaleza y el amor.

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